No cabe duda de que la industria farmacéutica y los médicos (los profesionales sanitarios en general) tenemos una relación que podríamos llamar "intensa"; de esta relación se pueden derivar conflictos de intereses que hagan que el médico pierda de vista su objetivo fundamental: mejorar la salud de la población, y pase a verse influido por otro objetivo: conseguir los incentivos propuestos por la industria farmacéutica.
Hace una semana se presentó en Madrid la campaña NoGracias, que aboga por la transparencia en las relaciones de los médicos con la industria farmacéutica. Esta campaña viene a ser la adaptación al español de su homóloga estadounidense NoFreeLunch y, en principio, está siendo organizada por la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (FADSP).
Copio a continuación los objetivos de la campaña que también pueden leerse en su web...para ir abriendo boca...
Los objetivos de la plataforma son los siguientes:1.- Independencia y ética profesional con regulación socialmente responsable de las relaciones con los proveedores de los servicios públicos, cuya influencia y costes son determinantes en el funcionamiento del sistema sanitario.2.- Transparencia como norma de conducta profesional ante los conflictos de intereses: "aquellas condiciones en las que el juicio profesional sobre un interés primario (como el bienestar de los pacientes o la validez de una investigación) pueda estar influenciado por un interés secundario".3.- Acceso a una información veraz, contraria al predominio de la promoción sobre la información.4.- Formación independiente. Y no dirigida por la Industria Farmacéutica. La Administración Pública tiene la obligación de asignar el presupuesto necesario para la formación y actualización de sus profesionales. La Financiación externa ha de ser proporcional y limitada estrictamente a actividades profesionales.5.- Ningún regalo es gratis. Se desaconseja el agasajo individual y la hospitalidad de la Industria Farmacéutica desproporcionada al objetivo cientifico o profesional.6.- Compromiso con la viabilidad del Sistema de Salud promocionando las prácticas asociadas al uso racional de medicamentos y a la prescripción de genéricos.
y yo me pregunto... ¿qué les parece a ustedes?...
Leía ayer la página de la campaña, y aunque al leer los objetivos mi primera impresión fue que era bastante light, cuando profundizas un poco en sus recomendaciones “a la administración” “a los políticos” etc., te das cuenta de que es una propuesta seria y rigurosa, muy trabajada, que recoge el testigo de no free lunch y va más allá, dando soluciones concretas al problema, desde todos los ámbitos implicados. Se agradece que nos incluya a los pobres estudiantes, como tantas veces hemos hablado (nos gusta más un boli gratis que a un tonto un lápiz, y así se empieza). Espero que cree debate en los médicos, y sobre todo en la opinión pública y política, porque difícilmente se solucionará sólo con un cambio de actitud en el personal sanitario, hace falta cambiar radicalmente el sistema de promoción y marketing de las farmacéuticas (sea visitadores sea pago de congresos, que si nos cuesta decir que no a los bolis, pocos residentes con los que yo haya hablado se plantean no ir a tal congreso, o pagárselo ellos…), con leyes concretas que acaben con la “autorregulación” y la falta de transparencia. Aquí en Francia se han dado algunos pasitos en ese sentido, y se han prohibido los regalos de todo tipo, pero se siguen haciendo, y los visitadores hacen cola en la puerta de los despachos de los médicos a las diez de la mañana, igualico que en la Concha.
ResponderEliminar[Javi, Marta, Willy, propuesta para próximos post: las nuevas facultades de Espe]
[Este finde recibo a Nuria, Inés, Cris, Ana y Alejandra, buen foro para estos temas ;-)]
El año pasado un periodista y escritor especializado en temas de salud y ecología llamado Miguel Jara que a muchos os sonará y del que me habló Javi, publicó un libro llamado " Traficantes de salud " contando las verdades sobre las grandes empresas farmacéuticas.
ResponderEliminarEn él se describe cómo se inventan enfermedades para crear nuevos mercados y convertir en pacientes a los que están sanos, cómo se manipulan los ensayos clínicos a favor de los laboratorios, cómo se vence la voluntad de muchos médicos mediante promoción, cómo se espía a los pacientes potenciales..etc
Creo que es un libro altamente recomendable para cualquier persona y en especial para los que nos adentramos en las procelosas aguas del sistema sanitario.
sobre la invención de enfermedades es un tema del que escribir, iertamente...(lo mismo Santos te acaba molando escribir sobre eso :P)...y es que es larga la lista de enfermedades que se crean para darles un tratamiento específico cuando tal vez no son más que la expresión de un fenómeno fisiológico o de una forma de una enfermedad ya conocida y tratable...ya diremos nombres, ya diremos nombres...
ResponderEliminarPues qué decir si no que estoy completamente de acuerdo.
ResponderEliminarLas políticas de marketing de las farmacéuticas (que en no pocos casos suponen una mayor parte de su presupuesto que la propia I+D) no sólo no ayudan a la formación de los médicos (principal excusa para su existencia) si no que desinforman y adormecen a los profesionales. Y ni qué decir tienen que esté marketing supone un incremento muy considerable del precio final de los fármacos a nivel mundial.
Bien a través de sobornos activos o pasivos los médicos de hoy estamos expuestos a una situación que bien merece una reflexión ética y científica sobre hacia dónde nos dirige, el alcance que puede tener (y tiene), así como las repercusiones que están experimentándose como consecuencia de considerar un fármaco un "producto comercial" como otro cualquiera.
Es lamentable, además de perjudicial para la salud, que la prescripción actual esté basada en gran medida en la publicidad de los fármacos en lugar de la Medicina Basada en la Evidencia (futuro tema que publicaremos en el blog).
Aunque se salga un poco del tema, quizás valga para abrir el nuevo post que parece que se te pide por aquí, santos.
ResponderEliminarEl mercado farmacéutico ha alcanzado un nivel de márketing tal que ya sobrepasa los profesionales sanitarios y llega hasta los propios ¿usuarios?, los pacientes.
Es difícil para el médico tratar con/a pacientes que no necesitan medicinas pero que acuden a la consulta a que les recetemos el último remedio para todos los males anunciado en la televisión. Se acaba recetando algo para evitar problemas.
Cuando se trata de una persona mayor a menudo lo convierte en un medicamento más a la lista, lo que dificulta aún más el cumplimiento terapéutico en polimedicados (porque no nos engañemos, la pastilla del azúcar no es importante, pero el calmante o el jarabe de la tos que no se olvide).
El consumo irracional de medicamentos va en aumento; a menudo con asociaciones no terapéuticas. No es infrecuente ver pacientes que toman expectorantes y antitusivos de forma habitual (es que me han dicho que los dos van muy bien para los resfriados y aun tengo un poco de moco por las mañanas).
Una parte de este fenómeno es puramente social; pero, una parte de la responsabilidad recae en la incesante publicidad por parte de la industria y la necesidad que crea de tener remedio para todo problema; también para lo que no lo tiene o para lo que no es un problema.