Antes de que tu mente quede vacía de mi imagen, recuerda que existo.
Que una vez atravesamos un océano (juntos aún sin saberlo) y fundamos una familia. Que solíamos pasear por el parque, ir al mercado y comprar el periódico a diario.
Que me amaste hasta que dejaste de saber lo que era eso y yo te amé para intentar que lo recordaras.
Graba en tu mente de forma indeleble las reuniones familiares, las comidas con nuestro grupo de amigos y los viajes que hicimos aprovechando el tiempo que la vejez nos brindaba.
Perdona por adelantado mis malas reacciones cuando yo también olvide que tu olvido no es voluntario ni denota falta de interés.
Igualmente perdona si con el paso del tiempo deseo (muy) en mi interior que todo esto acabe, pero tan sólo pensar en que no me (re)conozcas a mi ni el tiempo que hemos tenido juntos me hace perder un trozo de vida.
Por último debes saber que cuando los años y la vida estropeen tu memoria, yo haré sus funciones, aunque sé que no podré contener el llanto cuando tenga que re-cordarme a mi mismo.
Activistas de retaguardia. Para abrir los ojos ante la (compleja) realidad sanitaria (y socioeconómica) de nuestro entorno cercano (y no tanto).
19.1.09
Carta al olvido
Hipotética carta de pareja en el contexto inicial de un "déficit cognitivo"...
...y yo no pude contener el llanto cuando lo leí...gracias por escribirlo...
ResponderEliminar