Cuando uno está convencido de que algo debe cambiar suele intentar que los demás se enteren de sus ideas y compartan esa necesidad de cambio. El problema es que casi siempre se consigue que los mensajes lleguen a la gente que ya está convencida de dicha necesidad de cambio.
¿Cómo hacer para trascender las barreras del desinterés?
¿Es ese desinterés expresión de que lo que opinamos no es tan obvio como nosotros lo vemos?
¿Nos cansaremos de clamar nuestras opiniones según vayamos creciendo (cronológicamente) y caeremos en la frase que ahora aborrecemos de “es que todavía eres muy joven...ya te harás más mayor y se te quitarán las ganas de cambiar las cosas”?
seguimos remando...
Interesante reflexión, javi... No te dejes llevar por la crítica destructiva del "ya cambiarás". Llevo lustros oyendo eso de mucha gente, y sin embargo lo único que he notado es que el pelo se me está blanqueando. Por lo demás, creo que soy más maduro, pero más crítico aún si cabe, y sobre todo más radical en mis planteamientos.
ResponderEliminarUn amigo mío dice que ese tipo de comentarios lo que esconde es una envidia infinita por ver como tu eres fiel a ti mismo mientras ellos se traicionaros a las primeras de cambio... Será verdad?
UN abrazo