Activistas de retaguardia. Para abrir los ojos ante la (compleja) realidad sanitaria (y socioeconómica) de nuestro entorno cercano (y no tanto).
15.1.10
Así deberían ser las cosas...
El acto curativo es un proyecto compartido entre dos personas, paciente y enfermo, y nosotros, los profesionales de la medicina, somos el instrumento que el enfermo tiene para vencer la enfermedad, pero, como medio que somos, debemos ser permeables a la angustia que todo proceso patológico genera. No cabe enrocarnos en una posición inaccesible y ante toda muestra de debilidad del paciente, considerarlo como personalidad en quiebra que requiere la ayuda del psiquiatra o del psicólogo. La psicoterapia de apoyo debe ejercerla el médico que trata cualquier proceso orgánico, o el cirujano, por brillante y difícil que haya resultado la intervención quirúrgica realizada. Desentenderse del todo que constituye el paciente y atender sólo a su cuerpo sin pensar en su más que posible sufrimiento psíquico es practicar una medicina deficitaria y unidimensional. (S. Dexeus, en este artículo publicado en EL PAÍS)
Falso. Un médico no tiene la formación necesaria como para dar un apoyo cabal psicológico, y el hecho de que manejes etiquetas meramente descriptivas como "personalidad" o que se caiga en el error cartesiano de dividir entre problemas "físicos" y "psíquicos" es prueba de ello. Una cosa es aprender a ser amable y empático y otra cosa es lanzarse a hacer una terapia psicológica, que es algo muy diferente a sentarse y escuchar los problemas de alguien.
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