"El significado de saber ha cambiado de ser capaz de recordar y repetir información a ser capaz de encontrarla y usarla" (Herbert Simon. Premio Nobel de Economía).
A esto las facultades de medicina le responden "sí, sí, seguro..." y seguimos igual, escenificando un escenario en el que parece que han optado por enseñarle a los estudiantes cómo las instituciones también pueden padecer las enfermedades que aparecen en los libros de medicina y cirugia:
Botulismo: al igual que en esta enfermedad, una parálisis descendente y asimétrica afecta a las Universidades, comenzando por sus órganos de gobierno, va descendiendo hacia el profesorado y el alumnado, que se mantiene activo a la espera de que alguien administre el tratamiento preciso que les salve de quedar también inertes. La asimetría se manifiesta en que algunos departamentos intentan salir del inmovilismo nadando contracorriente... inútilmente.
Enfermedad de Alzheimer en estadios precoces: la Universidad manifiesta una inusitada capacidad para recordar sucesos ocurridos hace tiempo (técnicas quirúrgicas que no se realizan desde hace más de 20 años, búsqueda bibliográfica en el Index Medicus,...) pero presenta una incapacidad absoluta para el recuerdo y enseñanza de nuevas metodologías (Medicina Basada en la Evidencia, generación de bibliografía colaborativa, inclusión de la realidad social en el pensamiento médico,...).
Miopía(magna): como es por todos bien sabido, los miopes no consiguen ver bien de lejos, en cambio se manejan más o menos bien en las distancias cortas... esto ocurre en nuestros centros universitarios, especialmente en los médicos, donde se describe con minuciosidad "lo cercano" subespecializado, lo concreto, lo descontextualizadamente pormenoraizado (relaciones posteriores del cayado de la vena ácigos, por ejemplo), pero se obvia "lo lejano", el conjunto, lo sistémico e interrelacionado (¿influye que mi paciente no tenga vivienda en la probabilidad de que tenga un infarto?).
Fibromialgia: sí, la Universidad también padece el disease mongering (promoción de enfermedades), manifestando dolores que en realidad se deben a un estado de ánimo, y entonces se preocupa porque le duele la necesidad de incluir a la empresa privada en los planes de estudios o porque le da una punzada en el deseo de que se aumente el numerus clausus en sus facultades... cuando en realidad eso no serían sino minucias comparado con que sus hijos se vayan de casa (fuga de cerebros), se haya quedado en paro (paupérrima financiación de la Universidad Pública) o su pareja le sea infiel (proliferación del Grado de Medicina en las universidades privadas).
y por último...
Edema Agudo de Pulmón: de causa isquémica, porque al corazón no le llega el oxígeno necesario... en una estructura que se encarga de taponar sus arterias, los glóbulos rojos (también conocidos como estudiantes) no le pueden dar Vida a la estructura...
pero siempre queda E S P E R A N Z A
[[[escrito después de un mes plagado de interacción con estudiantes de los que HACEN Universidad y tras leer lo publicado por El Rincón de Sísifo]]]
Completamente de acuerdo.
ResponderEliminarHoy por hoy la universidad se rige por el costumbrismo y están regidas mayoritariamente por "mastodontes del diluvio" llamados catedráticos que creen que poseen la verdad porque viene en el título.
Hay excepciones, evidentemente.
Pero la regla es así.
La tecnología ha provocado un acceso a la información desde cualquier punto del planeta, como nunca ha existido.
El mundo ha cambiado y la universidad no se ha adaptado todavía.
Suena a lo mismo que la religión.
Solo queda adaptarse....¿o morir?
Un abrazo.
Gracias por la mención. Os dejo el enlace de un vídeo en el que se destila de qué murió la Universidad. O más bien... cierta Universidad.
ResponderEliminarhttp://mediateca.fundacion.telefonica.com/visor.asp?e7528-a14793
No tiene desperdicio.
Un saludo.
CARLOS
cuando leo estas reflexiones, siento una mezcla de rabia-con-lloriqueo y ganas de ponerme-chula-ante-el-poderoso-impune que....fffffffffffffffffffffff.
ResponderEliminarVuelve pronto a Granada! =)
Vero