Cuando uno trabaja en un servicio de salud (sea autonómico, provincial, nacional o universal) el objetivo que esta "empresa" debe buscar es, principalmente, la mejora de la salud de la población a la que atiende mediante la utilización de unos recursos que maximicen su efecto.
En España existe una estructura organizativa y de gestión que hace que para lograr estos objetivos (y algunas variables intermedias que muchos ilusamente creen que son objetivos finales) los directivos establezcan con sus trabajadores (a título individual -médicos- y a nivel colectivo -centro de salud- en el caso que atañe a mi trabajo particular-) unos acuerdos en los que se establezcan unos objetivos que de ser cumplidos redundarán en el cobro de unos incentivos económicos -mayormente- por parte de los profesionales que se afanen con éxito en su consecución.
Hasta ahí de acuerdo; el problema surge cuando un profesional (o muchos) siente (o sienten) que se le están ofreciendo unos incentivos económicos a cambio de lograr unos objetivos que no ponen el énfasis en la mejora de la salud de la población u otros parámetros similares, sino que más allá de esto vienen a plantear dilemas éticos en sus planteamientos y a incrementar las inequidades existentes entre diferentes niveles asistenciales. [ojo, esto puede suceder incluso con los médicos que más escrupulosamente cumplieran esos objetivos... estamos hablando de ética, no de operatividad]...
...y es que hay gente que utiliza la ética y la coherencia para cambiar... haciendo suya la frase de "no puedo cambiar el mundo pero sí mi micromundo. Sumatorio"...
Os dejamos con un relato de nuestro amigo Enrique Gavilán...
Acabo de venir de firmar que no me adhiero al contrato de gestión.
¿Motivos?
- No me gusta la idea de que no me sustituyan, en caso de que caiga enfermo, hasta el 8º día, según las escrituras. Ni que no paguen el acúmulo de tareas a mis compañeros en caso de que no pueda sustituirme nadie en el trabajo.
- No me gusta disponer sólo de dos días de permiso al año de formación continuada retribuídos y sustituidos. Y que no hagan distinción entre docente y discente. A estas alturas de año ya he llegado a ese límite de dos días de permiso y aún tengo 2 compromisos, para los que muy probablemente tenga que pedirme días de libre disposición para poder asistir como ponente/docente. Por ese motivo, me he visto obligado a decir que no a otras dos invitaciones a eventos en los que me hubiera gustado participar, renunciar a la idea de ir a otras tantas actividades y desplazar un curso a un sábado para poder impartirlo.
- No me gusta la idea de que me negaran el acceso a la lectura de un contrato de gestión de un servicio cualquiera de mi hospital de referencia. Sospecho que a ellos les cuenta como incentivo las primeras consultas (las que nosotros les derivamos desde Atención Primaria), y que no tienen incluídos indicadores de "calidad" de prescripción (ICP) ni programas de intercambiabilidad terapéutica (PIT), entre otras cosas.
- No me gustan los ICP, que no miran la adecuación ni miden resultados en salud, y que incentivan un uso pretenciosamente racional de los medicamentos sin tener en cuenta la prescripción inducida y sin poner coto a la sangría hospitalaria.
- No me gustan los PIT que nos animan, por ejemplo, a prescribir simvastatinas en vez de rosu o atorvastatinas, incluso en prevención primaria, sabiendo como sé que no tiene sentido utilizar ninguna de ellas para esa indicación.
- No me gusta que me utilicen para "racionalizar" las órdenes de transporte sanitario (volantes para ambulancias) incentivándonos para que no sobrepasemos un tope anual, ya que muchas de estas órdenes son para consultas de revisiones hospitalarias (encima de hacerles el papeleo a los compañeros del hospital nos contabilizan a nosotros...), y no tienen en cuenta la dispersión geográfica, el envejecimiento de la población y sus problemas de movilidad y transferencia, la ruralidad ni los problemas de transporte público (problemas estos últimos a los que no podrían perfectamente dar solución con una adecuada coordinación intersectorial).
- No me gusta que me pongan un tope de derivaciones a consulta hospitalaria y al mismo tiempo, sospecho, premien a los hospitalarios por el mismo motivo, origen esta perversión de muchos desencuentros entre niveles asistenciales que suele pagar a alto precio el paciente.
- No me gusta que me premien por adherirme a protocolos que no resuelven los problemas clínicos con los que diariamente nos encontramos y que contemplan el uso de recursos y tratamientos que en otros apartados del mismo contrato nos limitan, porque no me quiero volver loco con tantas órdenes contradictorias e incongruentes.
Podría dar alguno más, pero creo que con éstos motivos, los más significativos, es suficiente.
La mayoría de mis compañeros imagino que habrán firmado. Muchos creo que no estarán de acuerdo con ellos (otros ni se lo habrán planteado nunca), pero intuyo que no quieren renunciar a los incentivos. No juzgo a nadie, cada cual es consecuente con lo que es y con cómo se comporte. Yo, desde luego, no puedo firmar algo con lo que estoy tan profundamente en desacuerdo.
Me imagino, también, que al moribundo equipo directivo del SES le importará bien poco el que un simple médico no firme el contrato. Y los que lleguen tendrán otras prioridades que hacer caso a un pringao que no quiere cobrar los incentivos.
Por tanto, no es una medida de fuerza a lo Dr. Casado dimitiendo de su cargo como director de Equipo. Es que simplemente no puedo...
(Espero que no salga el comentario sopotocientas veces, es largo y esto me dice que el html no es aceptable, lo corto pues, gracias).
ResponderEliminarOpinión de una "paciente de profesión" de a pie una noche de verano con insomnio y gratamente sorprendida:
Me encanta, mira que me cuesta pero llevo una hora leyéndoos. Entramos ayer acá por casualidad, buscábamos el significado de la palabra "yatrogenia" en San Google y apareció vuestro blog, nos reímos (sanamente) tanto con la entrada y los comentarios que se nos pasó un poco el mal humor que traíamos puesto "del médico de turno", con el que casi vivo desgraciadamente a diario (con el mal humor, no con el médico...).
Tengo unas cuantas de "¿patologías/sintomatologías/enfermedades?"... por más años que llevo en esto no consigo comprender del todo vuestro lenguaje (en todos los sentidos posibles de la expresión) pero ayer cuál no fue mi sorpresa al darme cuenta de que la yatrogenia entendida como "Producción de efectos nocivos debido a la actuación médica y del personal sanitario en general" probablemente acabe siendo la causa última y verdadera de mi muerte o de mi internamiento en un centro psiquiátrico.
No entendáis mis palabras como una crítica negativa, ya os lo he dicho, me ha encantado el blog, ha sido todo un descubrimiento fresco, saludable y cargado de cordura y sana autocrítica, por unos minutos me he reconciliado con el género médico al que por causa de "unos pocos y su pésima e infame praxis" suelo aborrecer aunque afortunadamente goce de nobles ejemplos de todo lo contrario.
He leído varios post interesantísimos, el de la chica de las urgencias psiquiátricas, los del 15 M, el de la yatrogenia (of course) y por último el del Reiki... ohhhhhh!!!! con este he disfrutado de lo lindo y os aseguro que hace unos meses me hubiera espantado, en general las autocríticas que os hacéis son tan acertadas, ayudaría tantísimo a los pacientes y a los médicos aplicaros todo lo que comentáis... (también me gustó el video sobre la nueva dinámica de ese centro de salud de Granada)...
La gente acude al Reiki porque necesita creer que algo puede ayudarlo o curarlo como sea, porque necesita ser "escuchada y atendida" y sobre todo "creída", (pienso que diciendo esto no os descubro ningún mundo nuevo), y a lo peor hay quienes se llenan los bolsillos otorgando ese "placebo", y "más peor" si cabe: afirmando que puede "sanar" sin tener una puñetera titulación médica; estoy de acuerdo en que debéis conocer estas cosas porque sí crecen los timadores (y no soy quien para afirmar que todo el que se dedique a estas cosas lo sea, y opino que sí hay medicinas alternativas útiles, sabias, complementarias, etc...) llevar "otros conocimientos" de la mano a veces os abriría un poco más la mente no ya por los conocimientos en sí mismos sino por lo que ellos saben paliar y la medicina ortodoxa va olvidando paliar cada vez más, la privada porque en una inmensa mayoría sólo piensa en llenarse los bolsillos y la pública, desgraciadamente, porque cada vez se acerca más a los mismos motivos, creo haber entendido que muchos de los que opináis aquí aún sois estudiantes, os quejáis de que la carrera cada vez se aleja más de "la persona" o "el paciente", pues a la vista de muchos (demasiados) pacientes la profesión está incluso en el polo opuesto desde hace mucho, y peor que creer que "no curáis" es creer que podéis pero que no os da la gana o no os deja el sistema, me da lo mismo el motivo lo importante es la persona, el profesional que "se niega a firmar un contrato aunque le prive de cobrar ciertos incentivos" se puede llamar médico, el que lo firma no (estoy usando el tema para generalizar metafóricamente no de manera literal).
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ResponderEliminarLa medicina ortodoxa (y más concretamente la pública) cada vez está más llena de corporativismo, burocracia, negrura y despotismo hacia el paciente, poca integridad, nula humanidad, inexistente comprensión de sus circunstancias y en consecuencia nula implicación, falta de interés sin disimulo ni escrúpulos, continua obsesión por "cosificar" a la persona que está en frente, inexistente empatía hacia el enfermo... y así podría llevarme horas... La medicina ortodoxa de seguir así nunca conseguirá más que reírse de "los pobres imbéciles que creen en esas tonterías" desde su hermosa ventana sin ensuciarse los pies, es como la "Santa Iglesia Católica", o se actualiza o acaba perdiendo a toda la clientela (y perdón sin alguien se ofende con la comparación pero aunque haya muchas diferencias seguís sosteniendo "el santo grial" con respecto a las demás terapias más o menos alternativas, los pacientes no tenemos otra opción a la larga con reiki o sin él) y no paráis de perder puntos, cada vez os cree menos gente y me duele porque si conozco a un montón de inútiles matasanos, por cada montón conozco a un gran profesional con vocación y voluntad, a un ser íntegro que se preocupa por los pacientes y por su trabajo, no estoy ensalzando "virtudes extras", es que es lo mínimo que se le pide a un profesional de la medicina que se jacte de serlo.
Que muchos trabajáis asfixiados, oprimidos y en lamentables condiciones... es cierto a veces pero no sois una excepción, trabajar en la privada te garantiza casi siempre los "latigazos y el tam-tam" y los clientes ni siquiera te tratan "con respeto" en la mayoría de las ocasiones. Sin embargo "por defecto" al médico se le venera y se le teme, una pena por cierto pero así suele ser.
Bien, pues igual que por realizar una profesión que considero de suma importancia por encima de muchas otras por motivos tan obvios que no voy a enumerar, mereceríais tener las mejores condiciones laborables posibles opino que del mismo modo "os las tenéis que ganar" y así mismo el respeto, no seguir acomodados en el sillón de señores/as inaccesibles y poderosos sino luchando por ellas desde abajo, desde el mismo lugar del paciente.
La medicina no es ninguna ciencia exacta pero es una ciencia, y un arte, y una vocación, y un trabajo, y una afición, y una pasión, y si no lo es debería.
Estoy casi segura tras leeros un poco de que lo hacéis pero por si acaso imaginaos en alguna de las consultas que conocéis sin ser quienes sois, sin saber medicina, sin conocer a nadie... y enfermos. Probablemente prefiráis el reiki o una bola de cristal. Las negligencias que se cometen en los centros de salud, hospitales, etc, las suelen conocer mejor los que allí trabajan, los que tienen mala suerte o los enfermos crónicos. Y no hablo de negligencias tipo "cortar la pierna que no es", que también, sino las diarias como las faltas de respeto hacia los pacientes por poner un sencillísimo ejemplo.
Es como no querer almorzar en aquel restaurante cutre en cuya cocina trabajaste alguna vez para ganarte cuatro perras.
Salvando escasísimos casos y de manera íntima o privada es casi imposible encontrar un ápice de autocrítica en el "reino de la medicina", con vuestro permiso os enlazo, os seguiré en la medida de lo posible, de verdad que he disfrutado y os honra este blog (y más si llegáis a publicarme el comentario, me ha servido de "terapia", puede que después de esto hasta consiga dormir ;-)
Saludos afectuosos y encantada.
P.D.: Y gracias por haber conseguido echar al menos durante unas horas a la "yatrogenia" de mi vida.
Me repito mucho, pero nunca me cansaré de decir que la mayor perversión de la gestión por objetivos es que ésta che que se trabaje por cumplir el objetivo estadístico y no por lo que motiva al objetivo, que es lo que debería ser.
ResponderEliminarBienvenida Océano Mar. Me alegra que hayas disfrutando leyéndonos y reflexionando. Intento empatizar y comprender como te sientes y los que nos cuentas. Quiero, a pesar de los pesares,ser optimista.
ResponderEliminarSerá por mi juventud, pero creo que aún queda mucho de salud/sanidad en la que el humano (días sano días enfermo, en su continuo) es el centro; y esto es lo que todos tenemos que potenciar.
Si no fijamos un poquito de esto para caminar hacia allí, muchos saldremos corriendo antes de colgarnos el fonendo.
Y para ejemplo, ahí tienes el testimonio de el gigante Gavilán. Un gigante muy coherente y muy humano.
Encantados de leerte Océano.
Hola! y gracias! pensé que me íbais a echar de tremenda patada por enrollarme tanto :PP
ResponderEliminarMe repìto, es un placer leeros :-) ya con eso quedaba respondida pues es evidente que os preocupáis y os planteáis estas cuestiones y ya eso es todo un lujo. Que seas optimista me optimiza a mí el día y las perspectivas ;-)
P.D. 01: Quién es el Gigante Gavilán?
P.D. 02: Cómo podría copiar el html del banner sobre los 5 min. en consulta? (si es que lo compartís?
Ay! Lo siento, jajajaja, ya me he dado cuenta de quién es el Gigante Gavilán"!!
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