Es complicado encontrar argumentos de peso para justificar la exclusión del sistema sanitario (excepto urgencias, atención al embarazo y asistencia pediátrica) de los inmigrantes indocumentados. Al tratarse de una decisión política tomada dentro de un cúmulo de reformas que pretenden hacer frente a la crisis uno esperaría que los argumentos económicos fueran de peso, pero ya vimos en este blog que no es el caso (ver entrada "Desfinanciando inmigrantes enfermos: efectividad y costes") y que las estimaciones realizadas son (cuanto menos) poco concretas e irreales (ver este post de Fernando Berlín).
Dado que no tenemos argumentos de calidad, nos tendremos que quedar con los argumentos de segunda clase, de los cuales el más extendido es del de que no tenemos dinero para atender a todo el mundo y que, dado que los inmigrantes indocumentados no cotizan (olvidamos que nuestro sistema sanitario no se financia por cotizaciones a la seguridad social sino por medio de impuestos -entre los que se encuentran los impuestos indirectos que SÍ son pagados por los inmigrantes indocumentados-) no deberían recibir asistencia sanitaria. Ese argumento tiene un corolario, que es el de atacar a los médicos que han (hemos) firmado el documento de objeción de conciencia de la semfyc, diciendo que es muy fácil objetar con dinero público.
Como hemos visto en los enlaces anteriores que tal vez sea costo-efectivo utilizar el dinero público para estos menesteres, voy a comentarle a estas personas tan preocupadas con el uso que los médicos damos al dinero público 5 cositas que un médico puede hacer desde su consulta, con dinero público, que no son más que un derroche injustificado científicamente...
1. Recetar medicamentos "contra" la artrosis que no son superiores a un caramelito con un poco de agua haciendo que esto suponga un total de 10 millones de euros en el presupuesto nacional anual de farmacia... con dinero público.
2. Pedir pruebas complementarias de forma injustificada como si no hubiera un mañana, haciendo que un gran número de las pruebas pedidas supongan un alto gasto sin aportar información clínica relevante... con dinero público. (recomiendo leer "Rebajas sanitarias racionales en tiempos de crisis económica" J. Gérvas y M. Pérez)
3.Introducir novedades terapéuticas en nuestros pacientes sin que se haya probado que son mejores que los medicamentos previamente existentes y sin estar seguros de su perfil de seguridad... con dinero público.
4. Ser partícipe de corruptelas con la industria farmacéutica en forma de aumento de prescripciones a cambio de ______ ... con dinero público
5. Gestionar ambulancias, derivaciones a atención especializada hospitalaria, ortesis, leyes de dependencia, sin atender a más criterio que la demanda del paciente ... con dinero público.
Supongo que, dado que el problema no es la nacionalidad sino el gasto, los defensores a ultranza de este dinero público estarán ahora sangrando por los ojos...
Tal vez estas cosas deberían molestarnos más que el hecho de atender a inmigrantes indocumentados.
Dado que no tenemos argumentos de calidad, nos tendremos que quedar con los argumentos de segunda clase, de los cuales el más extendido es del de que no tenemos dinero para atender a todo el mundo y que, dado que los inmigrantes indocumentados no cotizan (olvidamos que nuestro sistema sanitario no se financia por cotizaciones a la seguridad social sino por medio de impuestos -entre los que se encuentran los impuestos indirectos que SÍ son pagados por los inmigrantes indocumentados-) no deberían recibir asistencia sanitaria. Ese argumento tiene un corolario, que es el de atacar a los médicos que han (hemos) firmado el documento de objeción de conciencia de la semfyc, diciendo que es muy fácil objetar con dinero público.
Como hemos visto en los enlaces anteriores que tal vez sea costo-efectivo utilizar el dinero público para estos menesteres, voy a comentarle a estas personas tan preocupadas con el uso que los médicos damos al dinero público 5 cositas que un médico puede hacer desde su consulta, con dinero público, que no son más que un derroche injustificado científicamente...
1. Recetar medicamentos "contra" la artrosis que no son superiores a un caramelito con un poco de agua haciendo que esto suponga un total de 10 millones de euros en el presupuesto nacional anual de farmacia... con dinero público.
2. Pedir pruebas complementarias de forma injustificada como si no hubiera un mañana, haciendo que un gran número de las pruebas pedidas supongan un alto gasto sin aportar información clínica relevante... con dinero público. (recomiendo leer "Rebajas sanitarias racionales en tiempos de crisis económica" J. Gérvas y M. Pérez)
3.Introducir novedades terapéuticas en nuestros pacientes sin que se haya probado que son mejores que los medicamentos previamente existentes y sin estar seguros de su perfil de seguridad... con dinero público.
4. Ser partícipe de corruptelas con la industria farmacéutica en forma de aumento de prescripciones a cambio de ______ ... con dinero público
5. Gestionar ambulancias, derivaciones a atención especializada hospitalaria, ortesis, leyes de dependencia, sin atender a más criterio que la demanda del paciente ... con dinero público.
Supongo que, dado que el problema no es la nacionalidad sino el gasto, los defensores a ultranza de este dinero público estarán ahora sangrando por los ojos...
Tal vez estas cosas deberían molestarnos más que el hecho de atender a inmigrantes indocumentados.
Me parece una gran reflexión. Por motivos humanitarios no debemos dejar a nadie sin atender, más teniendo en cuenta que por razones humanoitarias mandamos soldados a terceros paises. Pero si veo oportunos contemplarlos como algo independiente o extraordinario del gasto sanitario. Al fin y al cabo, los presupuestos se hacen vía capitativa según asegurados (ciudadanos)registrados en cada área o demarcación. Por lo tanto, de acuerdo con frenar el despilfarro en los aspectos que bien apuntas, pero sumando lo de los inmigrantes también.
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