[Hoy nos visita en este blog Carmen López-Fando... todo un placer leer este texto]
Las bicicletas están en el centro del debate público. La polémica sobre la obligación del casco en las áreas urbanas, junto con la llegada del verano (de toda la vida las bicicletas son para el verano) y el momento actual sostenido de coyuntura económica, hacen que las ciudades sean espacios fértiles para el uso de este medio de transporte.
El desafío de estructurar y organizar el medio urbano mejorando el estado de salud de los ciudadanos mediante actuaciones sobre el medio ambiente y favoreciendo estilos de vida saludables forma parte de las acciones de salud pública, concretamente promoción de la salud, cuyos objetivos fueron ampliamente definidos en 1986, en la primera conferencia internacional sobre promoción de la salud (Ottawa)
Tratar de proteger al ciudadano en bicicleta de la potencial siniestralidad exclusivamente mediante el uso del casco, sin observar otras necesidades (desde luces, hasta espacio propio, respeto y convivencia con otros actores) es una estrategia simple. Además reduce el debate amplio del porqué del posicionamiento del coche u otros vehículos a motor en el espacio público, e ignora las consecuencias de otras situaciones como la velocidad de los coches (muy interesante la iniciativa europea en este sentido: calles 30 KM/H ; podéis firmar), la contaminación, la ausencia de equidad para los distintos medios de transporte, la calidad del aire y el ruido entre otras cosas.
A mi me gusta ver que la bicicleta es un elemento transversal en las distintas políticas públicas, es medioambiente, es economía, es salud. Decía la Comisaria Europea de Medio Ambiente en el año 2000, Margot Wallström, "la mayor resistencia a la bicicleta en el medio urbano es debida a prejuicios en contra, al margen de la seguridad vial y de la geografía; las máximas resistencias son las barreras culturales".
Entiendo por tanto que estamos en un proceso de cambio cultural, como en muchas otras cuestiones. Mientras vamos superando que las bicicletas no son sólo un juego de niños ni un deporte de competición, despacio nos vamos adaptando al cambio e incorporando este nuevo elemento en nuestros espacios urbanos, observando sus riesgos y poniendo protecciones. Despacio.
Me quedo con esta imagen.
y esta frase:
"Every time I see an adult on a bicycle, I no longer despair for the future of the human race (H.G. Wells, 1866-1946)
(Gracias a Médico Crítico por este espacio)
Carmen López-Fando.
Médica de familia (y de Comunidades)
Máster en Salud Pública Internacional por la ENS (Escuela Nacional de Sanidad). Año 2010.
Las bicicletas están en el centro del debate público. La polémica sobre la obligación del casco en las áreas urbanas, junto con la llegada del verano (de toda la vida las bicicletas son para el verano) y el momento actual sostenido de coyuntura económica, hacen que las ciudades sean espacios fértiles para el uso de este medio de transporte.
El desafío de estructurar y organizar el medio urbano mejorando el estado de salud de los ciudadanos mediante actuaciones sobre el medio ambiente y favoreciendo estilos de vida saludables forma parte de las acciones de salud pública, concretamente promoción de la salud, cuyos objetivos fueron ampliamente definidos en 1986, en la primera conferencia internacional sobre promoción de la salud (Ottawa)
En concreto, la organización de los medios de transporte (conocida como movilidad) y la apuesta por la convivencia entre ellos es uno de los grandes retos del mundo actual.
La bicicleta es un medio de transporte ecológico, flexible, individual, económico y que su uso habitual en las ciudades genera efectos directos tanto para la salud individual (l@s ciudadan@s que realizan actividad física habitual disminuyen su mortalidad y carga de enfermedad) como colectiva (mejorando calidad del aire, contaminación acústica, distribución del espacio público entre otras) (ver trabajo adjunto).
La bicicleta es un medio de transporte ecológico, flexible, individual, económico y que su uso habitual en las ciudades genera efectos directos tanto para la salud individual (l@s ciudadan@s que realizan actividad física habitual disminuyen su mortalidad y carga de enfermedad) como colectiva (mejorando calidad del aire, contaminación acústica, distribución del espacio público entre otras) (ver trabajo adjunto).
Tratar de proteger al ciudadano en bicicleta de la potencial siniestralidad exclusivamente mediante el uso del casco, sin observar otras necesidades (desde luces, hasta espacio propio, respeto y convivencia con otros actores) es una estrategia simple. Además reduce el debate amplio del porqué del posicionamiento del coche u otros vehículos a motor en el espacio público, e ignora las consecuencias de otras situaciones como la velocidad de los coches (muy interesante la iniciativa europea en este sentido: calles 30 KM/H ; podéis firmar), la contaminación, la ausencia de equidad para los distintos medios de transporte, la calidad del aire y el ruido entre otras cosas.
A mi me gusta ver que la bicicleta es un elemento transversal en las distintas políticas públicas, es medioambiente, es economía, es salud. Decía la Comisaria Europea de Medio Ambiente en el año 2000, Margot Wallström, "la mayor resistencia a la bicicleta en el medio urbano es debida a prejuicios en contra, al margen de la seguridad vial y de la geografía; las máximas resistencias son las barreras culturales".
Entiendo por tanto que estamos en un proceso de cambio cultural, como en muchas otras cuestiones. Mientras vamos superando que las bicicletas no son sólo un juego de niños ni un deporte de competición, despacio nos vamos adaptando al cambio e incorporando este nuevo elemento en nuestros espacios urbanos, observando sus riesgos y poniendo protecciones. Despacio.
Me quedo con esta imagen.
y esta frase:
"Every time I see an adult on a bicycle, I no longer despair for the future of the human race (H.G. Wells, 1866-1946)
(Gracias a Médico Crítico por este espacio)
Carmen López-Fando.
Médica de familia (y de Comunidades)
Máster en Salud Pública Internacional por la ENS (Escuela Nacional de Sanidad). Año 2010.
Gracias Javi y demas medicos criticos! un placer!
ResponderEliminarFelicidades Carmen, fantástico!
ResponderEliminarMuy bien blog y escribo super informaciones differente por la tema y tu trabajo que escribiste muchas cosas todos son muy buenas y interasantes
ResponderEliminarexcursiones en estambul
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