15.6.16

Contando muertos, sin contar con los muertos.


A un 33 % los mató la homofobia.
A un 33 % la legislación sobre armas.
A un 33 % el fundamentalismo religioso, el musulmán sin duda.

Queda un 1%:

A un 0.3% los mató mahoma con el canto del corán. Así entra la letra, dijo en el último golpe.
A un 0.3% los mató un obispo. Mientras, Lorca rezaba de camino a Alfacar.
A un 0.3% los mató dios en persona: sin miedo no hay religión. It is not personal. It's business.

Se olvidó del 0.1%. Claro...

A un 0.03% los mataron los que hacen negocio con las armas.
A un 0.03% los mató el holograma de la igualdad de sexos.
A un 0.03% los hombres empeñados en negar nuestra asesina hombría.

Todo parecía listo. Pero aún quedaba vida. Un 0.01 %.
Era sólo vaho. Vaho en un lago de sangre tibia. Pero era vaho vivo. Olía a cerveza Budweiser y susurraba los últimos resultados de Hilary.

- Así nunca acabaremos se lamentan los analistas (incluidos los catecumenales).

- Tengo la solución- gritó el experto en democracia de congelador. -Hay que pesar a los muertos y ponderarlos según peso. No puede importar lo mismo un kg de muerto que algunos gramos.


Y mientras, pasaba el tiempo. El vaho ya no empañaba cristales ni olía a cerveza. Sólo quedaron tres certezas en aquella discoteca:

- Las religiones y sus delirantes dioses siguen sin aportar paz al mundo.

- Las armas siguen llenando de dinero a unos y de plomo a otros. (éstos no suelen mezclarse)

- Las sexualidades no-macho siguen siendo asesinadas mientras la (des)igualdad (tan real como dios)    es la norma.


editado - última hora
Según las últimas noticias el 100% de los muertos siguen muertos. A pesar de la opinión de los obispos, los expertos señalan que es muy probable que este dato no cambie en próximas encuestas. Los muertos se mostraron seguros de su situación. Respecto a las religiones, las armas y el género; es muy probable que la sangre siga corriendo de su mano. A veces, el poder se muestra tan seguro como la muerte.

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