28.10.12

Que un experto me ha dicho que...

Entendemos que debe ser difícil no tener ni idea sobre un tema y tener que escribir sobre él de forma que te entiendan miles de personas. Diríamos que nunca hemos sentido algo parecido, pero mentiríamos, porque los primeros años de especialidad es exactamente eso lo que uno hace, hablar sobre cosas de las que no tiene ni puta idea y encima hacerlo de forma que el paciente se entere (la estrategia de decir cuatro palabras de ocho sílabas -la mitad de esas palabras esdrújulas, por supuesto- no es válida para escapar).
El problema surge cuando para intentar solventar ese desconocimiento lo que haces es cerrar los ojos y hacer como si los conflictos de intereses no fueran algo a lo que prestar atención. Es entonces cuando se produce la situación de periodistas asisten a cursos pagados por la industria farmacéutica (ya se llame Pfizer o Boiron, lo mismo son con la diferencia de que unos hacen algunas cosas útiles y otros ninguna) para escuchar a médicos pagados por la industria farmacéutica que les dicen las cosas que la industria farmacéutica quieren que los primeros pongan en los medios de comunicación en los que escriben.
Así de sencillo, podrían comprar páginas de publicidad, pero la información disfrazada de noticia es más fácil que sea leída.

Esto no son inventos ni conspiranoias. El País protagonizó un ejemplo muy sonado, en el cual tuvo que intervenir Milagros Pérez Oliva -como defensora del lector- con un artículo llamado "Avances médicos con intereses ocultos".

En las últimas semanas el mismo periódico ha publicado dos artículos (1 y 2) (ambos con la firma del mismo profesional periodista), en los que se eleva la opinión de experto a rango de dogma, ignorando que es el último de los niveles de la evidencia científica.
Entendemos que puede ser muy atractivo intentar zanjar los temas con un "es que la Sociedad Científica de XXXXXXXgía" dice que esto es así, e incluso puede ser útil durante unos momentos, pero pierde toda validez cuando alguien te pone delante algún tipo de artículo (de esos que conforman los niveles 1, 2, 3 y 4 de la evidencia científica) ya hay que mejorar un poco la argumentación.

Uno de los artículos recientes de El País se titulaba "Mi médico dice que me vacune, pero él no lo hace".

El tema es interesante y polémico, ciertamente, pero llama la atención que no se haga ningún tipo de eco de las últimas revisiones de la Cochrane Library (uno de los referentes en lo referente a evidencia científica) -enlace a los artículos sobre gripe- ; en especial, se echan en falta referencias al artículo llamado "Influenza vaccination for healthcare workers who work with the elderly" y que, entre muchas otras cosas, dice que la vacunación de profesionales sanitarios no parece estar relacionada con una disminución de las complicaciones en sus pacientes mayores...

En un mundo en el que las noticias de los periódicos de la mañana ya quedaron obsoletas porque las vimos en twitter la tarde anterior, no puede ser que sacrifiquemos el rigor, espíritu crítico y profundidad de conocimiento por la inmediatez de la noticia.

Por cierto, todo esto me lo ha dicho un experto, lo digo por si alguien le da así mayor credibilidad a mis palabras.


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