[Con intención de reactivar la economía y la marca España andamos en reformas. Disculpen si le desahuciamos, expropiamos o simplemente le jodemos. Mientras seguiremos hablando..]

10.5.15

Acompañantes de copago.


En varios medios de comunicación hemos leído que varios hospitales concertados de Cataluña han instalado "butacas con copago" para las personas acompañantes de los/as pacientes ingresados/as, de modo que éstas deben pagar 5 euros por noche para poder reclinarlas. Esta es una iniciativa en la que el Hospital Clinic de Barcelona ya había dado sus primeros pasos hace un par de años.

Simplemente, a modo de entrada dominicotardía, queríamos comentar 4 puntos más allá del "no al copago" a este respecto.

1. Cualquiera que haya pasado unos días en un hospital ha podido saber de historias de personas ingresadas y sus acompañantes que muestran que poner barreras al acompañamiento es poner barreras a lo más básico de las relaciones personales y de apoyo entre una persona enferma y su entorno. Un clásico en las plantas de los hospitales son las parejas de septa/octo-genarios acompañándose mútuamente y sin otra red social que ellxs mismxs (con independencia de que el hecho de que solo se tengan el uno al otro nos puede parecer una barbaridad, eso forma parte de otro debate).

2. La estructura de trabajadores/as en el sistema sanitario español hace que la proporción de personal médico dentro de las plantillas de los hospitales (y centros de salud, pero estamos con los hospitales) sea muy elevada con respecto a otros países de nuestro entorno -y con sistemas similares al nuestro-. Esto hace que tanto el personal de enfermería como el auxiliar de enfermería no sobre, precisamente. Comentar aquí esto tiene relevancia porque en los hospitales las personas (mujeres, generalmente) que acompañan desempeñan un papel fundamental en los cuidados y la atención a los pacientes ingresados. La presencia de personas acompañando a los pacientes ingresados (justificada, entre otras cosas, por unas características culturales que siguen dando a lo familiar y la tribu un papel bastante central) permite que los centros hospitalarios se puedan seguir manteniendo con unas cifras de profesionales de cuidados muy por debajo de las necesidades que asegurarían una atención segura. La presencia de acompañantes es muy probable que AHORRE dinero al sistema sanitario si se analiza desde una perspectiva global (nadie gasta al día 5€ en agua del cuarto de baño o en desgaste de la butaca, que deben ser los únicos servicios de los que goza "gratuitamente" a día de hoy una persona).

3. El poder estar acompañado/a cuando se está ingresado/a en el hospital podría considerarse, hasta ahora, una prestación libre de copago (contando conque los costes indirectos de pérdida de salario y productividad los estuviéramos dando por omitidos). Este tipo de medidas llevan la mercantilización de la asistencia sanitaria a un nivel antes no explorado: los familiares de las personas ingresadas y las actividades de alta carga emocional. Cinco euros al día es muy superior al tope de 8 o 18 euros por paciente que está instaurado en la prestación de medicamentos vendidos en oficina de farmacia o que el 10% que se quería instaurar en la farmacia hospitalaria ambulatoria. Una barbaridad con alta carga de inmoralidad.

4. Los hospitales que se comentan en la noticia son hospitales CONCERTADOS. Es decir, hospitales por cuya atención las instituciones públicas pagan un dinero acordado en un contrato. Si a la ausencia total de transferencias de riesgos financieros y a la imposibilidad de gestionar el dinero público de los conciertos por estar estos blindados por unas condiciones contractuales muy bien diseñadas (bien para la empresa privada, claro) empezamos a añadir barrabasadas de este tipo, no hacemos más que seguir añadiendo -más y más- argumentos contra el sinsentido de dejar en manos privadas un servicio público fundamental, cuya gestión privada no aporta ni resultados en salud, ni menores costes, ni mayor calidad democrática en el control de sus actividades ni, como vemos, confort en ningún aspecto.


3 comentarios:

carlosmanuel dijo...

las comodities (TV, cama acompañante, habitacion individualsillon reclinable) nunca han entrado por SS , ni en hospitalers públicos ni concertados /salvo en Muface)

javierpadillab dijo...

"podría considerarse, hasta ahora, una prestación libre de copago"

Ese tiempo condicional que indica "es como si fuera". Si estuvieran incluidas por escrito diríamos "eran".

FernandoG dijo...

Si no fuese por los acompañantes, cuantos pacientes se habrían caído al suelo, se les hubiese acabado el suero sin que nadie fuese a cambiarlo..
Lo conozco de primera mano como usuario acompañante a familiares que han estado ingresados.
Por lo tanto esta medida solo nos habla de lo miserables que pueden a llegar a ser unos directivos y dirigentes consentido por los de la sanidad pública catalana..
Hoy he leído que en el Hospital de Reus van a tener que cambiar prótesis puestas a pacientes . Detenidos unos cuantos.
Lo de Cataluña puede ser el futuro en el SNS