[Con intención de reactivar la economía y la marca España andamos en reformas. Disculpen si le desahuciamos, expropiamos o simplemente le jodemos. Mientras seguiremos hablando..]

23.5.13

Firmando recetas con corbata, no con bata.

"El trabajo de un gerente sanitario es hacer cuidar a sus trabajadores y hacer que sientan bien haciendo su trabajo, siendo conscientes de que tiene un compromiso ineludible con la salud de la población a la que atiende", algo así le escuché decir el otro día a una gerente de un área sanitaria de Andalucía.

La Comunidad Valenciana ha decidido dar un paso más en el control (no entendido como supervisión sino como manejo teledirigido) de la prescripción de medicamentos instaurando los denominados "Algoritmos de decisión terapéutica corporativos". Esto consiste en decirle al médico qué medicamento debe prescribir, por ser la alternativa más eficiente, ante algunos diagnósticos y, en el caso de que el médico considere que para el paciente es mejor otro medicamento, deberá justificarlo de forma expresa.

En palabras Carlos Alberto Arenas (gerente sanitario), los algoritmos "no limitan la prescripción, ni coartan la libertad clínica como dicen algunos, sino que simplemente piden que se justifique porque se prescribe una opción menos coste eficiente al prescribir que otra. No prohíben en absoluto, pero sí controlan, ya que queda constancia del motivo en el sistema, y el facultativo tendrá que elegir entre varias opciones o una explicación libre de por qué hace prescripción distinta a la consensuada según las guías de práctica clínica que se aprueben en el algoritmo" (leer artículo completo)

Hay una cosa singular en estos algoritmos que los diferencia de otras iniciativas como las llevadas a cabo en otras comunidades autónomas (como Andalucía), y es la necesidad de justificar la no elección de la alternativa propuesta por el sistema informático. Podríamos decir que el ordenador se encarga de poner el tratamiento y si el médico no está de acuerdo tiene que intervenir para justificar el porqué de ese desacuerdo. En mi opinión hay tres puntos principales (entre otros) por los que oponerse a esta medida:


  1. Obvia los factores narrativos de la prescripción como proceso: elegir un fármaco no es algo tan sencillo como "depresión --> citalopram" o "hipertensión --> enalapril". Sería interesante saber cómo se piensan encajar los determinantes sociológicos y biográficos en la relaciónd e identidad "diagnóstico-->fármaco"... [hay gente que incluso ha hecho su tesis al respecto de esta parte cualitativa de la prescripción, para que nadie piense que esto es una excusa para huir del "control"]... porque ante la respuesta de que "siempre se puede justificar el porqué de la elecciónd e otro medicamento y prescribirlo" pasaríamos al sigueinte aspecto.
  2. Burocratiza: mientras desde el ministerio de sanidad y las consejerías autonómicas se insiste en que uno de los ejes de las reformas sanitarias es la desburocratización de las consultas, imponer un autovisado (que es lo que vendría a ser esta elección de excepciones) no es sino incrementar las trabas burocráticas en el proceso de prescripción, esto es, disminuir tiempo efectivo de consulta.
  3. Pone en el centro del problema la elección de los "gold-standard": ¿quién decide qué fármaco es el más eficiente para cada indicación? ¿las guías de práctica clínica? ¿cuáles? ¿las del NICE? ¿las del SIGN? ¿las de las sociedades científicas españolas? ¿las del Ministerio de Sanidad (entrad en ese enlace y llorad de vergüenza)? ¿los consensos -que no son sino el acuerdo ante la ignorancia-? Hay que trabajar por eliminar la variabilidad nociva pero sin llegar a uniformizar por completo la práctica clínica, porque las variaciones basadas en el razonamiento clínico/científico son un estímulo para la mejora de la práctica clínica.
Poner atención casi exclusiva en el control de la prescripción (obviando de forma casi sistemática la preocupación por la pertinencia diagnóstica, el correcto desarrollo de la entrevista clínica,...) hace pensar que: 1) se presta atención a la prescripción porque es muy fácil identificar fármaco con euros (cuando en muchas ocasiones el diagnóstico es mucho más determinante) y 2) se presta atención a la prescripción porque es fácil medir lo que se prescribe... es decir, incurrimos una vez más en el sesgo de la farola.

¿Hay que controlar el uso que se hace del dinero público? Por supuesto que sí, y siempre en este blog nos hemos mostrado incondicionalmente favorables a ese propósito... pero hay que saber cuándo uno está excediendo sus funciones y capacidades... igual que desde una consulta es imposible diseñar un plan de ordenación de infraestructuras sanitarias en una comunidad autónoma, desde un despacho es imposible posicionarse como intermediario de la relación médico-paciente en un proceso tan complejo como el de la prescripción (que, aunque lo ignoren, es longitudinal, no transversal, como las medidas que se imponen).

Sistemas de apoyo a la toma de decisiones, generación de bibliografía independiente (ojo, independiente de verdad), instauración de medidas impulsadas desde abajo -o desde el lado, como poco-,..., son medidas con las que se puede trabajar por el objetivo de lograr la excelencia en la asistencia sanitaria y la mejora de la salud de la población (en lo que se puede desde los servicios sanitarios)... pero sólo aquellas medidas que se instauren con la colaboración de los profesionales sanitarios se podrán mantener en el tiempo y utilizar para maximizar sus beneficios sobre la salud de la población y del sistema sanitario

22.5.13

Alpha Pam murió, que dimita la micobacteria


Alpha Pam murió.

¿Quién tuvo la culpa? ¿quién debería dimitir -y además dar más de una explicación y disculpa-?

--> Si la culpa es de que un profesional sanitario le negara de forma directa la asistencia tal vez debería quedar inhabilitado.

--> Si la culpa es de que un gerente organizó un servicio sanitario de manera que las personas sin tarjeta sanitaria no fueran atendidas, tal vez debería cesarse a dicho gerente.

--> Si la culpa es quien aplica una legislación central sin cuestionarla ni rebelarse, tal vez el que debería dimitir es el consejero de salud del Gobierno de las Islas Baleares.

--> Si la culpa es de quien dicta leyes que retiran el derecho a asistencia sanitaria a las personas más excluidas (excluyéndolas aún más), tal vez deberían dimitir la ministra (Ana Mato) y su secretaria general (Pilar Farjas).

En un país en el que los cargos políticos asumieran sus responsabilidades y creyeran tanto en sus actos como para ser capaces de sus errores, las dimisiones deberían empezar por arriba, afectando al menos a la ministra y el consejero de salud.

Pero en este país lo que ocurre es que se acaba cesando al colaborador necesarioel director del hospital.

Si no existieran colaboradores necesarios y fueran más los cargos "intermedios" que se opusieran a este tipo de leyes probablemente su aplicación real sería imposible y se podrían mitigar sus efectos, pero eso no hace que debamos olvidar quiénes son los verdaderos culpables de los efectos de las leyes que se dictan desde la macropolítica y cuyos efectos se sienten y padecen en la vida real.

De todos modos, lo más probable es que Martí Sansaloni (el consejero de salud en cuestión) ni siquiera quisiera cesar al director hospitalario... él habría preferido hacer que dimitiera la micobacteria que mató a Alpha Pam de tuberculosis...

21.5.13

Dando vergüenza y diciendo mentiras en la OMS: versión España

Uno tiende a pensar que cuando las altas esferas que dirigen (o que hacen como que dirigen) los sistemas sanitarios de cada país se juntan en la Organización Mundial de la Salud se llevan a cabo presentaciones llenas de erudición, datos y sabiduría.

Luego uno se entera de que Pilar Farjas (Secretaria General de Sanidad -este cargo, estando Ana Mato como ministra, equivale a ser la ministra de verdad-) llega a una reunión titulada "Oslo conference on health systems and the economic crisis" y se despacha con una presentación bajo el título de "Health system reforms during the economic crisis: challenges and opportunities for Spain" (presentación completa).

No vamos a hablar de la estética (que tela...) ni de terminar la presentación con la típica diapositiva poniendo "Thank you" (cutre hasta decir basta)... tampoco vamos a detenernos en las diapositivas intermedias con gráficas algo cocinadas -especial atención merece a la afirmación de haber conseguido un ahorro de 1000 millones de euros en el apartado de "Derechos de aseguramiento sanitario", cuando las cifras que siempre se manejaron fueron 500 millones y, además, era una cifra tan dudosa como poco argumentada en esta presentación-... saltemos directamente a las conclusiones (que no se apoyan especialmente en las diapositivas previas):



  • Sostenibilidad: hablar de sostenibilidad sin nombrar la reducción prevista de un 20% en el gasto sanitario hasta 2015 es hablar de una sostenibilidad economicista, sin tener en cuenta que los recortes lineales no garantizan ninguna sostenibilidad, sino que condenan al sistema sanitario a mayor inestabilidad, inequidad y a un futuro incierto.
  • Equidad y solidaridad: según Pilar Farjas con las reformas se ha garantizado el mantenimiento de la cobertura universal y la protección de las poblaciones más vulnerables... empezamos a pensar que hay una cierta ceguera selectiva hacia los inmigrantes indocumentados, por ejemplo. La muerte de Alpha hace unas semanas seguramente sea un ejemplo de protección a los más vulnerables... lo protegieron de la marginación favoreciendo su fallecimiento... Aunque lo más probable es que cuando alguien del gobierno actual hable de los más "vulnerables" se refiera a los fetos, dado que ya sabemos que su actitud provida termina donde empieza la vida propiamente dicha
  • Consenso: suponemos que el hecho de que comunidades como Andalucía, Asturias o País Vasco se hayan negado a aplicar muchas de las medidas que, según Farjas, garantizan el maravilloso rumbo del sistema sanitario viene a mostrar que consenso, lo que se dice consenso, no hay. 
  • Aceptación: decir que "la reforma del sistema nacional de salud tiene el apoyo de los ciudadanos" cuando cuenta con la oposición de organizaciones colegiales, asociaciones profesionales, colectivos sociales... es, una vez más, una muestra de desvergüenza o ceguera. 
  • Hoja de ruta: ahí estamos de acuerdo, la reforma del sistema tiene una clara hoja de ruta.
Nos asalta la duda de si los dirigentes del Ministerio no tienen ni idea de la realidad ni interés de contactar con ella o si simplemente la Organización Mundial de la Salud es un lugar donde uno va a hacer un homenaje a Onán contando mentiras autocomplacientes. No sabemos cuál de las dos opciones es peor.

Mientras resolvemos esa duda podemos dormir tranquilos sabiendo que si alguna vez llegamos a ser los números 2 del Ministerio de Sanidad sabremos mejorar el nivel actual de realización de presentaciones.

20.5.13

De salir un poco más hacia la comunidad: versión MIR


"Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero a mi un pajarito me contó que estamos hechos de historias" Eduardo Galeano.

Y una de las historias que nuestro amigo Juan Cervera podrá contar de cuando hizo la especialidad de medicina familiar y comunitaria es que decidió dar un paso que casi nadie suele dar e implicar a multitud de colectivos de un mismo barrio en la creación de un espacio común en el cual hablar  de (y celebrar) salud en comunidad...

Si tienes oportunidad pásate por allí... por nuestra parte no podemos más que alegrarnos de que haya gente que conciba su trabajo más allá de las cuatro paredes del centro de salud... todo un orgullo formarnos contigo, Juan.

[en unas semanas esperamos colgar por aquí una presentación de Juan relacionada con el tema y, si se anima, una "evaluación" de cómo salgan las jornadas ;)]

16.5.13

Yo de mayor quiero ser pro-muerte

Hoy que a Gallardón le hacen un escrache feminista en relación a la reforma de la ley del aborto nos surge la necesidad de declararnos abiertamente pro-muerte (en contraposición a los colectivos pro-vida y como un guiño a uno de los comentarios que nos hicieron una vez en este blog). Por resumir nuestro ideario hemos redactado los siguientes cinco puntos:


  1. Defendemos el aborto como prestación sanitaria a la que acceder de forma legal, gratuita y con controles de calidad y seguridad.
  2. Creemos que el aborto es una herramienta disponible en el caso de un embarazo no deseado (sí, de esos que también tienen un gradiente social) y que la mejor forma de disminuir su práctica (que, como toda práctica clínica tiene sus riesgos para la mujer -aunque sean riesgos menores que los inherentes al embarazo, todo sea dicho-) es mediante una visión de la promoción de la salud sexual y la salud de la mujer que mire más allá de la mera genitalidad y saque el foco hacia las causas de las causas.
  3. En contraposición a los colectivos pro-vida, a nosotros, los pro-muerte, nos preocupa notablemente el deterioro de la salud de la población ya nacida. Por ello estamos a favor de poner a los excluidos dentro del debate, dándoles protagonismo en la escena política, no solo en el fondo sino en las formas, impulsando los mecanismos de participación que vengan desde abajo.
  4. Como en un hipotético caso de conflicto materno-filial (de hijo no-nato) en lo que a supervivencia se refiere nos posicionamos del lado de la madre como  ente de decisión; para ello es imprescindible un sistema sanitario universal que haga que esos derechos a las prestaciones sanitarias no dependan de la nacionalidad o el dinero. Además, como nuestra constitución dice que el déficit es más importante que la sanidad, recordamos que limitar la universalidad NO ahorra dinero (especialmente en asistencia pre-natal, como el enlace nos cuenta).
  5. Realmente consideramos que existen muchos problemas que amenazan nuestra vida en la actualidad... el desempleo, las desigualdades, la pobreza y el riesgo de pobreza, la violencia machista, el hambre... y como colectivo pro-muerte apoyaremos la lucha contra dichos problemas por encima de un hipócrita (tarjeta de embarque a Londres mediante) "no al aborto".
Como decía Bertolt Brecht (y "versionaba" Juan Gérvas") "hay muchas maneras de matar [...] solo pocas de estas cosas están prohibidas en nuestra ciudad".

14.5.13

La importancia de los determinantes de la no-vacunación: ¿antivacunas o pobre?

Si ante un grupo de personas preguntas qué es lo que hace que exista población que no se vacune, lo más probable es que la primera respuesta que te encuentres esté relacionada con los movimientos antivacunas o con los recelos de cierta población (de forma más o menos organizada) ante posibles efectos adversos o similar. Después ya se entraría en otros argumentos relacionados con la exclusión social, las dificultades de acceso al sistema sanitario, etc.

Si uno acude a las fuentes de búsqueda bibliográfica científica habituales se encuentra conque los textos en relación a los movimientos antivacunas no se dedican a contabilizar la prevalencia del antivacunismo como determinante de la no-vacunación en una población concreta, sino que, dando por hecho su existencia e importancia, elaboran guías de comunicación científica para tratar de persuadir a esa población para que se vacune o para que vacune a sus hijos (1) (2) (3).

En cambio, si uno mira más allá e intenta ver cómo otros determinantes sociales actúan sobre la cobertura vacunal de la población, podemos encontrar algunos textos más explicativos. Son múltiples los trabajos que insisten en señalar una importante asociación entre bajo seguimiento de los programas de vacunación y clase social (4)(5)(6)(7)(especialmente relacionado con el nivel educativo de los padres, por encima de otras formas de medir la clase social) . Así mismo, también se ha visto que un mayor número de hijos en la familia se relaciona con una menor tasa de vacunación.

En Estados Unidos, entre los años 1996 y 2001 se observó también un incremento de las desigualdades en la tasa de vacunación según la raza. Las personas de raza negra presentaban menores tasas de vacunación que las de raza blanca, incrementándose las diferencia a razón del 1.1% anual durante los años estudiados.(8)

Una medida que ha demostrado ser efectiva es el desarrollo de un fuerte sistema de atención primaria (aquello de "la atención primaria es la base del sistema", pero de verdad), logrando disminuir las inequidades en el acceso a la vacunación yconsiguiendo una mejora en la cobertura vacunal.(9)

No cabe ninguna duda de que las decisiones individuales de no-vacunación pueden tener una repercusión importante en salud sobre poblaciones enteras, por lo que los movimientos de anti-vacunación podrían tener efectos a este nivel. Sin embargo, ¿cómo es posible actuar contra un problema si ni siquiera tenemos constancia de la magnitud del mismo? (10)(11)

¿No estaremos cayendo en dar una importancia mayor a aquellos determinantes contra los cuales nos sentimos más cómodos peleando (ya sea por sensación de superioridad intelectual o porque se puede hacer desde un sofá), dibujando un panorama irreal? Defendemos el uso de la ciencia y la objetividad (la subjetiva objetividad, todo sea dicho) para el abordaje de la realidad -especialmente en temas de salud- y fallamos a la hora de dar el segundo paso en dicho abordaje (el de la observación y medición de la realidad).

Los movimientos antivacunas pueden ser un problema de salud pública llegado el momento, pero a día de hoy lo son más los grupos de población excluida sin apenas acceso al sistema sanitario. El grado de exclusión es tal que nos olvidamos de ellos hasta para considerarlos un problema.



1. Poland GA, Jacobson RM. The clinician's guide to the anti-vaccionists' galaxy. Hum Immunol 2012;73(8):859-66
2. Poland GA, Jacobson RM. Understanding those who do not understand: a brief review of the anti-vaccine movement. Vaccine 2001;19(17-19):2440-5
3. Behrmann J. The anti-vaccination movement and resistance to allergen-immunotherapy: a guide for clinical allergists. Allergy Asthma Clin Immunol 2010;6(1):26
4. Stronegger WJ, Freidl W. A hierarchical analysis of social determinants of measles vaccination coverage in Austrian schoolchildren. Eur J Public Health 2010;20(3):354-9
5. Barata RB, Ribeiro M, De Moraes JC, Flannery B. Socioeconomic inequalities and vaccination coverage: results of an immunisation coverage survey in 27 Brazilian capitals, 2007-2008. J of epidemiol and community health;66(10):934–41
6. Smith, PJ, Lindley MC, Rodewald LE. Vaccination coverage among U.S. children aged 19-35 months entitled by the Vaccines for Children program, 2009. Public health reports (Washington, D.C. : 1974), 126 Suppl:109–23.
7. Topuzoglu A, Ozaydin GA, Cali S, Cebeci D, Kalaca S, Harmanci H. Assessment of sociodemographic factors and socio-economis status affecting the coverage of compulsory and private immunization services in Istanbul, Turkey. Public Health 2005;119(10):862-0
8. Chu SY, Barker LE, Smith PJ. Racial/ethnic disparities in preschool immunizations: United States, 1996-2001. Am J Publich Health 2004;94(6):973-7
9. Mosquera, P, Hernández J, Vega, R, Martínez J, Labonte R, Sanders D, San Sebastián M. The impact of primary healthcare in reducing inequalities in child health outcomes, Bogotá-Colombia: an ecological analysis. International journal for equity in health;11:66. doi:10.1186/1475-9276-11-66
10. Gangarosa EJ, Galazka AM, Wolfe CR, Phillips LM, Gangarosa RE, Miller E, et al. Impact of anti-vaccine movements on pertussis control: the untold story. Lancet. 1998;351:356–61.
11. Jansen VA, Stollenwerk N, Jensen HJ, Ramsay ME, Edmunds WJ, hodes CJ. Measles outbreaks in a population with declining vaccine uptake. Science. 2003;301(5634):804.

8.5.13

Respuestas para el hombre, dinero para mi.

Hoy vi este anuncio en la televisión:



Habitualmente hago como si el anuncio no hubiera existido, pero en esta ocasión decidí entrar en la página web que se promocionaba en el anuncio: https://www.respuestasparaelhombre.com/

En dicha página web se dan informaciones publicitarias sobre la disfunción eréctil y la hiperplasia benigna de próstata. El aspecto promocional especial llega en el apartado de "prepara la consulta con el médico"; en él se enfatiza en todo momento que ambos procesos tienen tratamiento farmacológico y se invita a los hombres a que pidan a su médico que intervenga farmacológicamente.



Los síntomas (presentes o ausentes) relacionados con la esfera sexual siempre han sido objeto preferente de la acción de la "concienciación sobre enfermedades" (disease awareness, una variedad de la "promoción de enfermedades" o disease mongering)

Hace unos meses pudimos ver en prensa un anuncio "concienciando" sobre el cáncer de próstata y su tratamiento... ese anuncio tuvo que ser retirado por no cumplir la legislación vigente en la Unión Europea al respecto de la información sanitaria sobre medicamentos que se permite que la industria farmacéutica de a la población.

La única intención de estos anuncios es pervertir la evidencia científica para incrementar las ventas. Las campañas de salud pública no se hacen invitando a los ciudadanos a que le pidan a su médico tratamientos farmacológicos... especialmente cuando estos no son la primera opción terapéutica.

Recomendamos la lectura de "The fight against disease mongering: generating knowledge for action", de Ray Moynihan -publicado en PLoS-


7.5.13

Diputadas, aborto voluntario y clase social





Ese tweet de Alberto Garzón narra una de las frases de Beatriz Escudero, diputada del Partido Popular en el congreso de los Diputados y encargada de defender la postura de su partido ante una propuesta del PSOE sobre la Ley del aborto. (1)

El contexto de esta frase, como se puede leer en la red, es el de un discurso PartidoPopular-style en el que cualquier argumento es válido para dibujar una imagen en la que el aborto es una decisión individual tomada por mujeres sin recursos intelectuales para hacer otra cosa más que abortar como si ese fuera su método anticonceptivo. Este planteamiento, además de ser una barbaridad ética y estética, pasa por alto las grandes desigualdades de clase que existen a la hora de pasar por la realización de una interrupción voluntaria del embarazo.

Por una vez tenemos datos de nuestro país -de Barcelona, en este caso- para hacer esta afirmación (2). Entre los años estudiados, entre las mujeres de con menor nivel de estudios se produjo un mayor incremento del número de embarazos no deseados, así como de la tasa de abortos voluntarios. Además, son estas mujeres las que presentan una mayor probabilidad de tener relaciones sexuales sin anticoncepción efectiva.

Dicho esto, podríamos afirmar que poner barreras al acceso a la interrupción voluntaria del embarazo sería una medida que afectaría negativamente de forma muy especial a las mujeres que quisieran hacer uso de esta prestación y tuvieran un menor nivel de estudios. Mientras el Partido Popular dice defender a unos desfavorecidos (el feto) lo que hace es generar medidas que agreden a otros desfavorecidos -esta vez sin cursiva- (las mujeres de clase social baja).

Con la imposición de barreras al acceso a las prestaciones sanitarias, en general, y a las relacionadas con la salud reproductiva de la mujer, en particular, nos encontramos en una encrucijada donde confluyen diversos ejes de desigualdad.
El estudio que hemos citado afirma que el incremento en los embarazos no deseados y en la tasa de abortos voluntarios es mayor en (cita los siguientes ejes de desigualdad que podéis ver en la imagen): mujeres (género) con nivel bajo de estudios (clase social), jóvenes (edad) y, especialmente, si son inmigrantes (etnia).

Ahora... ¿que el partido en el Gobierno quiere reducir el número de abortos? Aquí proponemos algunas medidas que sí han probado su efectividad al respecto:

- Mejora del acceso de la población a métodos anticonceptivos asequibles (tanto en precio como en disponibilidad). Financiación pública de anticonceptivos orales (a poder ser que no sea el que más efectos adversos tenga)
- Mantenimiento y freno a la destrucción de las redes de atención y planificación familiar.
- Desarrollo de planes de educación sexual en entornos cercanos a la comunidad, con metodología horizontal y participativa.
- Prestar atención a las causas de las causas a la hora de plantear un abordaje de un tema como este.

Hemos intentado buscar estudios acerca de la relación entre la tasa real (no la "legal) de abortos voluntarios y la rigidez de las legislaciones la respecto. Existen datos indirectos que podrían indicar que unas leyes menos permisivas con el aborto voluntario no disminuyen las tasas de realización de abortos sino que lo que hacen es desplazarlas hacia prácticas menos salubres y más inseguras (ya sabéis... la percha y tal).

En medicocritico apostamos por leyes sobre el aborto que lo contemplen como un derecho dentro de un marco de salud reproductiva de la mujer, favoreciendo su realización de la forma más accesible y cercana como sea posible a su entorno, impulsando el aborto farmacológico como método igual de efectivo pero menos agresivo (ver post "Aborto farmacológico: características generales y experiencias de uso en Atención Primaria").




(1) Nuestra postura respecto al aborto se puede ver en estos tres posts: 1) Un aborto con el médico vestido de payaso 2) El aborto del aborto y 3) El síndrome post-aborto: una mentira repetida mil veces...

(2) Perez G, García-Subirats I, Rodríguez-Sanz M, Díez E, Borrel C. Trends in inequalities in induced abortion according to educational level among urban women. J Urvan Health 2010;87(3):524-30 [enlace al texto completo]

Cuando la participación empieza por una consulta


Estos días tiene en Madrid una consulta por la sanidad pública bajo la pregunta "¿Está usted a favor de una sanidad de gestión pública, de calidad y universal, y en contra de su privatización y de las leyes que lo permiten?"(1).

Algunos han llamado "antidemocrático" a este acto de consulta popular, pero si vamos un paso más allá tal vez deberíamos preguntarnos: ¿participa la población en la confección de nuestro sistema sanitario? ¿por qué no se integran modelos de participación ciudadana continua -más allá de los votos cada cuatro años- que permitan a los gobiernos saber qué servicios públicos quiere priorizar la población?

En un momento en el que se toman decisiones buscando la rentabilidad en el corto plazo (para poder pasar por encima de objetivos de déficit y demás convenciones económicas) se toman decisiones que pueden ser legales pero están desvestidas de toda legitimidad al llevarse a cabo marginando el proceso de participación social. Es necesario articular mecanismos de respuesta colectiva participativa, real, influyente y que pueda ser evaluada. Una participación que permita responder de forma informada y colectiva a la pregunta "¿qué sanidad nos podemos permitir? ¿ante qué otros componentes del gasto público queremos priorizarla? ¿cómo vamos a conseguir configurar ese sistema sanitario?" (2).

Dejar de pensar lo público como aquello perteneciente al Estado (viéndolo en tercera persona inerte) y empezar a pensar lo público como aquello común, perteneciente al ciudadano (con una concepción amplia del concepto de ciudadanía, claro está) es el único camino para que la construcción de los servicios públicos no sea una tarea inútil.

Esta mañana el consejero de sanidad de la Comunidad de Madrid ha hablado de la consulta por la sanidad pública calificándola de "parodia". Parodia es tomar decisiones sobre los trabajadores sin hablar (ni escuchar) con los trabajadores. Parodia es utilizar los mecanismos de poder público para impedir acciones de protesta y propuesta. Parodia es ser el sucesor de una saga de consejeros con claros intereses personales en la privatización de la provisión sanitaria y negar que esos conflictos de intereses hayan influido en algún momento en la confección de la gestión de la sanidad madrileña. Parodia es que los datos que fundamentan tus decisiones estén construidos con plastilina. Parodia es que en el momento de los últimos 80 años en el que mayor movilización colectiva y participativa está habiendo nos permitamos el lujo de darle la espalda y minimizar su significado, su acción y sus sugerencias... y es que...

... parodia eres Tú.



(1) yo habría quitado lo de "de calidad", porque nadie se va a posicionar en contra de la calidad del sistema sanitario, en cambio en contra de la gestión pública y de la universalidad del sistema sanitario está claro que ya hay quien se ha posicionado.
(2) muchas de estas ideas surgen a partir de algunos puntos de la intervención de Joan Josep Artells en el IX Simposio de la Sociedad Española de Atención al Usuario de la Sanidad, con el cual tuve la suerte de compartir mesa de debate.

6.5.13

Morirán muchos más

Morirán muchos más. La historia de Alpha no será la última (de hecho, seguramente no sea la primera).

Habrá quien diga que no esperaban que nadie muriera por culpa de la maldita ley, pero había pruebas empíricas que apuntaban que negar la asistencia sanitaria de rutina a los inmigrantes indocumentados aumentaría la morbilidad por tuberculosis y el riesgo de incrementar los contagios. (Asch 1994)

Habrá quien diga que con estas medidas se iban a ahorrar muchos euros para poder alargar esas vidas de otra manera, pero había experiencias previas que apuntaban a un aumento de los costes económicos -por no hablar de aquello a lo que nos cuesta más poner cifras- por culpa de la restricción de acceso al sistema sanitario para los inmigrantes indocumentados. (Lu 2000)

Habrá quien diga que otros países de nuestro entorno dan menor asistencia aún, que no podemos "gastarnos el dinero que no tenemos" y argumentos similares, pero lo que está claro es que en España vamos hacia atrás, restringiendo la universalidad de nuestros servicios públicos siguiendo una hoja de ruta nada arbitraria (McKee 2011, Cuadra 2012, Bilal 2012)

Morirán muchos más, y no es casual que el primer caso que haya trascendido tenga a la tuberculosis como intermediario letal. Pero durante el tiempo que tarde en saltar a los medios de comunicación la nueva víctima del RD16/2012 otras víctimas de la no asistencia pueden estar sufriendo la exclusión sanitaria que convierte un derecho en un muro. Aunque algunas comunidades autónomas intenten paliar los episodios puntuales de petición de asistencia sanitaria por parte de aquellos que no tienen tarjeta sanitaria, las barreras se sitúan mucho antes, dado que la gente no acude al servicio sanitario por miedo a que la negativa a la petición de consulta vaya más allá y se convierta en una denuncia a las autoridades.

Menos público. Menos gratuito. Menos de calidad y, sobre todo, mucho menos universal.


Otras lecturas recomendadas:

- ¿Por qué los ricos deben preocuparse por la salud de los pobres?
- Desfinanciando inmigrantes enfermos.
- Destruyendo el sistema con una hoja de ruta.


2.5.13

El SNS, modelos de aseguramiento, provisión y prestación de servicios

Dentro de un par de horas tendré la oportunidad de participar en el IX simposium de la Sociedad Española de Atención al Usuario de la Sanidad (SEAUS) [consultar programa] en una mesa titulada "El SNS, modelos de aseguramiento, provisión y prestación de servicios".

Os dejo aquí  la presentación que utilizaré, aunque espero poder colgarla en un par de días con audio y comentarios sobre el discurrir del resto de intervenciones.