[Con intención de reactivar la economía y la marca España andamos en reformas. Disculpen si le desahuciamos, expropiamos o simplemente le jodemos. Mientras seguiremos hablando..]

25.2.09

De "psiquiatría empastillada", reflexión, autocrítica y abogacía del diablo

Empiecen disculpándome el ladrillo y el, como siempre, exceso de carga personal en lo que hoy vengo a contarles. Padilla interpretará, no sin parte de razón, que lo que quiero es hablar de mi pastillero ahora que hace mucho que no hablo de mi libro. Igual es eso.

Les propongo un juego si se hallan (o han hallado) en el curso de un tratamiento mental, uno que no (sólo) se de a pacientes que oigan voces: mencionen la palabra psiquiatría en cualquier contexto perimédico y en menos de 30 segundos, con una p<0,05, su interlocutor habrá mencionado el tratamiento que usted toma a cuenta de la indicación por la que lo toma, y dirá que tanto prescribirlo como tomarlo es una gilipollez.

Proceso entonces: “presuponer que ese tratamiento, por el hecho de que se recete a mansalva y lo consuma mucha más gente de la inicialmente calculada, es erróneo, sí que es una gilipollez”. O a lo mejor presuponerlo no es una gilipollez, pero a mí me irrita. Porque a cada uno que le he escuchado que qué chorrada tomar pastillitas para los problemas de la vida me habría gustado saltarle los dientes y que después me gangoseara la respuesta a qué hacer y como apañármelas sin ellas más allá de tontiletanías como "déjate de tonterías, blablabla". Porque, amigos jugadores, les va a resultar complicado encontrarse alguien que no critique que los psiquiatras den tantos fármacos y sin embargo se callarán como putas si les preguntas a bocajarro qué se supone que tienes que hacer en vez de tomarlos. Si acaso, les soltarán un par de dedicatorias de carpeta, de las del colegio. Chachi, e hipercientífico.

“La psiquiatría está muy empastillada” me ha dicho hoy un profesor, el doctor C, a mi pregunta tangencial sobre salidas profesionales. No es cuestión de confundirse, profeso auténtica admiración por este hombre, de mayor quiero ser como él y hacía tiempo nadie me cautivaba tantísimo en un aula. Y sin embargo zas, mencionar "psiquiatría", 30 segundos y perlas del tipo “la psiquiatría está empastillada”, “a cualquiera por cualquier gilipollez le mandan ____ (¡bingo!)” blabla. ¿es que acaso tienes algo mejor para mí, gilipollas?

Y divago y no puedo sino acordarme de lo que me muy irrita escuchar “la tontería esa de no comer se la quitaba yo de dos hostias a esa niña” escuchado másqueamenudo en contexto médico y no médico respecto a la anorexia. Y el consiguiente “y tú qué coño sabrás, imbécil” que me surge. Y el chirriar de los dientes de escuchar a quien no tiene puta idea de lo que habla. Y el agradecer las muchas horas de leer blogs de anoréxicas (en vez de horrorizarme y denunciarlos a sus servidores para que los cierren como hacen (hacéis) la mayoría) hasta intentar entenderlas, y de leer las conclusiones de no-médicos-pero-buenos-observadores al respecto como las de Diana Aller (les muy recomiendo les echen un ojo). Hasta haberme preocupado antes por contextualizarme y empatizar que de hacer mi juicio de valor con mi superioridad moral de “eso son tonterías, tonterías que yo no haría nunca porque soy demasiado inteligente”.

Y entonces el silogismo sigue solo, el muy cabrón, y me recuerdo una y mil veces diciendo algo (que, bytheway, sigo pensando): la fibromialgia no existe. Y es cierto que basta con haber visto a x fibromiálgicas en consulta para reconocer la actitud, la cara, el discurso, el lenguaje corporal, el entorno corresponiente, y todo. Y entonces me pregunto si no debería preguntarme que quién soy yo para negar y dar por hecho, y solo por un gold standard ridículo (que lo es), ridiculizar el servicio que pueda estar haciendo.

La psiquiatría está empastillada y es una mierda, bien, ¿tengo algo mejor que ofrecer, más allá de repetir letanías vacías y dedicatorias de carpeta? No, ¿no? igual mejor cierro la boca.

La fibromialgia no es una enfermedad sino una caja garantizada para laboratorios, y es una mierda, bien, ¿tengo algo mejor que ofrecer? No, ¿no? igual mejor cierro la boca.

Me patea el hígado que los laboratorios hagan cajas astronómicas con aquello que no se maneja bien, que es difuso, que depende tanto y más de percepciones subjetivas. Me patea Mucho el hígado. Pero hasta qué punto tengo derecho a hacer prevalecer que me patee el hígado a que haya gente que se siente mejor gracias a ese empastillamiento, gente a la que yo no tengo nada que ofrecer a cambio, más allá de mi exquisita moralidad de sillón, sin una vida de mierda que se me transforme en dolores crónicos como a esas pesadas cuya enfermedad no existe, etc etc.

Nos quejamos, y seguiremos quejando de la walmartización de la salud, del convertir la salud en un negocio, de cómo y cuánto afectan las modas a algo que debe ser guiado exclusivamente por la ciencia y cuyo fin es el bienestar. Pero me pregunto si en nuestro común camino nos paramos a ver cuántas incoherencias (como las del sistema del que nos quejamos) cometemos. Porque ¿y si esa walmartización, esos términos del negocio con el que unos pocos se están lucrando, esas modas, son mejores que lo que nosotros estamos ofreciendo, purismo, palabrería y toneladas de paso-de-comprender-algo-tan-tonto-como-lo-tuyo?

No es esta la conclusión que quiero sacar, pero en ciertas ocasiones no puedo evitarlo. Convénzanme, ruego. Este lado del espejo no me gusta.

23.2.09

Genericos



Merece la pena gastar unos minutos en ver este artículo del blog saludyotrascosasdecomer sobre los genéricos...para aprender las cosas según son, y no según algunos creadores de Mentiras quieren que sean...

22.2.09

residentes, urgencias, Andalucía, aberraciones.

El martes pasado, la SAMIUC (Sociedad Andaluza de Medicina Intensiva, Urgencias y Coronarias) emitió un comunicado (noticia acerca del mismo aquí) acerca de la reforma de las urgencias que pretende el Ministerio de Sanidad (y las respectivas consejerías autonómicas) con respecto al papel de los residentes en los servicios de urgencias, y que se debería llevar aplicando desde hace un año (aunque en Andalucía se emitió una moratoria para comenzar a aplicarla durante la primera mitad de 2009).

En dicho decreto viene a decirse que los R1 no podrán dar altas sin que estas sean también visadas por escrito por adjuntos del servicio de urgencias...y sobre esto es acerca de lo que la SAMIUC ha emitido un (lamentable) comunicado. En dicho comunicado dice una maravillosa afirmación como la siguiente:


- La supervisión por parte de los Adjuntos de Urgencias no constituye un simple visado administrativo, sino que requiere reevaluar otra vez al paciente y refrendar la historia clínica y los datos recogidos por otro médico (el R1), por seguridad del enfermo, con lo cual se enlentecerán inevitablemente las Consultas y aumentarán las demoras y la ineficiencia y por consiguiente las quejas y reclamaciones de los usuarios. En este sentido, las experiencias de supervisión llevadas a cabo por algún hospital (Torrecárdenas, Almería) de nuestra Comunidad, en el régimen actual y con las plantillas existentes, confirman dicha previsión y demuestran que es absolutamente inviable.


En este párrafo (cuyas negritas son mías) se produce un acto de cinismo inaudito, en el cual se afirma que si los adjuntos tienen que vidar las altas deberán revisar lo escrito en la historia por seguridad del paciente....en cambio...viene a decir elípticamente que si no tuvieran que visar las altas esa seguridad del paciente importaría un poco menos porque no habría por qué revisar lo que se escribe... si las urgencias funcionan ahora tan bien y los pacientes están tan bien tratadas, ¿por qué preocuparse de tener que visar unas historias que estarán perfectamente realizadas dado que no parecen ver problema alguno en el actual funcionamiento de los residentes? ¿por qué en muchos hospitales los residentes suponemos la mayoría del personal laboral durantes las tardes, noches y fines de semana? ¿por docencia o porque es el horario que nadie quiere?.

Al principio de la residencia me creía lo de la docencia en urgencias, ahora sólo me creo la docencia en urgencias de mano de algunos profesionales que se dejan la propia vida porque ello sea así, porque el sistema en si me ha dicho una vez más lo que somos: mano de obra a buen precio (más allá de la calidad del trabajo que realicemos, que como siempre es lo de menos).

21.2.09

Mi primer taco de recetas



El otro día encontré un papel en el que hace unos meses anoté cúales habían sido los fármacos que había recetado en mi primer taco de 100 recetas rojas (pensionistas) y verdes (activos)...

Recetas rojas (pensionistas).

- 17 paracetamol.
- 11 ibuprofeno.
- 10 amoxicilina-clavulánico.
- 8 metoclopramida.
- 7 lactitol.
- 6 fosfomicina.
- 6 diclofenaco.
- 5 prednisona.
- 5 dexclorfenhiramina.
- 5 ciprofloxacino.
- 4 furosemida.
- 4 amoxicilina.
- 4 codeína.
- 3 tramadol.
- 3 carvedilol.
- 2 omeprazol.

Recetas verdes (activos).

- 28 paracetamol.
- 14 ibuprofeno.
- 12 amoxicilina.
- 9 amoxicilina-clavulánico
- 9 tramadol.
- 7 diclofenaco.
- 6 ciprofloxacino.
- 5 diazepam.
- 4 lorazepam.
- 3 codeína.
- 2 omeprazol.
- 1 ranitidina.


Resumiendo, analgésicos, antiinflmatorios, antibióticos y poco más...
...y casi ningún protector gástrico... muy a pesar de la creencia poblacional...(incluyendo como "poblacional" a gran parte de la población médica)

20.2.09

Sobre sedaciones...

Como ya comenté, estos días (semanas y meses -2-) vago por un hospital de pluripatológicos, lo que implica que mis pacientes tienen (por lo general), más de 80 años y su estado de salud es bastante deplorable.

Un tipo de paciente bastante frecuente es aquel que tiene alguna enfermedad que avanza galopantemente y que podría ser atajada con una operación pero cuyo organismo no soportaría de ninguna manera la anestesia necesaria para dicha intervención.

El otro día tuvimos a una paciente de este tipo; llevaba unos días con muchísimo dolor y su estado general se deterioraba por segundos; aquel día, al pasar visita, su única vía de comunicación con el exterior era el quejido de dolor, no había otro contacto con el exterior; Dolor.

El Médico (este hombre se merece una o más mayúsculas) planteó a la familia la situación (cuya irreversibilidad ya sabían desde los días anteriores) y les comentó la posibilidad de sedarla (morfina, midazolam y agitar según arte). La familia accedió, o mejor dicho, lo agradeció.

La paciente falleció tres días después. La familia lo agradeció, lo Agradeció. Nosotros les agradecimos la cercanía a la paciente.

Por aquellos días comenzaba con nosotros a rotar una residente de psiquiatría (que también rotan por allí para ver el manejo de pacientes (principalmente con demencia) en un contexto de pluripatología) y cuando estábamos escribiendo en la carpeta de cada paciente su evolución me preguntó acerca de la legislación en torno a la sedación...

...

...

en ese momento me di cuenta de que ni se me había pasado por la cabeza; en todo momento me había parecido algo tan natural como darle un antihipertensivo a un paciente con una crisis hipertensiva o un broncodilatador a un bronquítico que se está ahogando.

De momento han sido pocos los casos de sedación que he presenciado (y en los que he tomado parte de forma más o menos directa), todos ellos con gran naturalidad y siempre con el protagonismo de la familia, por supuesto... un claro signo de que cuando se amplifican los problemas en los medios de comunicación se pierde la verdadera perspectiva de la realidad.

...otro tema que tratar sería el de la llamada "limitación del esfuerzo terapéutico"...que no es lo mismo aunque se encuadre en el mismo lugar... pero eso lo dejaremos para otro capítulo...