[Nota del autor: en este artículo se habla de provisión privada y financiación privada dependiendo del aspecto que estemos tratando. En cada lugar se reseña para no caer en equívocos, aunque haya factores que parezcan compartir]
En los últimos días aparecen defensores y detractores de los modelos de gestión privada de los servicios sanitarios. A partir de la observación detallada de patrones de argumentación hemos podido notar que los argumentos en defensa de la gestión privada se parecen mucho a las razones dadas para defender las virtudes de la homeopatía... veamos:
"A mi me va bien".
Partir de experiencias individuales (y además, propias) para argumentar sobre procesos complejos es, además de un error científico, un insulto a la inteligencia ajena de aquel que intenta argumentar con la observación y análisis sistemático de la suma de experiencias (ciencia, vaya).
Si basara la toma de decisiones en mi vida en que a mi me va bien, podría decir cosas como "desde que utilizo subrayadores naranjas para estudiar no me he resfriado nunca" y deducir que existe relación causal entre ambos sucesos.
"Es que la homeopatía/los modelos de gestión privada no los puedes evaluar como al resto de medicamentos/modelos de gestión".
Compartimentalizar e intentar crear diferencias ficticias que imposibiliten la evaluación de aquello indefendible es otro de los clásicos argumentales. La contraposición habitualmente utilizada enlaza con el argumento anterior (el "a mi me va bien") aludiendo a que lo verdaderamente importante es la experiencia individual no medida sistemáticamente. Como ejemplo, podemos ver en la imagen un mensaje mío de twitter y la respuesta de la cuenta del Modelo Alzira
A lo que respondí:
"Estas son mis evidencias científicas... aunque no sean científicas".
Los fundamentos bibliográficos a los que habitualmente se acude para defender la homeopatía son débiles desde el punto de vista de resultados y ridículos desde el punto de vista metodológico... (un buen post que no deberíais dejar de leer es el de "Los diez mejores chistes de la homeopatía", del blog Fogonazos).
Cuando he pedido bibliografía que sustente (tanto a priori como una vez evaluados los resultados a posteriori) he sido remitido en varias ocasiones a esta página (http://www.modeloalzira.com/bibliografia.php). Como podéis observar, no hay artículos revisados por pares y entre los autores de los documentos se encuentran entidades tan independientes y faltas de conflictos de intereses como FAES, Fundación Bamberg o IDIS.
¿Quién es la población diana? Adinerados con problemas leves-moderados.
Es mítico el vídeo sobre cómo sería un hospital de urgencias homeopático; la frase de la que nos queremos hacer eco -de nuevo-
Está bien, dejas morir al paciente con cáncer o con problemas cardíacos... o bronquitis, gripe, viruela o sarampión. Pero, cuando alguien llega con un ligero malestar indeterminado, o un problemita de ansiedad... O simplemente con más dinero que sentido común... ahí estarás tú. Con básicamente una botella de agua en la mano... y una gran factura en la otra.
Y ¿qué tiene que ver la sanidad privada con esta frase?...
- "ligero malestar indeterminado, o un problemita de ansiedad": las coberturas sanitarias de la población con seguros sanitarios privados no se dirigen, por lo general, al abordaje de los problemas graves de salud, sino a complementos que, por ser de una relación coste-efectividad controvertida (o por una mala gestión, también sea dicho), no son cubiertos por la sanidad pública. Datos interesantes a este respecto se pueden encontrar en artículos como "Impact of comorbidity on the individual's choice of primary health care provider" donde, literalmente (tras pasar por mi filtro traductor) dice "Este estudio muestra que la probabilidad de elegir un médico de familia público frente al privado aumenta con la edad y la comorbilidad de los individuos".
Funciona igual y además no tiene efectos secundarios.
La teórica ausencia de efectos secundarios en la homeopatía (que lo que tiene, principalmente, es una ausencia de efectos primarios) comparte un concepto con la teórica ausencia de daños de la gestión sanitaria privada: el coste de oportunidad.
Mientras se está invirtiendo dinero público para la gestión privada, estamos dejando de invertirlo en un modelo de gestión que, según los datos disponibles, parece que nos ahorra unas cuantas muertes con unos parámetros de eficiencia iguales o mejores.
Y todo esto... con dinero público.
Emprender con capital propio es mucho más difícil si no tienes la red del Estado bajo tus pies para arreglar tus desaguisados y tranquilizar a aquellos a los que los riesgos les pongan nerviosos.
En este artículo de la OMS (Public-private partnership for hospitals) se pueden observar varios ejemplos de fiascos económicos ligados a la "exitosa" gestión privada [mención especial para el Modelo Alzira en la página 3].
Decía Rafael Correa en una conferencia en Sevilla hace unos días que la mayor amenaza contra la propiedad privada era la nacionalización de las pérdidas de las empresas privadas (que no deja de ser sino un expolio de fondos de la población para transferirlos a entidades privadas con ánimo de lucro)... en España somos expertos en ello.
*el título de este post es una adaptación de un título de Rafa Cofiño en un post de su blog que no sé precisar. La idea del post surgió de un tweet ajeno, como todo.
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