Madrid, 4 de abril, ministerio de sanidad y (mucho) consumo, primera jornada de elección de las plazas del MIR.
Número de plazas de ginecología elegidas: 27
Número de hombres: 9
Número de mujeres: 18
Afortunadamente la tónica general en la ginecología actual (en lo que a residentes que comienzan la especialidad se refiere) es que las mujeres ocupen la mayoría de las plazas de mujerología (que viene a ser lo que "gine" significa), pero no siempre esto ha sido así. Actualmente puede verse como la grandísima mayoría de los servicios de obstetricia y ginecología de los hospitales están encabezados por hombres que forjaron sus conocimientos médicos en aquella época en las que las mujeres no desempeñaban otro papel mucho más allá que el de ser sacos de niñ@s y amas de casa...
Podría pensarse que, al ser la medicina una ciencia debe estar de por sí "desideologizada", por lo que poco importa los profesionales que la hayan ido ejerciendo porque habrán ido tomando aquellas decisiones que cientificamente eran mejores para sus pacientes. Exactamente he aquí el problema: varones decidiendo lo que era médica y vitalmente mejor para las mujeres de su sociedad, pero sin tener conciencia (porque es biológicamente imposible) de lo que las decisiones médicas repercutían en la realidad de la mujer.
La ginecología y obstetricia va más allá de diagnosticar un tumor o tratar una infección; además, los ginecólogos y obstetras son los encargados de hacer progresar la Salud reproductiva de las mujeres. Decisiones sobre anticoncepción, aborto, medicalización de la menopausia,..., no se pueden tomar desde un punto de vista falocéntrico, sino que deben estar centradas en la mujer (y eso no quiere decir "hombres decidiendo lo que es mejor para las mujeres", sino mujeres llevando el peso de las decisiones que las atañen).
Obviamente esto no quiere decir que no deba haber hombres ginecólogos y obstetras, simplemente es una llamada a la discriminación positiva necesaria en ciertos momentos de nuestro camino. Hay hombres con mayor interés por mejorar la salud global de las mujeres que muchas mujeres, pero la labor de empoderamiento femenino no debe basarse en sujetos excepcionales, sino en colectivos sólidos y con una fuerte base social. Dice Daniel Innerarity en su libro "El nuevo espacio público" (altamente recomendable) que en las sociedades democráticamente maduras no es necesario que los colectivos estén representados por sus miembros para que se luche por sus derechos...nuestra sociedad aún no ha alcanzado ese momento, ni madurativamenta ni a nivel de conocimiento sobre las realidades ajenas a la propia...tal vez en algún momento el género no será importante en el desempeño de ninguna profesión, en mi opinión, aún no llegó ese momento.
Número de plazas de ginecología elegidas: 27
Número de hombres: 9
Número de mujeres: 18
Afortunadamente la tónica general en la ginecología actual (en lo que a residentes que comienzan la especialidad se refiere) es que las mujeres ocupen la mayoría de las plazas de mujerología (que viene a ser lo que "gine" significa), pero no siempre esto ha sido así. Actualmente puede verse como la grandísima mayoría de los servicios de obstetricia y ginecología de los hospitales están encabezados por hombres que forjaron sus conocimientos médicos en aquella época en las que las mujeres no desempeñaban otro papel mucho más allá que el de ser sacos de niñ@s y amas de casa...
Podría pensarse que, al ser la medicina una ciencia debe estar de por sí "desideologizada", por lo que poco importa los profesionales que la hayan ido ejerciendo porque habrán ido tomando aquellas decisiones que cientificamente eran mejores para sus pacientes. Exactamente he aquí el problema: varones decidiendo lo que era médica y vitalmente mejor para las mujeres de su sociedad, pero sin tener conciencia (porque es biológicamente imposible) de lo que las decisiones médicas repercutían en la realidad de la mujer.
La ginecología y obstetricia va más allá de diagnosticar un tumor o tratar una infección; además, los ginecólogos y obstetras son los encargados de hacer progresar la Salud reproductiva de las mujeres. Decisiones sobre anticoncepción, aborto, medicalización de la menopausia,..., no se pueden tomar desde un punto de vista falocéntrico, sino que deben estar centradas en la mujer (y eso no quiere decir "hombres decidiendo lo que es mejor para las mujeres", sino mujeres llevando el peso de las decisiones que las atañen).
Obviamente esto no quiere decir que no deba haber hombres ginecólogos y obstetras, simplemente es una llamada a la discriminación positiva necesaria en ciertos momentos de nuestro camino. Hay hombres con mayor interés por mejorar la salud global de las mujeres que muchas mujeres, pero la labor de empoderamiento femenino no debe basarse en sujetos excepcionales, sino en colectivos sólidos y con una fuerte base social. Dice Daniel Innerarity en su libro "El nuevo espacio público" (altamente recomendable) que en las sociedades democráticamente maduras no es necesario que los colectivos estén representados por sus miembros para que se luche por sus derechos...nuestra sociedad aún no ha alcanzado ese momento, ni madurativamenta ni a nivel de conocimiento sobre las realidades ajenas a la propia...tal vez en algún momento el género no será importante en el desempeño de ninguna profesión, en mi opinión, aún no llegó ese momento.
7 comentarios:
Has elegido un tema bastante polémico, tanto que no tengo una opinión bien definida al respecto, porque, hablar de punto de vista masculino aplicado a la medicina de la mujer puede ser entendido de muchas maneras diferentes.
Pero mejor las opiniones en directo, que escribiendo respecto a este tema es fácil pillarse los dedos. :)
Mucha, mucha suerte para mañana.
y un ejemplo perfecto de "en las sociedades democráticamente maduras no es necesario que los colectivos estén representados por sus miembros para que se luche por sus derechos" es que el que firma el artículo es por encima del rol social en el que le tallaron, una persona, capaz de empatizar (o de saberse incapaz de empatizar) con.
en breve hablaremos en este diario de la medicalización del parto y el encarnizamiento terapéutico con la mujer, en especial en lo que al embarazo se refiere.
y en esa ocasión, igual que en esta, la mayoría de quienes lean se formarán una opinión más-lejana-de-la-realidad-imposible cuando vayan por la segunda línea, entiendiendo dogmatismo donde sólo hay un canto a la escucha, y al respeto.
que mi amadísima Itzíar Ruiz Jiménezme permita parafrasear su cuento:
de siempre se ha podido representar al médico y al paciente con dos máscaras (imagínenlas africanas). la del médico tiene una boca muuuy grande, y unas orejas diminutas. la del paciente (para mí usuario), por el contrario, tiene unas orejas enormes y una boca minúscula. ambas máscaras se distorsionan más aún cuando se trata de la relación ginecólogO(se entiende como ginecologO también a aquella mujer ginecóloga que piensa y actúa como sus maestrOs le han inculcado...)-usuaria, él ni siquiera tiene orejas, ella ni siquiera tiene boca.
el final feliz del cuento no es que las boca del médico empequeñezca ni que lo hagan las orejas del usuario. es que las facciones viciadamente empequeñecidas crezcan hasta equilibrarse.
un final feliz que incluya mujeres que paren como quieren, que no se consideren "vaciadas" cuando las despojen de míseros tejidos, que incluya obstetras que no se ríen mientras cuentan en clase como la recién parida se queja de los puntos, que no nos enseñe anestesistas que hablan de "pinchar a gordas" o "pinchar a las jodías", que no incluya "pero si cuando te lo hace tu chico bien que te gusta" durante una queja por dolor en una citología...
pero sólo uno de cada cien entenderá ese cuento. los demás sólo verán fanatismo, quizá hasta una moda. ganas de llamar la atención, o de tergiversar el mundo.
háganse un favor. bajen un rato del tren, al apeadero, y hablen con los lugareños. quizá sus orejas crezcan, y ya no tengan que llevar inclinada hacia atrás la cabeza para compensar el peso de esa todopoderosa boca.
Ahora sí, que acabo de verlo en la web del ministerio, muchas felicidades por tu plaza, Javier.
Bienvenido a la ciudad de la luz, (hoy llueve, pero es una rareza).
Es un tema que no he pensado mucho, pero tras una breve reflexión se me ocurre:
Que la mayoría de ginecólog@s hayan sido en su mayoría hombres no cabe duda de que ha influido negativamente en los protocolos de actuación, toma de decisiones y en la investigación ginecológica. Que esto se deba a la historia machista de la humanidad (que por suerte está evolucionando) también me parece un hecho a asumir.
Por otra parte creo más importante centrar el debate en qué tipo de formación extra debería llevar a cabo un hombre que quiera llevar a cabo la especialidad que en asumir que sea mejor o peor que más o menos hombres o mujeres la elijan. Se me ocurre: cursos sobre violencia de género, feminismo, cursos centrados en conocer cómo vive la mujer la menstruación, embarazo, etc
Al hombre, por no ser mujer (asterisco para todos los estados indiferenciados o cualquier otra forma de concebir el sexo propio) le cuesta más empatizar con la paciente. También hay mujeres que porque tienen el periodo, van al ginecólogo y no les duele que les maniobren con el espéculo, etc no entienden que haya otras a las que les duela (y en la FJD hemos conocido alguna de éste tipo...).
La capacidad de empatizar creo que trasciende el tipo de especialidad, y que en una sociedad "iso-chista" que deshiciese el desequilibrio de género actual, éste mismo debate se confundiría con el de cualquier otra especialidad.
Por lo tanto y resumiéndome (que me enrollo demasiado): no me importa el número de hombres ginecólogos, si no que los que haya sean ginecólogos formados en los fallos históricos y actuales que han hecho que la mujer esté en un segundo plano socio-económico y que han modificado sin duda los protocolos y toma de decisiones.
Antes de dar mi opinión acerca del tema me gustaría que echarais un vistazo al artículo que hoy publica El País acerca del tema:
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Quiere/objetar/aborto/Registrese/elpepusoc/20080411elpepisoc_1/Tes
Habla sobre la necesidad de establecer una legislación basada en elaborar una ley de plazos y de esta forma eludir la farsa, en ocasiones, del tercer supuesto ( problemas físicos o psíquicos para la mujer ) que es una forma absurda de hacer lo que pensamos que es más lógico y coherente que llamarlo X o tercer supuesto.
Estoy de acuerdo en el cariz machista que tienen muchos, muchísimos!! servicios de ginecologia-obstetricia en nuestro país, sea por motivos historicos como bien apuntais, bien por el predominio masculino de los servicios.
Afortunadamente los tiempos van cambiando, la sociedad deja de ser la de la postguerra y aunque queda mucho por andar nuestra generación puede dar muestra de la renovación de ideas que tanto se echa en falta.
En cuanto a si la decisión sobre la interrupción del embarazo debe ser exclusiva de la mujer se me plantean dudas, veamos si podeis ayudarme.
-¿ Que papel tendria el progenitor en todo este asunto ?
Si, si, Gineco-logia es el tratado sobre la mujer pero los asuntos relacionados con la reproductividad y planificacion familiar competen a TODA la sociedad, responsable por supuesto, hombres y mujeres, transexuales y generos indiferenciados.
-¿ Hasta cuando regular la voluntad de la mujer si su decisión fuera la única acerca de su progenie, hasta despues del embarazo inclusive?
-¿ Es el embarazo un proceso equiparable a otro físico como un tumor, infección o defecto morfológico ?
Direis obviamente que no ¿ pero no necesitaría una regulación especial por tanto que difiera a éstos? y en este caso ¿ De qué forma ?
Creo que no estoy siendo inflexible en mi opinión y mis dudas no tratan de parecerse a la mayéutica de Sócrates para convenceros, son dudad reales.
Cada vez estoy más convencido de que hay que cambiar la legislación actual que nunca ha sido acertada, debemos conocer la opinión de las protagonistas de esta historia que es la más relevante, pero la decisión debe gestarse ( nunca mejor dicho ) unánimemente por la sociedad, orientada por expertos/as médicos objetivos con sentido común que sean capaces de ver los problemas que la sociedad demanda resolver al respecto
Bueno, el tema del aborto probablemente mereciese otra entrada en el blog, pero me limitaré a dar mi opinión sobre algunas cosas.
Sobre la decisión de la mujer en la progenie: si bien creo que moralmente deben participar ambos en la opinión de abortar o no, no creo que ninguna ley debiese impedir un aborto porque el hombre se oponga.
En el sentido opuesto (no querer abortar cuando el hombre quiere), me parece que se plantea un problema a tener en cuenta. Con la poca ley que sé, tener un hijo implica que los progenitores han de cuidarlo (emocional, económicamente, etc), por lo que: ¿por qué iba una mujer a decidir sobre el hijo que no un hombre no quiere tener?
Si bien creo que el hombre no debe decidir sobre si la mujer debe o no tener un hijo, no veo nada claro que sólo resida en la mujer la decisión de tener un hijo una vez embarazada. Me parece un tema delicado que no se debería pasar por alto.
Todo esto creo que pone de manifiesto que no puede regularse como un proceso biológico cualquiera. Habrá que hablar más del tema :)
(nota: añado a mi anterior comentario que no digo que el hombre deba decidir sobre que la mujer tenga que abortar, si no que de no estar de acuerdo en la decisión de continuidad del embarazo, las leyes deberían defenderle de las futuras responsabilidades adquiridas: tener un heredero más, tener que pasar manutención, etc)
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