[Con intención de reactivar la economía y la marca España andamos en reformas. Disculpen si le desahuciamos, expropiamos o simplemente le jodemos. Mientras seguiremos hablando..]

30.3.12

Viejos, pobres: sobráis (Fdo. Gobierno de España)

El Roto
Lo siento, señora, hicimos lo que pudimos, pero es que usted no cabe aquí.
¿Que no quepo aquí? ¿dónde?
Aquí en nuestro mundo.

"La ley de dependencia no es viable, se hará lo que se pueda", y lo que se pudo fue recortar el 100% del dinero destinado por parte del Gobierno. Hay quien podría pensar que lo que se pueda ha resultado ser poco, pero en realidad no es así. Es mucho.

Mucho el valor que hay que tener para establecer de forma tan clara las prioridades en cuestión de Asuntos Sociales. No suelo ser muy amigo de hablar desde mi perspectiva individual porque siento que mi visión del (de mi) mundo es tan sesgada como otra cualquiera, pero creo que no puede haber profesional sanitario -especialmente de los que visitan los domicilios, esto es, médicos, enfermeras y trabajadores sociales del ámbito de la atención primaria y la salud mental- que no se deconstruya por dentro al ver esta medida.

Lo que no es viable es abandonar la ley de dependencia, no es viable socialmente. La conjunción de envejecimiento de la población y precarización laboral (que hace que la gente tenga que trabajar más horas y trasladarse de ciudad) hace que las políticas encaminadas al cuidado de las personas mayores (especialmente aquellas con menos recursos) cobre especial relevancia.

Ahora vendrán las privatizaciones totales de los centros sociosanitarios para personas mayores (las residencias, vaya) y la consiguiente precarización de los cuidados allí dispensados (de algún sitio tendrá que sacar la iniciativa privada la rentabilidad a esos centros... y la gente no tiene capacidad de hacerlas rentables pagando más...). Toda decisión esconde la búsqueda de un modelo.

Un asco de modelo.


[el anecdotario del tipo "yo conocía a una que cobraba la ley de dependencia y...", déjenlo para otro día... para el día en el que la anécdota importe]

27.3.12

Luchando por pirámides de base quebrada.

by pkuczy 

Mientras los mayores juegan al ajedrez (o la ruleta rusa) a los niños nos dejan el juego de la oca.

Es entonces cuando unos se dedican a tomar acciones que definen qué tipo de sistema sanitario quieren para su país:

- En Estados Unidos, jueces del Tribunal Supremo dice que la reforma sanitaria pretendida por Obama atenta contra la libertad individual de los ciudadanos estadounidenses (según el Wall Street Journal; en realidad eso es lo que dicen los periodistas que dicen algunos jueces... habrá que ver por donde tira la cosa...), consignada en la constitución de dicho país. Obama pretendía por ley que todo ciudadano estadounidense tuviera la obligación de firmar una póliza de seguros con una aseguradora médica (y hacer que éstas posibilitaran que todo el mundo pudiera contratarla) -a grandes rasgos-. Podríamos decir que era una forma de intentar extender el aseguramiento sanitario sin que las aseguradoras saltaran al cuello del que tomara esta decisión.

- En el Reino Unido se ha aprobado el "Health and Social Care bill" ; se comienza, de este modo, a desmontar un sistema sanitario que más allá de sus características concretas tenía un poder simbólico en Europa y que ahora abre la puerta hacia una autopista de cambios que parece ser guiada por el mercado [N.A: el mercado es aquel que nos guía con esta destreza desde hace unos años, lo conocéis, lo sé]. De todos modos, no se puede hablar de esto sin leer a Sergio Minué en su blog.

- En España, en concreto en su capital, Madrid, se inaugura el noveno hospital de gestión privada de la "era Aguirre"; la gestión sanitaria del gobierno de esperanza Aguirre siempre se ha empeñado en poner la libertad de elección como piedra angular del sistema sanitario, definiéndola como uno de los valores nucleares del sistema que busca.

Sucede, paradójicamente, que en España una de las palabras más repetidas por los políticos a la hora de hablar del sistema sanitario es equidad, que a efectos prácticos puede estar alejada de un sistema basado en el individualismo o la libertad de mercado/elección.

Una vez definidas las bases de nuestro sistema sanitario tal vez podamos pasar a debatir cómo llevarlo a cabo, de momento parece que el discurso y los actos tomaron caminos distintos.


---paralelamente, nosotros sigamos entretenidos con el copago, haciendo válido el dicho de que "cuando el sabio señala la Luna, el tonto mira al dedo"; llegará un momento en el que ganaremos la batalla del copago, pero no tendremos ningún sistema sanitario sobre el que no copagar.---

26.3.12

Leyes que no sirven para nada

LEY 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios. 
TÍTULO 1: DSIPOSICIONES GENERALES. 
Artículo 3: Garantías de independencia. 
6. a efectos de garantizar la independencia de las decisiones relacionadas con la prescripción, dispensación, y administración de medicamentos respecto de intereses comerciales se prohíbe el ofrecimiento directo o indirecto de cualquier tipo de incentivo, bonificaciones, descuentos, primas u obsequios, por parte de quien tenga intereses directos o indirectos en la producción, fabricación y comercialización de medicamentos a los profesionales sanitarios implicados en el ciclo de prescripción, dispensación, y administración de medicamentos o a sus parientes y personas de su convivencia. Esta prohibición será asimismo de aplicación cuando el ofrecimiento se realice a profesionales sanitarios que prescriban productos sanitarios. Se exceptúa de la anterior prohibición los descuentos por pronto pago o por volumen de compras, que realicen los distribuidores a las oficinas de farmacia, siempre que no se incentive la compra de un producto frente al de sus competidores y queden reflejados en la correspondiente factura.


Ahora bien... en serio... ¿en qué momento desde el 26 de julio de 2006 y ahora se ha cumplido esto? Si alguien sabe qué parte de la película nos hemos perdido, por favor, que nos lo explique en los comentarios.

21.3.12

Profecías autocumplidas vol. 7, cap. 849 (no, aún no es un post sobre la huelga)

De los creadores de “el mundo debería estar llevado quinceañeros (todo funcionaría igual de mal pero estomagaría menos)” y “me temo que he visto demasiadas veces el vídeo de Loewe” llega: “a ver si porque paulo coelho exista no nos vamos a poner a veces sensibleros los demás”.


En las calendas de algún mes del invierno (nuclear) de 2005, enero, febrero, o alguna obscenidad fría por el estilo cayó nieve iterativa y perseverante (cual retrasado mental) hasta densocuajar y parecer por un segundo que de verdad estábamos en un país europeo.

Al llegar a la sacrosanta Facultad de Medicina de la UAM (arrodíllense) generatriz de ambivalencia afectiva do las haya, amén de constatar que esa ¿leyenda urbana? de que la estructura es una copia de una cárcel finlandesa podría tener cierta base real; un sector de subnormales decidimos quedarnos jugando con la nieve. A costa, de hecho, de una falta en anatomía II con lo que ello implicaba (si no lo sabes, alégrate). Total, para otro día anodino más, por qué no jugar a niño soriano de la posguerra (bueno, con pantalón largo).

En algún momento, víctimas de un arranque de ramanujínea originalidad los 5 ó 6 pazguatos sorianos decidimos hacer, sí, agárrense al teclado, va a sorprenderles, un muñeco de nieve. Quedó medianamente aparente y con ánimo expansivo (cual reclutas maniformes camino del prostíbulo de área) decidimos bajarlo en parihuelas al aulario.

Abrimos la entrada delantera de la clase de primero, donde una humanoide de laboratorio trataba de contar algo de unas proteínas; empujamos nuestra escultura y vociferamos desde atrás “¡saluden al erasmus finlandés!”. Los cientoypico asistentes interrumpieron la clase, vitorearon y aplaudieron con beneplácito de la bioquímica docente que les llamó al orden mientras carcajeaba franca, durante los no llega a treinta segundos que dejamos dentro al gélido monumento a la originalidad. Lo sacamos, dejamos que la clase siguiera y nos largamos con, insisto, menos de un minuto de retraso y franco mejor humor en los asistentes (dígame usted, láminas beta o un muñeco de nieve. Tic-tac tic-rm).

Ufanos y alcanzando la manía psicótica nos lanzamos a la clase de tercero (los pobres desgraciados de segundo estaban en un sótano, rodeados de cadáveres como todas las mañanas de aquel año) y empujamos al ya algo húmedo muñecajo al aula, de nuevo por la puerta delantera. Me asomé más que en la ocasión anterior y pude comprobar como el profesor, de anatomía patológica para más señas (humor y diversión a raudales, sí), lanzaba una mirada displicentérrima mientras seguía leyendo el powerpoint sin inmutarse. Persistió el silencio sepulcral en el aula y sólo alcancé a ver a un tipo en la primera fila (uno que era un gilipollas, encima) esbozar media sonrisa mientras seguía copiando apuntes.

Ríete tú de olanzapinazos para bajar manías. Con chafamiento nivel “yo creía en los reyes magos y en 2004 voté a zapatero” observamos la cristalizatio de lo que hacen dos años de FM-UAM con el humor de los rebaños.

Hoy licuonevaba en el camino a Leganés y recordé esta historia. Decidí contarla porque me hallo en una fase marengo-laboral en la que cualquier otro intento de escribir se me atasca en los dedos y convierte en padrastro (y mira, no, que una es una señorita). Al redactarla sin embargo no he podido evitar pensar que meter bolas de nieve apiladas con bufanda en un aula es una memez. Y sin embargo recuerdo que me hacía gracia, y, por si lo fueran a atribuir a la edad, había gente en aquella escena bastante mayor de lo que soy ahora que también se rió y pudo sacarse por unos segundos el palo del culo. Et pourtant.

Supongo que, al final, el sistema siempre gana.

20.3.12

La regla de rescate y el lenguaje mesiánico

Imagen de pkuczy


Tenemos un problema de épica y lenguaje; en realidad, es el lenguaje el que tiene un problema con la épica. Resulta que tenemos médicos y medicamentos que salvan vidas, algunas de ellas mediante maniobras de resucitación, no tenemos conocimiento de que multipliquen los panes y los peces o separen mares a su paso, pero todo se andará.

Y es que si los términos en los que se plantean los debates aluden directamente a características sobrenaturales es complicado que la razón y la ciencia entren en contacto con lo argumentado en algún momento. Surgen estos pensamientos a raíz de un ejercicio de reflexión sobre la "regla de rescate" partiendo de un comentario de JM Abellán en Gestión Clínica y Sanitaria titulado: "La 'Regla del Rescate' no puede guiar el establecimiento de prioridades sanitarias" (página 23).

La llamada "regla de rescate" consiste, básicamente, en la tendencia innata a "rescatar" (o asistir) aquellas vidas que identificamos individualmente, en situación de peligro inmediato, sin reparar en los gastos que esto pueda suponer para el sistema sanitario.

El artículo sobre el que trata el comentario de JM Abellán es "Public healthcare allocation and the Rule of Rescue", donde se comenta la decisión del NICE de no incluir la regla de rescate dentro de los supuestos que se han de considerar a la hora de reembolsar (financiar) una prestación sanitaria.

Se dice en el artículo que "El papel que corresponde a los poderes públicos es asegurar la imparcialidad y la equidad al equilibrar los intereses de individuos anónimos".

En una situación en la que el mantenimiento de un sistema sanitario público, universal y gratuito es un reto (a la par que un deseo), es necesario que, para conjugar decisiones políticas y evidencias científicas, los beneficios y virtudes de las tecnologías sanitarias (ya sean diagnósticas, terapéuticas, rehabilitadoras,...) sean expresados de forma que:
  1. Sean comparables entre ellas para poder priorizar aquellas que más beneficio reportan a la población en general suponiendo un menor coste de oportunidad (esto es, no malgastando dinero que podríamos utilizar en otras cosas que reportaran más salud a la población).
  2. Esa información redunde en una mejora de las decisiones políticas y clínicas, intentando no revestirla de magufería (resucitar y salvar vidas no son más que otra versión del lenguaje magufo del "equilibrar energías" y "limpiar auras") que puedan llevar a confundir recortes con desfinanciación selectiva y racional (supresión de la financiación de aquellas tecnologías/medicamentos que no aportan rentabilidad diagnóstica/terapéutica a nuestra población).

14.3.12

¿Tratamos peor a los pacientes pobres?

O de por qué me siento más agusto si el paciente al que trato no es una persona sino un espejo.

Cuando uno viaja y en el lugar de destino se encuentra conque hablan su mismo idioma o le recibe alguien con quien se identifica en apariencia suele sentirse acogido y con sensación de ser bien tratado (más allá del contenido de la relación).

Lo que no sabe uno es que cuando va al médico ocurre lo mismo, en ambas direcciones. No sólo el paciente se siente más cómodo cuando el médico que lo trata reúne unas ciertas características que lo hacen pertenecer a "su mismo grupo", sino que el médico también es más propenso a tratar mejor (a dar más información, más apoyo emocional y atender mejor las demandas del paciente) cuando éste reúne unas características determinadas.

Me despierto hoy con un artículo llamado "The social gradient in doctor-patient communication" (1), que viene a complementar un artículo leído recientemente ("Racial/ethnic discrimination in health care: impact on perceived quality of care")(2) y enlazado en otra ocasión en este blog. Merece la pena destacar algunos aspectos de estos artículos:

El gradiente social

Como bien explica Javier Segura en su blog "Salud pública y algo más" (del que merece la pena leerlo todo, pero especialmente el curso sobre desigualdades sociales en salud). las desigualdades sociales en salud no es algo que se de solamente entre ricos y pobres, sino que podría decirse que cada estrato social tiene un nivel de salud más bajo (peor) que el estrato que está inmediatamente por encima de él, sin ser necesario que los del estrato inferior sean "pobres" o carezcan de acceso a servicios básicos (atención sanitaria, vivienda, agua potable, alimentación,...).

Un ejemplo muy gráfico se puede observar en la sigueinte gráfica, extraída del artículo "Child survival IV Applying an equity lens to child health and mortality : more of the same is not enough" (3) y que muestra las tasas de mortalidad en menores de 5 años en diferentes países del mundo. Se puede observar que las diferencias se presentan a lo largo del ascender (o descender)en la escala socioeconómica.
  

Un ejemplo más cercano se puede encontrar en el post de Javier Segura sobre el informe Black, del cual rescatamos la siguiente imagen: 



¿Tratamos los médicos de forma diferente a los pacientes de baja clase social? [los estudios clasifican la clase social, generalmente, basándose en nivel de estudios, renta u ocupación laboral]

La respuesta no sólo es que SÍ, sino que además es que los tratamos peor. como se puede ver en el primer artículo que citamos, los médicos damos a los pacientes de baja clase social menos información sobre diagnóstico y tratamiento, contestamos menos a sus preguntas y tomamos en cuenta su opinión de una forma menos determinante a la hora de diseñar un plan de cuidados o tratamiento. Les damos menos apoyo emocionaly realizamos una entrevista clínica más dirigida, en la que están más presentes aspectos biomédicos y se dejan a un lado otros componentes más sociales (sí, por paradójico que parezca lo psicosocial de las personas de clase más alta nos parece más importante... será nuestra forma de ver en las historias clínicas una revista del corazón en potencia). En cambio, sí que dedicamos más tiempo a la exploración física de los pacientes de baja clase social (algo bueno tenía que haber en este compendio de datos).

¿Hay otros factores además de la clase social que determinen nuestro comportamiento?

El médico se muestra de esa forma en el encuentro con el paciente principalmente por la forma que tiene el paciente de comunicarse con él. Se ha visto que los pacientes de baja clase social tienden a hacer menos preguntas y a mostrarse menos proactivos en su relación con el médico que los de alta clase social. Eso determina, en gran medida, la actitud del médico, pero no justifica que éste no sea consciente de esta situación y haga lo posible por solucionarla.

Los pacientes de baja clase social padecen más enfermedades crónicas y presentan niveles más bajos de alfabetización sanitaria;estos dos aspectos, conjuntamente con el hecho de que las personas de baja clase social tengan una cierta percepción de falta de control sobre sus propias vidas favorece que la relación médico-paciente quede desviada por completo hacia las decisiones del médico, no introduciendo al paciente en el diseño de un plan de decisiones compartidas propio de un enfoque de medicina centrada en el paciente.

Entonces, ¿ha de cambiar algo el médico en esta relación?¿seguimos igual?

Reproduzco (traducido) dos párrafos del artículo que me ha parecido especialmente acertado:

Los médicos debe ser conscientes de las diferencias que presentan en la comunicación de información y en la implicación de los pacientes de bajas clases sociales, así como de las causas que subyacen a estos comportamientos. Es importante que los médicos presten atención a las actitudes que toman frente a los pacientes y se muestren conscientes de cómo sus sensaciones y sentimientos pueden influir en su comportamiento; un comportamiento que es percibido por los pacientes. Deben tomar en consideración la posibilidad de que conscientes o insconscientes estereotipos pueden influir en sus comportamientos, así como en la forma de afrontar las relaciones interpersonales.
[...]
Los médicos necesitan habilidades de comunicación y tiempo de consulta, además de conocimiento de sus pacientes, para determinar en qué momento, con qué enfermedades y en qué nivel los pacientes desean ser involucrados en la toma de decisiones.


1. Verlinde E, De Laener N, De Maesschalck S, Deveugele M, Willems S. The social gradient in doctor-patient communication. International journal for equity in health. 2012;11(1):12. Available at: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22409902. Accessed March 14, 2012.
2. Sorkin DH, Ngo-Metzger Q, De Alba I. Racial/ethnic discrimination in health care: impact on perceived quality of care. Journal of general internal medicine. 2010;25(5):390-6. Available at: http://www.pubmedcentral.nih.gov/articlerender.fcgi?artid=2855001&tool=pmcentrez&rendertype=abstract. Accessed March 1, 2012. 
3. Victora CG, Wagstaff A, Schellenberg JA, et al. Child survival IV Applying an equity lens to child health and mortality : more of the same is not enough. The Lancet. 2003;362:233-241. Available at: http://www.who.int/maternal_child_adolescent/documents/pdfs/lancet_child_survival_equity_lens.pdf

13.3.12

Vacunando cérvix impolutos

Ya se han cumplido tres años de la polémica introducción de la vacuna contra algunos tipos del papiloma humano en España (y en algunos de sus calendarios vacunales). Dicha introducción estuvo revestida de bastante polémica, llegando a movilizar a miles de profesionales relacionados con el mundo sanitario y pacientes pidiendo una moratoria para su introducción en nuestro país.

Eran muchos los argumentos que se exponían, pero sobresalían dos principalmente:

1. Las cifras de incidencia de cáncer de cérvix en España son muy bajas y los casos que se presentan están relacionados, en su gran mayoría, con el no seguimiento de los programas de diagnóstico precoz (las citologías pertinentes); este menor seguimiento se observa principalmente en población de clases socioeconómicas más desfavorecidas. [todo esto, junto con otros datos más en relación con medicalización y mujer se pueden encontrar en el imprescindible texto de Roberto Sánchez al respecto]

2. El elevado precio de la vacuna hacía que se produjera un elevado coste oportunidad (el dinero invertido en vacunar no se invierte en otros programas sanitarios con un beneficio potencial más elevado).


En los EEUU la vacuna comenzó a comercializarse en el año 2006, y en marzo de 2010 se publicó en el Journal of American Medical Association (JAMA) un artículo titulado "Gardasil, from bench, to bedside, to blunder" (que vendría a ser -traducción libre- algo así como "Gardasil (que es el nombre comercial de la vacuna): del laboratorio al paciente metiendo la pata". En este artículo se analiza la distribución por Estados de la cobertura vacunal y se relaciona con la mortalidad por cáncer de cérvix (lo que podríamos considerar "la necesidad de la vacuna") y los ingresos promedio (utilizan la mediana) en cada hogar.


La gráfica de la izquierda (A) nos dice que se vacunaron más en aquellos estados en los que la mortalidad por cáncer de cérvix era más baja antes de la introducción de la vacuna (esto es, que la vacuna no tiene nada que ver porque no ha habido tiempo para ello -y, adivinando, poco que ver tendrá-); esto es, no se vacunó la gente que más lo necesitaría (y donde la vacuna, cuya efectividad estaba cuestionada, mayor beneficio potencial tenía) y se vacunó más la población que menos lo necesitaba.

En la gráfica de la derecha (B) se observa que se vacunaron más aquellos estados con una renta promedio más elevada y las cifras de vacunación fueron menores allá donde los ingresos también lo eran.

Si esto ocurre en EEUU lo cierto es que obtener datos de países como Sierra Leona o Uganda, donde realmente la vacuna del papiloma podría tener un lugar en las políticas de salud pública, debe ser desolador.

Concluyendo, no sería mucho atrevimiento afirmar  que, a día de hoy, el cáncer de cérvix, poblacionalmente, es una enfermedad de pobres y que la vacuna se comporta como un entretenimiento medicalizador para ricos.

9.3.12

Ubicándo(n)os


Después de 10 días en Madison (Wisconsin) mi madre ha tenido a bien preguntarme hoy que qué es lo que estoy haciendo aquí. Y como a las madres hay que responderle a las preguntas, qué menos que dedicar una entrada del blog para ello:

Desde hace 4 años se viene llevando a cabo en el Population Health Institute de la School of Medicine and Public Health de la Universidad de Wisconsin [algún día indagaré sobre lo maravilloso de que "Public Health" tenga entidad propia en el nombre de la facultad... me Encanta] un proyecto llamado SHOW (Survey of the Health Of Wisconsin -el equivalente sería "Estudio de la salud de Wisconsin") que recoge datos de la población de Wisconsin relativos a variables sociodemográficas, acceso a servicios sanitarios, estado de salud, condiciones del entorno del individuo/población,... [ahí dejo el enlace para quien quiera indagar; la metodología viene bien recogida y desarrollada en: Nieto FJ, Peppard PE, Engelman CD, et al. The Survey of the Health of Wisconsin (SHOW), a novel infrastructure for population health research: rationale and methods. BMC public health. 2010;10(1):785.].

¿Y qué pinto yo aquí? Pues la pregunta no es mala. Durante estos dos meses voy a tratar de estudiar qué relación guardan las características sociodemográficas de la población estudiada con el tener o no un médico habitual (regular physician) -que aquí suele ser médico de familia o médico internista- y si esto determina de alguna manera el nivel de percepción de la calidad asistencial. Los datos con los que trabajo son los recogidos en el SHOW.

Para ir recogiendo la bibliografía revisada al respecto, dejo aquí unas cuantas referencias. Si alguein quisiera alguno de los artículos... en la columna de la derecha está mi dirección de e-mail:

1. Sorkin DH, Ngo-Metzger Q, De Alba I. Racial/ethnic discrimination in health care: impact on perceived quality of care. Journal of general internal medicine. 2010;25(5):390-6. Available at: http://www.pubmedcentral.nih.gov/articlerender.fcgi?artid=2855001&tool=pmcentrez&rendertype=abstract. Accessed March 1, 2012.
2. Shreffler KM, McQuillan J, Greil AL, Lacy NL, Ngaruiya C. Odds of having a regular physician and perceptions of care: ethnic patterns for women ages 25-45. Family medicine. 2009;41(4):271-6. Available at: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19343558.
3. Rodríguez M a, Bustamante AV, Ang A. Perceived quality of care, receipt of preventive care, and usual source of health care among undocumented and other Latinos. Journal of general internal medicine. 2009;24 Suppl 3:508-13. Available at: http://www.pubmedcentral.nih.gov/articlerender.fcgi?artid=2764043&tool=pmcentrez&rendertype=abstract. Accessed March 1, 2012.
4. Macinko J, Starfield B, Shi L. Quantifying the health benefits of primary care physician supply in the United States. International journal of health services : planning, administration, evaluation. 2007;37(1):111-26. Available at: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17436988. [éste es imprescindible]
5. Perez D, Ang A, Vega W a. Effects of health insurance on perceived quality of care among Latinos in the United States. Journal of general internal medicine. 2009;24 Suppl 3:555-60. Available at: http://www.pubmedcentral.nih.gov/articlerender.fcgi?artid=2764040&tool=pmcentrez&rendertype=abstract. Accessed March 1, 2012.
6. Weissman JS, Stern R, Fielding SL, Epstein a M. Delayed access to health care: risk factors, reasons, and consequences. Annals of internal medicine. 1991;114(4):325-31. Available at: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/1899012.
7. Devadasan N, Criel B, Van Damme W, et al. Community health insurance schemes & patient satisfaction--evidence from India. The Indian journal of medical research. 2011;133(January):40-9. Available at: http://www.pubmedcentral.nih.gov/articlerender.fcgi?artid=3100144&tool=pmcentrez&rendertype=abstract.
8. Haven N. Use of Multiple Providers for Regular Care and Women ’ s Receipt of Hormone Replacement Therapy Counseling. Medical Care. 2001;39(10):1086-1096.
9. Sixma HJ, Kerssens JJ, Campen CV, Peters L. Quality of care from the patients’ perspective: from theoretical concept to a new measuring instrument. Health expectations : an international journal of public participation in health care and health policy. 1998;1(2):82-95. Available at: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/11281863.
10. Saha S, Komaromy M, Koepsell TD, Bindman a B. Patient-physician racial concordance and the perceived quality and use of health care. Archives of internal medicine. 1999;159(9):997-1004. Available at: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10326942.
11. Anon. Does managed care restrictiveness affect the PCo Primary Care. Available at: http://www.jfponline.com/Pages.asp?AID=2689 Accesed March 7, 2012
12. Stepanikova I, Cook KS. Primary Privately Do Features of Managed Care Widen the Racial , and Ethnic , Gaps ? October. 2012;42(10):966-974.
13. Flocke S a, Stange KC, Zyzanski SJ. The impact of insurance type and forced discontinuity on the delivery of primary care. The Journal of family practice. 1997;45(2):129-35. Available at: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/9267371.

6.3.12

Negando su voz al megáfono ajeno

Nos llenamos la boca hablando de la necesidad de potenciar lo horizontal, de abrir espacios de diálogos, de tejer redes...
Nos esforzamos hasta la prostitución semántica en repetir palabras como sinergias, implementar, multidisciplinar,...

Y cuando nos ofrecen la oportunidad de mostrar lo que pensamos y hacemos en un foro público con gente que opina y hace distinto a nosotros decimos que sí en un primer momento y luego nos echamos hacia atrás.

¿monólogo abstracto? NO, es la postura -cada vez más frecuente por su parte- de Farmaindustria (en concreto) y otras empresas farmacéuticas (en abstracto) cuando desde los colectivos críticos con su labor de márketing y con las tendencias investigadoras que fomentan se les invita a participar en diversos eventos de debate en diferentes lugares de España.

Lo que podría ser una oportunidad para ver una confrontación de ideas [impecablemente respetuosa, como llegó a señalar uno de los representantes de Farmaindustria en una ocasión en la que sí vinieron a unas jornadas] abierta, transparente, con datos, vivencias, ideas y proyectos, se queda en la exposición de hechos sin contrapunto. Un contrapunto que se arrebata a sí mismo la posibilidad de réplica o discurso.

Desde Farmacriticxs y NoGracias es probable que se les siga invitando, aún cuando se sabe que una caída del cartel de ponentes 3 o 4 días antes del evento en cuestión es lo más probable (y lo menos elegante). Personalmente, encontraría mucho más interesante y estimulante hablar en una convención de visitadores médicos o de directivos de la industria farmacéutica que en una tertulia de acólitos afines a mi pensamiento...

A pesar de todo (o justamente por todo esto), vayan ustedes esta semana a la Universidad Complutense de Madrid o a la Universidad Autónoma de Madrid... Jornadas Farmacriticxs, hechas mano a mano entre las dos facultades y con un cartel espectacular.



















Aunque en la letra pequeña del cartel de la derecha se lea que los días son 9 y 10 de marzo, en realidad son el resto de fechas las que dicen la verdad: 8 y 9 de marzo.

5.3.12

La naturaleza humana

He escrito y borrado varias veces mis primeras líneas de esta entrada.
Lo publicó así porque no doy con las palabras que hagan justicia a qué es para mí cada encuentro con sus textos.


Érase una vez, en el antiguo país de las fábulas, una familia integrada por un padre, una madre, un abuelo que era el padre del padre y un niño de ocho años, un muchachito. Sucedía que el abuelo ya tenía mucha edad, por eso le temblaban las manos y se le caía la comida de la boca cuando estaban en la mesa, lo que causaba gran irritación al hijo y a la nuera, siempre diciéndole que tuviera cuidado con lo que hacía, pero el pobre viejo, por más que quisiera, no conseguía contener los temblores, peor aún si le regañaban, el resultado era que siempre manchaba el mantel o el suelo al dejar caer la comida, por no hablar de la servilleta que le ataban al cuello y que era necesario cambiarla tres veces al día, en el desayuno, al almuerzo y a la cena. Estaban las cosas así y sin ninguna expectativa de mejoría cuando el hijo decidió acabar con la desagradable situación. Apareció en casa con un cuenco de madera y le dijo al padre, A partir de ahora comerá aquí, sentado en el patio que es más fácil de limpiar para que su nuera no tenga que estarse preocupando con tantos manteles y tantas servilletas sucias. Y así fue. Desayuno, almuerzo y cena, el viejo sentado solo en el patio, llevándose la comida a la boca conforme era posible, la mitad se perdía en el camino, una parte de la otra mitad se le caía por la boca abajo, no era mucho lo que se le deslizaba por lo que el vulgo llama canal de la sopa. Al nieto no parecía importarle el feo tratamiento que le estaban dando al abuelo, lo miraba, luego miraba al padre y a la madre, y seguía comiendo como si nada tuviera que ver con el asunto. Hasta que una una tarde, al regresar del trabajo, el padre vio al hijo trabajando con una navaja un trozo de madera y creyó que, como era normal y corriente en esas épocas remotas, estaría construyendo un juguete con sus propias manos. Al día siguiente, sin embargo, se dio cuenta de que no se trataba de un carro, por lo menos no se veía el sitio donde se le pudieran encajar unas ruedas, y entonces preguntó, Qué estás haciendo. El niño fingió que no había oído y siguió excavando en la madera con la punta de la navaja, esto pasó en el tiempo que los padres eran menos asustadizos y no corrían a quitar de las manos de los hijos un instrumento de tanta utilidad para la fabricación de juguetes. No me has oído, qué estás haciendo con ese palo, volvió a preguntar el padre, y el hijo, sin levantar la vista de la operación, respondió, Estoy haciendo un cuenco para cuando seas viejo y te tiemblen las manos, para cuando tengas que comer en el patio, como el abuelo. Fueron palabras santas. Se cayeron las escamas de los ojos del padre, vio la verdad y la luz, y en el mismo instante fue a pedirle perdón al progenitor y cuando llegó la hora de la cena con sus propias manos le ayudó a sentarse en la silla, con sus propias manos le acercó la cuchara a la boca, con sus propias manos le limpió suavemente la barbilla, porque todavía podía hacerlo y su querido padre ya no. De lo que pasara después no hay señal en la historia, pero de ciencia muy cierta sabemos que si es verdad que el trabajo del muchachito se quedó a la mitad, también es verdad que el trozo de madera sigue por ahí. Nadie lo quiso quemar o tirar, ya sea para que la lección del ejemplo no cayera en el olvido, o por si se diera el caso de que alguien decidiera terminar la obra, eventualidad no del todo imposible de producirse si tenemos en cuenta la enorme capacidad de supervivencia de los dichos lados oscuros de la naturaleza humana.

José Saramago. Las intermitencias de la muerte

2.3.12

Conflicto de desinterés en declarar los intereses

¿Es la prensa sanitaria un panel publicitario con conflicto de intereses?

En las sociedades modernas y democráticas (no sé qué palabra tiene menos sentido de las que he escrito hasta ahora...) la prensa debería cumplir un papel de relator de la realidad y promoción del pensamiento crítico que ayudara al conjunto de los ciudadanos a tener una conciencia de la realidad más racional y cuestionada.

Podría decirse que esos objetivos de la prensa general se deberían aplicar, aunque fuera en parte a la prensa especializada, en este caso, en temas de salud.

Recojo a continuación cuatro titulares que se han podido leer en los últimos tres días y que en el día de ayer circulaban por twitter de la mano de, entre otros, @rafabravo y @asunrosado:

Extraído de Acta Sanitaria.  El nombre del laboratorio aparece nada menos que dos veces en titular + entradilla.


Extraído de Acta Sanitaria. El logo del laboratorio y el uso del nombre comercial (en 2 ocasiones) del fármaco no aportan nada. El que sea un análisis "post-hoc" aporta mucho más, pero tal vez lo ignoren. ´Se les olvidó citar la duración del estudio y si las dosis son equivalentes.


Extraído de Europapress Nada que añadir a esto 



Extraído de Acta Sanitaria. Desde "Astra Zeneca" hasta "Centro Médico Instituto Palacios" rezuma conflicto de intereses por todos lados. 

Si la forma que tienen estos medios de afrontar la crisis es buscando "noticias patrocinadas" sin ningún tipo de interés (ni científico ni como crónica social) tal vez les valga para atravesar el bache de déficit de patrocinadores, pero cuando esto pase su descrédito será tal que no tendrán más valor que el catálogo de ofertas del supermercado.

En ocasiones nos quejamos de los conflictos de intereses no declarados en las revistas científicas... creo que es porque estos conflictos de intereses de la prensa sanitaria ya no nos sorprenden; la nausea prolongada también genera taquifilaxia.

Nota del autor: no he añadido ningún ejemplo de Diariomedico (quizá el medio sanitario más leído) no porque no haya ningún ejemplo equiparable, sino porque como necesita contraseña y nunca recuerdo la mía siempre paso de entrar en los enlaces que me dirijen a él.