Casos de ébola. Fuente: último informe OMS. |
Desde que el ébola apareció en nuestras vidas (y cuando decimos "vidas" queremos decir "medios-de-comunicación") han sido muchas las cosas que se han dicho, muchos los ejes de análisis utilizados y muchas las intervenciones que se han barajado para implantar en el terreno.
Podemos decir que el brote de ébola en África Occidental nos ha traído la implementación de actualizados protocolos,el impulso de nuevos modelos matemáticos de predicción epidemiológica, el convertir en mainstream la ética de la investigación (aunque-sean-negros), varios análisis de la influencia de los determinantes sociales de salud en el desarrollo y expansión de los brotes de enfermedades infecciosas, el rescate de un método de política vacunal reconvertido en metodología de investigación y, en la última semana, un ensayo clínico verdaderamente esperanzador con una vacuna frente al virus ébola.
Más allá de los titulares que proclamaron una efectividad vacunal del 100% (Guardian) o los textos que mezclaban eficacia y efectividad para acabar agarrándose al 100% de éxito (El País) , es interesante leer el texto de Healthcare Economist, así como el artículo original publicado en Lancet, donde los autores defienden que la efectividad esperada probablemente rondaría el 75%, todo un éxito de todos modos.
Parece que, si todo sigue por el buen camino, en unos meses tendremos vacuna... sin embargo hay otros interrogantes que se quedan abiertos: ¿bastarán las estrategias centradas únicamente en la vacunación para acabar con el ébola? ¿seguiremos investigando en torno a los dilemas éticos que se plantean en relación a la realización de ensayos clínicos en épocas de brotes y zonas de pobreza? ¿se seguirá invirtiendo en la validación de métodos de investigación que nos permitan saltar el escalón epistemológico que hace que los resultados deban ser tomados con cautela -por aquello de la no previsibilidad de la dinámica del brote, especialmente con tasas de infección bajas-? y, sobre todo, ¿puede un abordaje del brote exclusivamente centrado en la vacuna ser más perjudicial que beneficioso?
Para responder esta última pregunta es preciso acudir a otro texto que se ha publicado recientemente; bajo el título de "Malaria morbidity and mortality in Ebola-affected countried caused by decreased health-care capacity, and the potential effect of mitigation strategies: a modelling analysis", donde los autores concluyen que el debilitamiento de los sistemas de salud producida por el brote de ébola (de forma directa o indirecta) probablemente haya sido uno de los causantes del incremento de mortalidad no-ébola asociada al brote de ébola. Pero el empeoramiento de la capacidad de respuesta de los sistemas sanitarios de los países afectados por el brote de ébola no es algo que haya ocurrido desde hace año y medio, sino que procede de mucho antes; en muchas ocasiones, este debilitamiento de los sistemas estatales y públicos de salud fue condición necesaria para la concesión de financiación por parte de instituciones supranacionales y otros donantes internacionales.
Las causas de las causas del actual brote* (y de la incapacidad para una mejor respuesta local) no hay que encontrarla en accidentes meteorológicos impredecibles, sino que en una parte importante puede ser atribuida a las políticas de imposición de una doctrina económica en unos países determinados a cambio de la concesión de créditos.
"We did not think that the human costs of these programs could be so great, and the economic gains so slow in coming"es la frase del economista jefe del Banco Mundial para África que abre el informe "Structural Adjustment Programs and the Delivery of Health Care in the Third World", donde se analizan los deletéreos efectos que los Planes de Ajuste Estructural han tenido para la prestación de servicios de salud en los países que debieron ponerlos en marcha. Esta idea de que el brote de ébola no es sino parte de la expresión de los efectos a largo plazo de las políticas del Consenso de Washington se puede ver también en el texto "The IMF's role in the ebola outbreak"
Tenemos vacuna y parece buena.Pero solo con la vacuna no vamos a ningún lado (con los titulares chungos tampoco, pero eso es otro tema); sin una estrategia basada en el fortalecimiento de los sistemas locales de salud (con especial atención a la salud pública) no se avanzará en este ámbito ni en ningún otro relacionado con la salud de la población de las zonas afectadas, que ahora tiene que sobreponerse a la desolación que queda después de que las débiles estructuras sanitarias hayan girado en torno a un brote concreto.
Obviamente, los sistemas locales de salud no se fortalecen aislados del régimen económico, así que solo hay que ir tirando de las causas de las causas para encontrar el camino.
* Imprescindible re-leer el texto de Javier Segura en su blog, donde explicó el tema de los determinantes sociales del brote de ébola de forma muy clara,.
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