“Las demanda en salud es siempre creciente e infinita”, “con el envejecimiento es imposible parar el aumento del gasto en salud”, “si somos más ricos lo normal es que gastemos más en salud”.
Eso no son más que tres frases que se escuchan con frecuencia para intentar justificar que el gasto en sanidad se controle sólo tangencialmente... pero... ¿es siempre cierto todo lo que se dice? ¿qué componentes conforman el total del aumento interanual del gasto farmacéutico? ¿de dónde le viene el dinero al sistema sanitario y hacia dónde va cuando lo gasta?
Estas son algunas cosas de las que hablare(´)mos en las Jornadas “Dueño de mi salud” que tendrán lugar en Granada en un par de semanas... pero para ir abriendo boca desde hoy hasta entonces dedicaremos algunos posts a hablar de alguno de estos temas, tanto en duenodemisalud.wordpress.com como en medicocritico.blogspot.com .
En el informe de La Caixa (Nov 2010) sobre “Sanidad y Salud” (sí, tenemos millones de empresas, fundaciones, institutos,..., que encargan de decir qué hay que hacer para que la sanidad vaya bien... lobbies los llaman) se habla de alguno de estos temas... anualmente el gasto sanitario en los diferentes países va aumentando, pero, ¿por qué?... pues bien, podríamos decir que hay tres factores fundamentales:
1. Envejecimiento poblacional, con el aumento del gasto sanitario que esto trae consigo.
2. Cambio de tecnologías médicas (en el sentido amplio de la palabra “tecnologías”).
3. Efectos del aumento de la renta del país en cuestión.
Habitualmente se tiende a echar la culpa del aumento del gasto al envejecimiento de la población (lo de culpabilizar a los ancianos, niños y mujeres siempre ha sido algo muy nuestro), pero por lo que parece los porcentajes de responsabilidad en el aumento interanual del gasto sanitario (en el total de los países de la OCDE) serían así:
- Incremento del gasto interanual: 3.6% Esto se debería a:
- Envejecimiento: 0.3%
- Cambio de tecnologías médicas: 1.0%
- Efectos del aumento de la renta: 2.3%
Estas son cifras para el total de los países que conforman la OCDE, habiendo tendencias según el nivel de “desarrollo” (curiosa palabra y concepto... como dijo Hessel: “Esa tempestad a la que llamamos progreso”), pero claramente desacredita parcialmente el argumento de “gastamos más porque cada vez somos más viejos”. En el caso de España, entramos en el mismo grupo que los países del Este, partiendo de niveles basales de gasto público de PIB en sanidad relativamente bajos (ver gráfica) con respecto al resto de los países de la UE; esto determina que los cálculos para España sean que pase de un 5.5% del PIB dedicado a sanidad en 2007 a un 7.2% en 2060 (6.7% y 8.2% respectivamente para el total de la Unión Europea).
En estos días seguiremos hablando de gasto farmacéutico, de uso y abuso del sistema sanitario, de la palabra prohibida (copago)... y de lo que vayáis pidiendo, por supuesto :).
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