[Con intención de reactivar la economía y la marca España andamos en reformas. Disculpen si le desahuciamos, expropiamos o simplemente le jodemos. Mientras seguiremos hablando..]

6.4.11

¿nuestra responsabilidad?

Cuando me planteo cuál es mi tarea en el centro de salud una de las respuestas es "intentar ayudar a la mejora de la salud de mi población diana".

De acuerdo.

Hoy, tras marchar mi tutor y quedarme yo al cargo, un paciente de 77años con una demencia multiinfarto, una enfermedad de Parkinson en estadios iniciales y cataratas en ambos ojos acude a la consulta para ser derivado al oftalmólogo porque "en el reconocimiento del carnet de conducir me han dicho que si me opero uno de los dos ojos me dan la renovación, que por lo demás estoy bien"... ¿es mi responsabilidad convencerle de que, si bien operarse de cataratas será una buena decisión, dejar de conducir lo consideraremos una necesidad poblacional?

Él ha marchado a casa con cara de contrariedad por las palabras del médico ("el médico joven de la barbita") y una derivación al oftalmólogo. Yo he marchado mirando por la ventanilla del coche pensando "¿y tú, octogenario conductor, Parkinsonismo o no?"

4 comentarios:

Celia dijo...

Favorecer la SALUD PÚBLICA, frente a la INDIVIDUAL, jejeje.

Anónimo dijo...

Así es como se hacen los reconocimientos médicos para la obtención del carné: sin documentación alguna de la historia del paciente. Qué te voy a contar que no sepas tú ya...

Deivi dijo...

Eso lo vivo a diario en la consulta. No solo con el paciente, simo muchísimas veces con las familias. Cuantas veces habré "discutido" con la esposa de un señor con una DTA GDS 5, que no distingue una señal de tráfico de un cactus, para convencerle de que no puede conducir. "Mi marido aún no está tan mal" es su respuesta y cara de desdén. El pan de cada día y si, yo también conduzco con miedo.

Gustavo Silva Paredes dijo...

Son eventos como los descritos, los que demuestran que muchas políticas de salud no consideran todas las aristas de los problemas de salud. Y se ratifica la firmación de que no existen enfermendades sino enfermos.