“La industria farmacéutica no es una ONG.”
Y por ello GlaxoSmithKline [“Comprometidos con la salud y el bienestar de la gente en los países en vías de desarrollo” fue uno de sus lemas], junto con otras empresas farmacéuticas realizó dos ensayos clínicos en un hospital de Budapest con pacientes psiquiátricos; a unos les daban sustancia activa (un fármaco), a los demás placebo...según la Declaración de Helsinki está prohibido tratar enfermedades graves sólo con un placebo cuando ya existen medicamentos de eficacia probada... GSK dijo que el Gobierno de Hungría les había dado permiso. La Declaración de Helsinki tiene carácter supranacional, ningún gobierno puede dar permiso para vulnerarla (ni siquiera por dinero, no).
“La industria farmacéutica no es una ONG.”
Y por ello Schering (actual -a no ser que se hayan fusionado o fisionado recientemente y no me haya enterado- Schering-Plough... uno de sus lemas “Con Schering, la xenofobia y la ignorancia no tienen ninguna oportunidad”) se opuso incluso ante los tribunales, a que se retirara el compuesto que tenían de terapia hormonal sustitutiva para tratar la menopausia (esa enfermedad que no lo es) a pesar de que había datos más que fehacientes de que podía ser más dañina que beneficiosa... la ciencia fue desplazando a la terapia hormonal sustitutiva por ser uno de los grandes hitos en la historia de la medicina de daño a las mujeres (por su bien), pero aún siguen insistiendo en hacerse un hueco “en el mercado”.
“La industria farmacéutica no es una ONG.”
Y por ello, Pfizer (“Trabajando juntos por un mundo más sano”) manipuló datos de un conocido antiinflamatorio (celebrex ®) para ocultar la ausencia de disminución de incidencia de úlcera gastroduodenal con respecto a ibuprofeno; realizaron una publicación de datos intermedios ocultando los datos finales del estudio, aumentando de esa forma las publicaciones disponibles que hablaran de los beneficios gastrointestinales de los inhibidores de la COX-2 a nivel digestivo frente a los AINEs convencionales. Al parecer no es una práctica poco habitual... en el último año han saltado a los medios (científicos y de masas) por fomentar ciertos sesgos de publicación (nombre técnico de engañar) en relación con la reboxetina (antidepresivo... sí, ya sabemos que en general no sirven para mucho en las depresiones leves-moderadas, pero de ahí a ocultar datos hay un pasito).
De Pfizer también es conocida otras de sus acciones por las que no es una ONG... su política de salud pública en Nigeria (así dicho no suena a delito)... y es que los saltos a la prensa de esta empresa el año pasado también se debieron a unos actos un tanto oscuros en torno a la realización de ensayos clínicos sobre un antibiótico que dejaron tras de si algún que otro niño muerto (tranquilos, eran niños negros)... malos tiempos para la Lyrica.
“La industria farmacéutica no es una ONG.”
Y por ello Bayer (“Éxito con aptitud y responsabilidad”) ha estado adquiriendo durante años coltán de las minas de Congo, contribuyendo a uno de los mayores y más devastadores conflictos bélicos de nuestra historia...
“La industria farmacéutica no es una ONG.”...
...de hecho, a juzgar por sus beneficios económicos en épocas de crisis se parece más a ING (entidad bancaria) que a cualquiera de las ONG que nos puedan venir a la cabeza.
¿La industria farmacéutica es fundamental en la investigación y fabricación de fármacos? Sí, sin duda, y agradecidos debemos estar por la aparición de maravillas de la ciencia como la morfina, la furosemida o los antibióticos... y ese agradecimiento se ha traducido en unas ganancias millonarias. No se espera de la industria farmacéutica ningún acto de filantropía, de hecho nos haría desconfiar que se desmarcaran con grandes acciones humanitarias que caminan más por la frase de “El camino al infierno está cargado de buenas intenciones” que por ningún concepto de co-desarrollo responsable... y como no esperamos que sean una ONG, nunca (NUNCA) les pediremos tales cosas... pero, por favor... de no ser una ONG a vulnerar derechos fundamentales hay un abismo (en cuyo precipicio se encuentra la credibilidad de la empresa en cuestión).
No salten ese precipicio, nosotros no tenemos ninguna intención de empujarles... y recordemos... “la mujer del césar no sólo debe ser honrada, además debe parecerlo”.
Y por ello GlaxoSmithKline [“Comprometidos con la salud y el bienestar de la gente en los países en vías de desarrollo” fue uno de sus lemas], junto con otras empresas farmacéuticas realizó dos ensayos clínicos en un hospital de Budapest con pacientes psiquiátricos; a unos les daban sustancia activa (un fármaco), a los demás placebo...según la Declaración de Helsinki está prohibido tratar enfermedades graves sólo con un placebo cuando ya existen medicamentos de eficacia probada... GSK dijo que el Gobierno de Hungría les había dado permiso. La Declaración de Helsinki tiene carácter supranacional, ningún gobierno puede dar permiso para vulnerarla (ni siquiera por dinero, no).
“La industria farmacéutica no es una ONG.”
Y por ello Schering (actual -a no ser que se hayan fusionado o fisionado recientemente y no me haya enterado- Schering-Plough... uno de sus lemas “Con Schering, la xenofobia y la ignorancia no tienen ninguna oportunidad”) se opuso incluso ante los tribunales, a que se retirara el compuesto que tenían de terapia hormonal sustitutiva para tratar la menopausia (esa enfermedad que no lo es) a pesar de que había datos más que fehacientes de que podía ser más dañina que beneficiosa... la ciencia fue desplazando a la terapia hormonal sustitutiva por ser uno de los grandes hitos en la historia de la medicina de daño a las mujeres (por su bien), pero aún siguen insistiendo en hacerse un hueco “en el mercado”.
“La industria farmacéutica no es una ONG.”
Y por ello, Pfizer (“Trabajando juntos por un mundo más sano”) manipuló datos de un conocido antiinflamatorio (celebrex ®) para ocultar la ausencia de disminución de incidencia de úlcera gastroduodenal con respecto a ibuprofeno; realizaron una publicación de datos intermedios ocultando los datos finales del estudio, aumentando de esa forma las publicaciones disponibles que hablaran de los beneficios gastrointestinales de los inhibidores de la COX-2 a nivel digestivo frente a los AINEs convencionales. Al parecer no es una práctica poco habitual... en el último año han saltado a los medios (científicos y de masas) por fomentar ciertos sesgos de publicación (nombre técnico de engañar) en relación con la reboxetina (antidepresivo... sí, ya sabemos que en general no sirven para mucho en las depresiones leves-moderadas, pero de ahí a ocultar datos hay un pasito).
De Pfizer también es conocida otras de sus acciones por las que no es una ONG... su política de salud pública en Nigeria (así dicho no suena a delito)... y es que los saltos a la prensa de esta empresa el año pasado también se debieron a unos actos un tanto oscuros en torno a la realización de ensayos clínicos sobre un antibiótico que dejaron tras de si algún que otro niño muerto (tranquilos, eran niños negros)... malos tiempos para la Lyrica.
“La industria farmacéutica no es una ONG.”
Y por ello Bayer (“Éxito con aptitud y responsabilidad”) ha estado adquiriendo durante años coltán de las minas de Congo, contribuyendo a uno de los mayores y más devastadores conflictos bélicos de nuestra historia...
“La industria farmacéutica no es una ONG.”...
...de hecho, a juzgar por sus beneficios económicos en épocas de crisis se parece más a ING (entidad bancaria) que a cualquiera de las ONG que nos puedan venir a la cabeza.
¿La industria farmacéutica es fundamental en la investigación y fabricación de fármacos? Sí, sin duda, y agradecidos debemos estar por la aparición de maravillas de la ciencia como la morfina, la furosemida o los antibióticos... y ese agradecimiento se ha traducido en unas ganancias millonarias. No se espera de la industria farmacéutica ningún acto de filantropía, de hecho nos haría desconfiar que se desmarcaran con grandes acciones humanitarias que caminan más por la frase de “El camino al infierno está cargado de buenas intenciones” que por ningún concepto de co-desarrollo responsable... y como no esperamos que sean una ONG, nunca (NUNCA) les pediremos tales cosas... pero, por favor... de no ser una ONG a vulnerar derechos fundamentales hay un abismo (en cuyo precipicio se encuentra la credibilidad de la empresa en cuestión).
No salten ese precipicio, nosotros no tenemos ninguna intención de empujarles... y recordemos... “la mujer del césar no sólo debe ser honrada, además debe parecerlo”.
"La industria farmacéutica no es una ONG."
[Nota: en medicocritico no hemos acudido apenas a las acciones de la industria en los países empobrecidos para criticar a las empresas que la conforman... una vez hecho este post, podemos seguir hablando de influencias de prescripción y esas cosas que sólo cuestan vidas en forma de efectos adversos]
Fuentes básicas de este artículo:
- El libro negro de las marcas. K. Werner, H. Weiss
- Secret cable discusses Pfizer’s actions in Nigeria case. D. Wilson. New York Times. http://www.nytimes.com/2010/12/11/business/11pfizer.html
- Pfizer en Nigeria. Farmacriticxs. 1ª parte ; 2ª parte
- Sala de lectura. Rincón de Sisifo. (BMJ) El sesgo de publicación fulmina la credibilidad de reboxetina.
1 comentario:
((Respecto al primer caso, comentar con gran sorpresa, a pesar de pertenecer a un hecho de hace 3 años, que la reguladora de medicamentos americana [FDA, ¿Follamos Después de Aprobar-el-medicamento?] ya no exige cumplir con la ya de por si denostada [Lobbys farmacéuticos comprando votos en las reuniones de la WMA? Na...] declaración de helsinki))
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