(Uno de cada 5 médicos de familia) es analfabeto funcional, o al menos eso dice el siguiente estudio del que se hace eco Acta Sanitaria:
Supongo que dentro de ese 20% habrá un considerable porcentaje que también opinen que "no pueden permitir que tenga en cuenta lo que cuesta un fármaco a la hora de recetarlo" o "a mi que no me cuenten que fabrican las pastillas en la misma fábrica y luego las meten en cajas distintas"...
... sí, señores y señoras, con lo fácil que es entender todo esto , y aún seguimos con los porcentajes de incredulidad con los que seguimos... como para pretender que los médicos no nos traguemos la primera publicidad puerilmente tergiversada que nos planten por delante...
en fin... (que diría aquél)
Activistas de retaguardia. Para abrir los ojos ante la (compleja) realidad sanitaria (y socioeconómica) de nuestro entorno cercano (y no tanto).
[Con intención de reactivar la economía y la marca España andamos en reformas. Disculpen si le desahuciamos, expropiamos o simplemente le jodemos. Mientras seguiremos hablando..]
29.10.10
26.10.10
Eso va a ser un virus
Son muchos los pacientes que dicen que cuando su médico de cabecera no sabe cuál es la enfermedad que tiene sentencia "esto es un virus".
Sin embargo, es menos conocido que ese "es un virus" se repite en las diferentes especialidades con catracterísticas singulares de cada una de éstas.
El otorrino puede decir que lo que tienes es "un poco de moco en el oído" o "la faringe un poco irritada".
En Salud Mental raro es el paciente que no escapa con un "Trastorno adaptativo" (máxime hoy día, que todo el mundo encuentra un evento estresante al cual no saber adaptarse").
En la consulta del ginecólogo lo extraño es no tener un quistecito (el diminutivo es fundamental) o un poco de sequedad vaginal (todo depende de la edad, claro está).
Si a quien vamos es a algún médico relacionado con el aparato locomotor, la artrosis es el rey de la indeterminación, mientras que en le hogar del endocrino los nódulos del tiroides, los "poquitos de colesterol" o las glucemias basales alteradas cotizan al alza.
Desde los virus hasta las glucemias basales alteradas, pasando por todas las demás que he nombrado y por las que han sido omitidas, todas estas entidades se pueden resumir en una enfermedad que suelen afectar a los médicos:
Síndrome de intolerancia a la ignorancia e incertidumbre médicas: el médico no es capaz de desarrollar las herramientas de comunicación para decirle al paciente "no se lo que tiene y además da igual lo que tenga, porque le puedo decir que a día de hoy no tiene nada importante" y no tener la sensación de "es que si no le digo que tiene algo el paciente piensa que no le he hecho caso y no se va contento". La ignorancia forma parte de nuestra práctica médica, y hemos de abominar que aquel que la rechace frontalmente, porque seguramente se encuentre más cerca de ser un vendedor de humo que un buen médico clínico.
En este tema también juegan un papel importante las estrictas clasificaciones de las enfermedades que nos guían en ocasiones hacia un etiquetado más artificial de lo deseable... pero eso será motivo de otro artículillo...
Sin embargo, es menos conocido que ese "es un virus" se repite en las diferentes especialidades con catracterísticas singulares de cada una de éstas.
El otorrino puede decir que lo que tienes es "un poco de moco en el oído" o "la faringe un poco irritada".
En Salud Mental raro es el paciente que no escapa con un "Trastorno adaptativo" (máxime hoy día, que todo el mundo encuentra un evento estresante al cual no saber adaptarse").
En la consulta del ginecólogo lo extraño es no tener un quistecito (el diminutivo es fundamental) o un poco de sequedad vaginal (todo depende de la edad, claro está).
Si a quien vamos es a algún médico relacionado con el aparato locomotor, la artrosis es el rey de la indeterminación, mientras que en le hogar del endocrino los nódulos del tiroides, los "poquitos de colesterol" o las glucemias basales alteradas cotizan al alza.
Desde los virus hasta las glucemias basales alteradas, pasando por todas las demás que he nombrado y por las que han sido omitidas, todas estas entidades se pueden resumir en una enfermedad que suelen afectar a los médicos:
Síndrome de intolerancia a la ignorancia e incertidumbre médicas: el médico no es capaz de desarrollar las herramientas de comunicación para decirle al paciente "no se lo que tiene y además da igual lo que tenga, porque le puedo decir que a día de hoy no tiene nada importante" y no tener la sensación de "es que si no le digo que tiene algo el paciente piensa que no le he hecho caso y no se va contento". La ignorancia forma parte de nuestra práctica médica, y hemos de abominar que aquel que la rechace frontalmente, porque seguramente se encuentre más cerca de ser un vendedor de humo que un buen médico clínico.
En este tema también juegan un papel importante las estrictas clasificaciones de las enfermedades que nos guían en ocasiones hacia un etiquetado más artificial de lo deseable... pero eso será motivo de otro artículillo...
25.10.10
Perlas de la ética: "como no son empresas farmacéuticas..."
Pues mira- dijo el añoso otorrinolaringólogo- nosotros tenemos una suerte muy grande y es que, como las empresas audioprotésicas se mueven en la línea entre ser empresa farmacéutica y no serla, pues no tienen tanta vigilancia con los regalos que hacen a los médicos y entonces gracias a eso hace unos años estuve con XXXXXXXXXX (empresa audioprotésica) en la Riviera Maya y hace una semanas los de XXXX me llevaron a Marruecos...
...con todos los gastos pagados, claro.
ambas empresas audioprotésicas tienen acuerdos con el Servicio Andaluz de Salud para la subvención parcial de audífonos en personas mayores... en fin
24.10.10
No fumar, beber agua, escribir y pasear.
Hoy me apetece fumar, no lo haré para no joder las 5 semanas que llevo sin hacerlo. En sustitución de ello, limpiaré la cocina, pasearé , beberé agua (mucha, hasta la poliuria) y quizá suelte algún mal genio.Obvio, esto no tiene nada que ver con mi entrada, pero yo tampoco tengo nada que ver con una entrada.
Yo con nula-subnula experiencia clínica empiezo a oler ciertos matices que no, no me gustaría repetir y despachar en el que fuera-fuese mi acto médico futuro. No escribo para abrir ojos a nadie, pues, presiento que ya muchos olisteis antes que yo. Escribo para poner unos bytes por testigos de lo que hoy reniego ( tenéis licencia para recordarme en algunos años lo que quería ser-no ser); para fomentar técnicas de introspección (la escritura) y sobre todo para limpiar y pasear menos .
Cuando nos acercamos a un paciente, solemos disponer del "motivo de consulta", es como la primera miga de pan que perseguimos. Tiraremos, tiraremos de esta cuerda hasta llegar a lo que buscamos: el diagnóstico. Acto seguido cuan receta de cocina aplicamos nuestra terapeútica.
Sin embargo, esto, se hace muchas veces turbio y complejo. No tenemos una cuerda que seguir o tenemos un bosque lleno de lianas. Algunas firmes, claras, llenas de luz; otras se rompen nada más cogerlas; y algunas nos alejan del motivo de consulta e incluso nos alejan de lo que podemos (a priori) considerar medicina (éstas da miedo seguirlas).
En la facultad, se nos presenta esta linealidad impecable. Cuan protocolo: motivo-anamnesis-dx-tto. Pocas veces se nos transmite la complejidad del proceso:
- El motivo de consulta expresado inicialmente no es el que preocupa al paciente.
- El que más preocupa al paciente, es el que menos nos preocupa a nosotros (y viceversa).
- No encontramos un diagnóstico. (¿ Acaso es siempre necesario?)
- Hay cien diagnósticos. ( ¿ Todos necesarios?)
- No tenemos una terapeútica adecuada (bien por lo ya dicho o bien porque no existe, o porque no hay quien la pague).
- El problema sobrepasa lo puramente médico ( tantas veces que cuestiona la existencia de "lo puramente médico").
Cuando estas circunstancias ocurren, el sistema de razonamiento del médico falla. Se bloquea. Entonces, puede ocurrir que adaptemos la realidad del paciente a nuestro protocolo de actuación. Buscamos un diagnóstico, obviamos otros motivos de consulta, o recetamos empíricamente fármacos que empíricamente no valen para nada.
Un poco por aquí (obvio un síntoma para él importante) , otro por allí ( doy importancia al que yo considero) y la paciente ya encaja en mi esquema (tengo dx t tto).
- Bueno Rosa, todo está bien vuelva en 6 meses. (tras evaluar T.A.C. con masa neoplásica, analítica, Y-grafía y preguntarle por sus dolores).
- Doctor, pero es que mi gran problema es... es que no duermo bien.
- Bueno Rosa, no se preocupe por esto. Con lo que usted ha pasado la veo muy bien.
- Ya doctor pero es que duermo dos horas al día.
- No se preocupe Rosa, eso es lo que usted cree. Seguro que duerme bien.
- Bueno, será eso. (mueca mientras el médico ya se ha levantado, le ha estrechado la mano o lee la siguiente historia). [El médico piensa: "que bien, está aguantando con el tumor bastante; pobre desgraciada, la verdad."]
Por un momento los ansiosos, los enfermos somos nosotros; los prescriptores, los diagnósticadores, lo galenos y pregalenos.
Quizá es necesario que seamos nosotros los que nos encajemos a la lógica del paciente, de su proceso y momento vital. Quizá en ocasiones hay que renunciar a ser diagnósticadores, terapeutas, porque esto sólo será una chapuza.
Quizá ser médico implique ser muy poco médico, o al revés. O yo qué se ya qué es ser.
PD: *Cualquier parecido con la realidad se considera pareidolia; consulte con el psiquiatra más cercano:adrastea (Adrastea espero me pagues un congreso, te hago más publi que..).
Yo con nula-subnula experiencia clínica empiezo a oler ciertos matices que no, no me gustaría repetir y despachar en el que fuera-fuese mi acto médico futuro. No escribo para abrir ojos a nadie, pues, presiento que ya muchos olisteis antes que yo. Escribo para poner unos bytes por testigos de lo que hoy reniego ( tenéis licencia para recordarme en algunos años lo que quería ser-no ser); para fomentar técnicas de introspección (la escritura) y sobre todo para limpiar y pasear menos .
Cuando nos acercamos a un paciente, solemos disponer del "motivo de consulta", es como la primera miga de pan que perseguimos. Tiraremos, tiraremos de esta cuerda hasta llegar a lo que buscamos: el diagnóstico. Acto seguido cuan receta de cocina aplicamos nuestra terapeútica.
Sin embargo, esto, se hace muchas veces turbio y complejo. No tenemos una cuerda que seguir o tenemos un bosque lleno de lianas. Algunas firmes, claras, llenas de luz; otras se rompen nada más cogerlas; y algunas nos alejan del motivo de consulta e incluso nos alejan de lo que podemos (a priori) considerar medicina (éstas da miedo seguirlas).
En la facultad, se nos presenta esta linealidad impecable. Cuan protocolo: motivo-anamnesis-dx-tto. Pocas veces se nos transmite la complejidad del proceso:
- El motivo de consulta expresado inicialmente no es el que preocupa al paciente.
- El que más preocupa al paciente, es el que menos nos preocupa a nosotros (y viceversa).
- No encontramos un diagnóstico. (¿ Acaso es siempre necesario?)
- Hay cien diagnósticos. ( ¿ Todos necesarios?)
- No tenemos una terapeútica adecuada (bien por lo ya dicho o bien porque no existe, o porque no hay quien la pague).
- El problema sobrepasa lo puramente médico ( tantas veces que cuestiona la existencia de "lo puramente médico").
Cuando estas circunstancias ocurren, el sistema de razonamiento del médico falla. Se bloquea. Entonces, puede ocurrir que adaptemos la realidad del paciente a nuestro protocolo de actuación. Buscamos un diagnóstico, obviamos otros motivos de consulta, o recetamos empíricamente fármacos que empíricamente no valen para nada.
Un poco por aquí (obvio un síntoma para él importante) , otro por allí ( doy importancia al que yo considero) y la paciente ya encaja en mi esquema (tengo dx t tto).
- Bueno Rosa, todo está bien vuelva en 6 meses. (tras evaluar T.A.C. con masa neoplásica, analítica, Y-grafía y preguntarle por sus dolores).
- Doctor, pero es que mi gran problema es... es que no duermo bien.
- Bueno Rosa, no se preocupe por esto. Con lo que usted ha pasado la veo muy bien.
- Ya doctor pero es que duermo dos horas al día.
- No se preocupe Rosa, eso es lo que usted cree. Seguro que duerme bien.
- Bueno, será eso. (mueca mientras el médico ya se ha levantado, le ha estrechado la mano o lee la siguiente historia). [El médico piensa: "que bien, está aguantando con el tumor bastante; pobre desgraciada, la verdad."]
Por un momento los ansiosos, los enfermos somos nosotros; los prescriptores, los diagnósticadores, lo galenos y pregalenos.
Quizá es necesario que seamos nosotros los que nos encajemos a la lógica del paciente, de su proceso y momento vital. Quizá en ocasiones hay que renunciar a ser diagnósticadores, terapeutas, porque esto sólo será una chapuza.
Quizá ser médico implique ser muy poco médico, o al revés. O yo qué se ya qué es ser.
PD: *Cualquier parecido con la realidad se considera pareidolia; consulte con el psiquiatra más cercano:adrastea (Adrastea espero me pagues un congreso, te hago más publi que..).
23.10.10
La nueva ministra
La nueva ministra de sanidad nombrada por Zapatero posee un extenso curriculum y una larga trayectoria en el campo de la gestión sanitaria.
Médica de familia de profesión, hizo la residencia en una época en la que la especialidad daba sus primeros pasos en España y para muchos médicos no tenía demasiado sentido elegirla después de pasar la durísima prueba del examen MIR.
Tras varios años de practica asistencial en un pueblo de la sierra, hizo un paréntesis para cursar un master en gestión sanitaria en una prestigiosa universidad.
Al poco tiempo de reincorporarse a la practica clínica fue nombrada directora de su centro de salud, en un periodo especialmente conflictivo que gestionó de forma brillante. Su eficaz gestión, especialmente del personal le abrió las puertas de la gerencia de su distrito, uno de los más grandes de su comunidad.
Tras 6 años en la gerencia del distrito, las penúltimas elecciones autonómicas trajeron un cambio completo en el organigrama de la Consejeria de Salud, y el nuevo consejero no dudó en nombrarla directora del Servicio Autonómico de Salud.
Durante sus 2 primeros mandatos se distinguió por un estilo de gestión eficaz y discreto, alejado de las promesas vacías a la población y los grandes titulares. Centró sus esfuerzos en dar un papel protagonista a la atención primaria dotándola de mas profesionales y medios. El otro de sus logros fue la racionalización del uso de los fármacos, evitando su uso como única solución a los problemas de salud y la medicalización de la población. El otro punto fuerte de su gestión ha sido su política de personal basada en su participación en las decisiones, la horizontalización de los equipos y la dignificación de su trabajo diario, especialmente de los profesionales de AP. Estas medidas han atraído numerosos profesionales, incluso desde otras comunidades donde son mejor remunerados
Los resultados de esta política han sido una mayor satisfacción de los usuarios y profesionales, un importante ahorro para el gobierno autonómico y unos mejores resultados en salud.
Como consecuencia de su brillante gestión y su espíritu independiente, tras las últimas elecciones autonómicas y la victoria del partido hasta entonces en la oposición, fue ratificada en su puesto por la nueva consejera. Ésta ha lamentado profundamente su marcha del Servicio Autonómico pero entiende que su nombramiento como ministra es una gran noticia y no ha tardado en felicitarla.
Hoy, en plena madurez personal y profesional toma posesión del cargo de ministra con la aprobación de todo el arco parlamentario, sindicatos, asociaciones de consumidores y pacientes y con el único punto en contra de los recelos de las empresas farmacéuticas.
Médica de familia de profesión, hizo la residencia en una época en la que la especialidad daba sus primeros pasos en España y para muchos médicos no tenía demasiado sentido elegirla después de pasar la durísima prueba del examen MIR.
Tras varios años de practica asistencial en un pueblo de la sierra, hizo un paréntesis para cursar un master en gestión sanitaria en una prestigiosa universidad.
Al poco tiempo de reincorporarse a la practica clínica fue nombrada directora de su centro de salud, en un periodo especialmente conflictivo que gestionó de forma brillante. Su eficaz gestión, especialmente del personal le abrió las puertas de la gerencia de su distrito, uno de los más grandes de su comunidad.
Tras 6 años en la gerencia del distrito, las penúltimas elecciones autonómicas trajeron un cambio completo en el organigrama de la Consejeria de Salud, y el nuevo consejero no dudó en nombrarla directora del Servicio Autonómico de Salud.
Durante sus 2 primeros mandatos se distinguió por un estilo de gestión eficaz y discreto, alejado de las promesas vacías a la población y los grandes titulares. Centró sus esfuerzos en dar un papel protagonista a la atención primaria dotándola de mas profesionales y medios. El otro de sus logros fue la racionalización del uso de los fármacos, evitando su uso como única solución a los problemas de salud y la medicalización de la población. El otro punto fuerte de su gestión ha sido su política de personal basada en su participación en las decisiones, la horizontalización de los equipos y la dignificación de su trabajo diario, especialmente de los profesionales de AP. Estas medidas han atraído numerosos profesionales, incluso desde otras comunidades donde son mejor remunerados
Los resultados de esta política han sido una mayor satisfacción de los usuarios y profesionales, un importante ahorro para el gobierno autonómico y unos mejores resultados en salud.
Como consecuencia de su brillante gestión y su espíritu independiente, tras las últimas elecciones autonómicas y la victoria del partido hasta entonces en la oposición, fue ratificada en su puesto por la nueva consejera. Ésta ha lamentado profundamente su marcha del Servicio Autonómico pero entiende que su nombramiento como ministra es una gran noticia y no ha tardado en felicitarla.
Hoy, en plena madurez personal y profesional toma posesión del cargo de ministra con la aprobación de todo el arco parlamentario, sindicatos, asociaciones de consumidores y pacientes y con el único punto en contra de los recelos de las empresas farmacéuticas.
¿SE IMAGINAN?
22.10.10
Creando espacios
Reclutando personas, ideas, comentarios y críticas.
A ver si vamos tomando impulso con la iniciativa...
Sígannos (será más científico que este blog, pero mucho menos diveritdo :))
udmfycsevilla.wordpress.com
A ver si vamos tomando impulso con la iniciativa...
Sígannos (será más científico que este blog, pero mucho menos diveritdo :))
udmfycsevilla.wordpress.com
21.10.10
Nimieces de una/s mañana/s
Por si alguien dudaba, y a sabiendas que éste es un mal comienzo, este será un ejemplo de que estoy capacitado para escribir post cortos.
En estos tiempos de pulseras-power balance que comparten mano con carpetas ministeriales ( sí, yo también te voté ) suceden cosas en nuestro micromundo que nos hacen pensar y a veces incluso opinar. Es verdad que nos cabrean, que nos dan rabia, pero bueno a saber que fuegos encienda esto...
Reumatología/ 12.00 p.m (o cualquier otra).
- "Mirad este fármaco (Actonel 35; 1 comp/sem) ya tiene EFG, y los laboratorios ahora han sacado una forma de dispensación mensual (Actonel 75; 2 comp/mes) para evitar que los médicos receten el EFG. Sólo con ese pequeño cambio"
- Traducción práctica: Todos los pacientes que se revisan, automáticamente son cambiados de Actonel 35 a Actonel 75 ( en ningún caso EFG). "Claro, ahora tenemos que hacer el truco. Hay que cambiar el 35 por el 75, sino le van a dar el EFG".
- Traducción numérica:
a) Actonel 75 tto mensual = 34,66 euros/mes
b)Actonel 35 tto mensual= 34,67 eutos/mes
c) Risendronato (efg de ratipharm)= 22,93 euros/mes
Ya sé, seguramente la diferencia de precio de la EFG se deba al 20% de principio que se ahorran en los genéricos no??. De hecho los 12 euros de diferencia son algo más del 20%...
En estos tiempos de pulseras-power balance que comparten mano con carpetas ministeriales ( sí, yo también te voté ) suceden cosas en nuestro micromundo que nos hacen pensar y a veces incluso opinar. Es verdad que nos cabrean, que nos dan rabia, pero bueno a saber que fuegos encienda esto...
Reumatología/ 12.00 p.m (o cualquier otra).
- "Mirad este fármaco (Actonel 35; 1 comp/sem) ya tiene EFG, y los laboratorios ahora han sacado una forma de dispensación mensual (Actonel 75; 2 comp/mes) para evitar que los médicos receten el EFG. Sólo con ese pequeño cambio"
- Traducción práctica: Todos los pacientes que se revisan, automáticamente son cambiados de Actonel 35 a Actonel 75 ( en ningún caso EFG). "Claro, ahora tenemos que hacer el truco. Hay que cambiar el 35 por el 75, sino le van a dar el EFG".
- Traducción numérica:
a) Actonel 75 tto mensual = 34,66 euros/mes
b)Actonel 35 tto mensual= 34,67 eutos/mes
c) Risendronato (efg de ratipharm)= 22,93 euros/mes
Ya sé, seguramente la diferencia de precio de la EFG se deba al 20% de principio que se ahorran en los genéricos no??. De hecho los 12 euros de diferencia son algo más del 20%...
19.10.10
Tonterías, mentiras y cáncer de mama
Hoy, el Día Mundial blablabla cánder de mama no podemos más que hacernos eco de este sublime post de saludyotrascosasdecomer
Chapeau.
Chapeau.
18.10.10
Explora tu propia capacidad de insight (sight). Ahora con moralina gratis.
(Disclaimer. El objetivo de este post vuelve a ser reírme en un futuro de las memeces que escribía cuando era R1. Si te parece que está sembrado de errores, probablemente tengas razón. Sin embargo es probable que también veas muchos errores al mirarte al espejo, y aun así te dejamos salir a la calle. Quid por culo, Clarisse)
En 1967 un señor llamado Seligman acompañado por su amigo Maier decidió hacer caso omiso a las señales lacanianas que les empujaban a montar una empresa de salchichas y decidió hacer un rato el mogol con unos perros.
Colocaron tres grupos de perros atados a unos arneses delante de unas palancas (no, no es nada sexual). El primer grupo se quedó ahí, figurando. Al segundo grupo le dieron una serie de descargas eléctricas, que podían interrumpir al presionar la palanca. Al tercer grupo le aplicaron las descargas que se les estaban dando a los chuchos del segundo grupo, sin que su palanca tuviera nada que ver con la corriente, por lo que desde su perruno punto de vista parecían azarosas e ineludibles. El primer y el segundo grupo se quedaron tan anchos al terminar la sesión. El tercer grupo se convirtió en un manojo de perros con síntomas depresivos (¡tachán!). En un vertiginoso alarde de creatividad llamaron “indefensión aprendida” a este encantador fenómeno. Pero lo escalofriante no viene aquí.
En la segunda fase del experimento colocaron a los mismos perros en una caja con desnivel, y volvieron a jugar a “achicharra al bicho”. Para escapar de la caja había que saltar un desnivel mínimo, perfectamente salvable, idéntico para todos los grupos. Los perros de los grupos 1 y 2 saltaron el escalón sin mayor problema (“probablemente bajo el ladrido interno de “hostia tú, qué calambre”). Sin embargo, la amplia mayoría de los perros del grupo 3, que habían aprendido que las descargas eléctricas vienen porque sí y uno no tiene control sobre ellas, se tumbaron en la caja y se abandonaron a la tortura, sin más oposición que un lloriqueo.
(El resto de los experimentos de Seligman y sus compinches no me vienen bien para lo que quiero contar, así que los omitiré elegantemente, según un criterio científico propio no mucho más endeble que el que reinaba en el último congreso al que has ido.
Además, si siguiera, tendría que contar como Seligman fue poseído y violado analmente por paulo coelho y probablemente no terminaras de cenar. Sí, ya, de nada.)
En cualquier caso, igual que Milgram nos enseñó que el ser humano es malo por borreguismo (algo así como 28 días después pero también con descargas eléctricas en vez de zombies (cada moda es cada moda)); Seligman nos enseña, bichos mediante, que el ser humano es imbécil por borreguismo (como en 28 semanas después). O más bien que la tendencia natural es a comportarse como un imbécil borrego. Lo cierto es que no todos los perros se quedaron a la sesión de fritura. Un tercio del grupo 3, por muy aprendido que tuviera el percal, se las apañaba para salir. Antes de que comentes que las personas no somos perros (y que los perros son inmunes al solanum y no pueden ser zombies) te diré que no seas gilipollas, porque este mecanismo también se describe en humanos. Con la salvedad de que en humanos las descargas eléctricas son mucho más complejas, así como las palancas. Seligman dio una explicación nauseabundamente cursi a este tercio de perros inmune al desaliento, que si bien ha hecho que brotaran más hello kitties en algún dormitorio infantil, le ha hecho vender unos cuantos best-sellers. Pero lo bueno de estas cosas es que uno puede quedarse con la parte que le salga del coño.
Paralerdamente unos años más tarde, en 1975, Iván Illich le daba la mayor hostia conceptual del milenio a la medicina y por fin nos hacía promocionar a la fase anal, poniéndole nombre a uno de los fenómenos favoritos de médico crítico (horrible nombre y peores personas), la iatrogenia, sustrato conceptual de la nunca suficientemente encomiada prevención cuaternaria y demás lucha contra la medicalización (qué tostón). Si bien la psiquiatría es una de las áreas más expoliadas por la medicalimemez, este fenómeno nos ha regalado perlas conceptuales como el F91 de la CIE 10, coronado por el glorioso F91.3, aka “trastorno oposicionista desafiante” (TOD). Al sector que sabe combinar colores de este humilde blog siempre le ha parecido crucial no subestimar al enemigo y por ende estudiar sus armas y su lixivia, porque uno nunca sabe cuándo va a poder usarlas contra ellos. Es por esto que aunque uno reniegue de las clasificaciones en las que es difícil no salir, no deja de ser interesante leer los criterios en base a los cuales secondena diagnostica este fenómeno, aunque sólo sea para señalar que alguien se ha molestado en buscarlos. Y sí, técnicamente se aplica sólo a niños. Pero…
Esta mañana JRMora nos regalaba esta hermosa viñeta al hilo del adormecimiento social de este nuestro país en particular y nuestro querido occidente en general, con la excepción, sí, de un par de aldeas irreductibles y caballos con gente dentro. Si unas líneas más arriba pensabas venirme con la milonga de que las personas no son perros, probablemente también me vengas con que las sociedades no son personas. En efecto, lumbrera. La cuestión no termina de ser si hay corrientes eléctricas, si nuestra palanca funciona o no, si podemos encontrar criterios de depresión mayor en grupos poblacionales o si deberíamos echar fluoxetina en los abastecimientos de agua. La cuestión es si una sociedad enseñada a comerse las descargas porque son incontrolables también seguiría soportándolas cuando fueran evitables. Porque puede que ni la sociedad ni las personas correspondan al modelo seligmoso, pero quizá no deje de ser un masticado-para-tontos que algo de tuétano deja entrever.
Y si es así y la sociedad nos pueriliza y convierte en canes y somos así manejados, puedes ser que también podamos encontrar a nivel colectivo el F91.3, y no el optimismo (puaj) al que seligman atribuía la resistencia de algunos chuchos.
Y si es así, y tu sensación de indefensión ante gobiernos, diaz-ferranes, mentiras arraigadas y crisis-sólo-para-los-de-siempre equivale de algún modo a una descarga eléctrica que te da otro; la pregunta es si tú, ni perro ni sociedad, estás comprobando continuamente si puedes salir de la caja o ya te has tumbado a llorar. Porque puede que no haya experimento, y puede que lo haya y un arnés te tenga sujeto. Puede.
Pero cuán atroz sería que pudieras zafarte de la hez que te ha tocado vivir y estuvieras sufriéndola por no cuestionar lo aprendido, Lassie.
En 1967 un señor llamado Seligman acompañado por su amigo Maier decidió hacer caso omiso a las señales lacanianas que les empujaban a montar una empresa de salchichas y decidió hacer un rato el mogol con unos perros.
Colocaron tres grupos de perros atados a unos arneses delante de unas palancas (no, no es nada sexual). El primer grupo se quedó ahí, figurando. Al segundo grupo le dieron una serie de descargas eléctricas, que podían interrumpir al presionar la palanca. Al tercer grupo le aplicaron las descargas que se les estaban dando a los chuchos del segundo grupo, sin que su palanca tuviera nada que ver con la corriente, por lo que desde su perruno punto de vista parecían azarosas e ineludibles. El primer y el segundo grupo se quedaron tan anchos al terminar la sesión. El tercer grupo se convirtió en un manojo de perros con síntomas depresivos (¡tachán!). En un vertiginoso alarde de creatividad llamaron “indefensión aprendida” a este encantador fenómeno. Pero lo escalofriante no viene aquí.
En la segunda fase del experimento colocaron a los mismos perros en una caja con desnivel, y volvieron a jugar a “achicharra al bicho”. Para escapar de la caja había que saltar un desnivel mínimo, perfectamente salvable, idéntico para todos los grupos. Los perros de los grupos 1 y 2 saltaron el escalón sin mayor problema (“probablemente bajo el ladrido interno de “hostia tú, qué calambre”). Sin embargo, la amplia mayoría de los perros del grupo 3, que habían aprendido que las descargas eléctricas vienen porque sí y uno no tiene control sobre ellas, se tumbaron en la caja y se abandonaron a la tortura, sin más oposición que un lloriqueo.
(El resto de los experimentos de Seligman y sus compinches no me vienen bien para lo que quiero contar, así que los omitiré elegantemente, según un criterio científico propio no mucho más endeble que el que reinaba en el último congreso al que has ido.
Además, si siguiera, tendría que contar como Seligman fue poseído y violado analmente por paulo coelho y probablemente no terminaras de cenar. Sí, ya, de nada.)
En cualquier caso, igual que Milgram nos enseñó que el ser humano es malo por borreguismo (algo así como 28 días después pero también con descargas eléctricas en vez de zombies (cada moda es cada moda)); Seligman nos enseña, bichos mediante, que el ser humano es imbécil por borreguismo (como en 28 semanas después). O más bien que la tendencia natural es a comportarse como un imbécil borrego. Lo cierto es que no todos los perros se quedaron a la sesión de fritura. Un tercio del grupo 3, por muy aprendido que tuviera el percal, se las apañaba para salir. Antes de que comentes que las personas no somos perros (y que los perros son inmunes al solanum y no pueden ser zombies) te diré que no seas gilipollas, porque este mecanismo también se describe en humanos. Con la salvedad de que en humanos las descargas eléctricas son mucho más complejas, así como las palancas. Seligman dio una explicación nauseabundamente cursi a este tercio de perros inmune al desaliento, que si bien ha hecho que brotaran más hello kitties en algún dormitorio infantil, le ha hecho vender unos cuantos best-sellers. Pero lo bueno de estas cosas es que uno puede quedarse con la parte que le salga del coño.
Paralerdamente unos años más tarde, en 1975, Iván Illich le daba la mayor hostia conceptual del milenio a la medicina y por fin nos hacía promocionar a la fase anal, poniéndole nombre a uno de los fenómenos favoritos de médico crítico (horrible nombre y peores personas), la iatrogenia, sustrato conceptual de la nunca suficientemente encomiada prevención cuaternaria y demás lucha contra la medicalización (qué tostón). Si bien la psiquiatría es una de las áreas más expoliadas por la medicalimemez, este fenómeno nos ha regalado perlas conceptuales como el F91 de la CIE 10, coronado por el glorioso F91.3, aka “trastorno oposicionista desafiante” (TOD). Al sector que sabe combinar colores de este humilde blog siempre le ha parecido crucial no subestimar al enemigo y por ende estudiar sus armas y su lixivia, porque uno nunca sabe cuándo va a poder usarlas contra ellos. Es por esto que aunque uno reniegue de las clasificaciones en las que es difícil no salir, no deja de ser interesante leer los criterios en base a los cuales se
Esta mañana JRMora nos regalaba esta hermosa viñeta al hilo del adormecimiento social de este nuestro país en particular y nuestro querido occidente en general, con la excepción, sí, de un par de aldeas irreductibles y caballos con gente dentro. Si unas líneas más arriba pensabas venirme con la milonga de que las personas no son perros, probablemente también me vengas con que las sociedades no son personas. En efecto, lumbrera. La cuestión no termina de ser si hay corrientes eléctricas, si nuestra palanca funciona o no, si podemos encontrar criterios de depresión mayor en grupos poblacionales o si deberíamos echar fluoxetina en los abastecimientos de agua. La cuestión es si una sociedad enseñada a comerse las descargas porque son incontrolables también seguiría soportándolas cuando fueran evitables. Porque puede que ni la sociedad ni las personas correspondan al modelo seligmoso, pero quizá no deje de ser un masticado-para-tontos que algo de tuétano deja entrever.
Y si es así y la sociedad nos pueriliza y convierte en canes y somos así manejados, puedes ser que también podamos encontrar a nivel colectivo el F91.3, y no el optimismo (puaj) al que seligman atribuía la resistencia de algunos chuchos.
Y si es así, y tu sensación de indefensión ante gobiernos, diaz-ferranes, mentiras arraigadas y crisis-sólo-para-los-de-siempre equivale de algún modo a una descarga eléctrica que te da otro; la pregunta es si tú, ni perro ni sociedad, estás comprobando continuamente si puedes salir de la caja o ya te has tumbado a llorar. Porque puede que no haya experimento, y puede que lo haya y un arnés te tenga sujeto. Puede.
Pero cuán atroz sería que pudieras zafarte de la hez que te ha tocado vivir y estuvieras sufriéndola por no cuestionar lo aprendido, Lassie.
10.10.10
Los pasos limitantes
La sociedad de la información abre caminos que brindan oportunidades de interacción entre pacientes y médicos; a cambio, el sistema sanitario niega a los médicos (muy especialmente a los médicos de familia que trabajan en atención primaria) estos avances mientras se llena la boca con términos como "innovación", "salud 2.0", "derribar barreras de comunicación", etc.
La situación es que hoy en día en las consultas de los centros de salud de la mayoría de España no hay acceso completo a internet. En el caso de Andalucía, no hay acceso a internet en absoluto, de tal modo que si un médico quiere consultar una interacción medicamentosa, una dosis ajustada para un enfermo con insuficiencia renal o comunicarse por e-mail con alguno de sus pacientes, tendrá que hacerlo bien en su casa (en horario de descanso) o buscar un ordenador en la "biblioteca" del centro o similar... también puede recurrir a algún libro, claro, pero la información estará mucho menos actualizada y será menos amplia o accesible.
¿Y qué hacen los médicos a este respecto?... pues de momento esto:
http://internetenlaconsulta.wordpress.com/
Una iniciativa que dará que hablar y cuya declaracón de intenciones reproducimos a continuación:
La situación es que hoy en día en las consultas de los centros de salud de la mayoría de España no hay acceso completo a internet. En el caso de Andalucía, no hay acceso a internet en absoluto, de tal modo que si un médico quiere consultar una interacción medicamentosa, una dosis ajustada para un enfermo con insuficiencia renal o comunicarse por e-mail con alguno de sus pacientes, tendrá que hacerlo bien en su casa (en horario de descanso) o buscar un ordenador en la "biblioteca" del centro o similar... también puede recurrir a algún libro, claro, pero la información estará mucho menos actualizada y será menos amplia o accesible.
¿Y qué hacen los médicos a este respecto?... pues de momento esto:
http://internetenlaconsulta.wordpress.com/
Una iniciativa que dará que hablar y cuya declaracón de intenciones reproducimos a continuación:
A punto de finalizar la primera década del siglo XXI, muchas consultas médicas de nuestro país, aun disponiendo de ordenador conectado a una red informática, tienen bloqueado el acceso a Internet o éste se encuentra muy limitado… por decisión de los gestores sanitarios. Como en el absurdo caso de los diversos calendarios de vacunación españoles, las restricciones son diferentes de unas comunidades autónomas a otras, llegando a ser casi absolutas en algunas de las que se autoconsideran más avanzadas en la implantación de las nuevas tecnologías en el ámbito sanitario. [ver mapa de la situación] Resulta evidente que esta actitud de censura es precisamente una muestra de desconocimiento, tanto de la utilidad como del funcionamiento de esas nuevas (ya no tanto) tecnologías y además constituye una flagrante desconsideración hacia el médico y sus pacientes. Es de sentido común que este error se subsane cuanto antes y en consecuencia solicitamos el acceso abierto y sin restricciones a Internet desde las consultas de los profesionales sanitarios españoles para solucionar una necesidad real, tanto de ellos como de la población atendida, y que se concreta en:
Necesidad de INFORMACIÓN. Prácticamente todo resulta accesible a través de la Red. Un centro sanitario es también un centro de información que, para realizar adecuadamente su función, requiere acceso a cualquier fuente de datos disponible.
Necesidad de FORMACIÓN. La formación continuada es parte del trabajo de un médico. La enseñanza online con tecnología multimedia es una de las vías de formación más extendidas en las ciencias biomédicas. Internet es en la actualidad la mayor biblioteca de temas médicos y relacionados con la salud.
Necesidad de COMUNICACIÓN. A todos los niveles: con los pacientes, los colegas, los gestores y la comunidad.
Necesidad de PARTICIPACIÓN. La medicina actual implica la participación y la ayuda del paciente en la toma de decisiones clínicas que afectan a su salud, y también de los colectivos de enfermos.
Pretendemos con esta nota dar a conocer a la sociedad española esta injustificable situación anacrónica y trasladar la petición de un Internet abierto a los responsables de la gestión sanitaria en cualquier nivel de responsabilidad en que se encuentren.
4.10.10
"La industria quiere retratar a los ciudadanos como enfermos"
Porque pocas veces sale en los medios de comunicación una entrevista como la hecha a Ray Moynihan...
Véanla
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