[Con intención de reactivar la economía y la marca España andamos en reformas. Disculpen si le desahuciamos, expropiamos o simplemente le jodemos. Mientras seguiremos hablando..]
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22.11.11

Hay un sistema pidiendo a gritos que le prendan fuego

Si siempre has entendido que había algo mal, Muy mal, pero pensabas que tu capacidad de abstracción no daba para entender cuan perverso es el mundo de los mayores (los mayores hijos de puta).

Si alguna vez pensaste que un cambio hondo está cerca y que la palabra revolución va a volver a significar lo que significó.

Si alguna vez supiste que sólo hacía falta que la gente tomara conciencia de su humillado y vilipendiado lugar en el mundo para alzarse en armas, pero no tenías modo de explicarlo fácil.

Tranquilo. xkcd lo ha hecho por ti.


(gracias la inestimable cortesía de San Usama )

19.5.11

Octavillas dentadas y sonrisas radiantes

En las calendas de enero de 2008, cuando Grecia ardía escupiéndole a la cara a un sistema perverso desde la notocorda, brotó flamígero y contundente uno de los panfletos que devuelven la dignidad al término. La (adrenocortico)tropa médico-crítica nos permitimos hoy el lujo de cutrecitarlo, henchidos de orgullo por el primer atisbo de movimiento de una generación que hasta hoy veía más probable un holocausto zombie que una revolución social.

Todo estaba en su lugar. 

Todo estaba en su lugar! La hambruna en África. Los "especialistas" en TV. Los "malos" en prisión. Los "anarquistas" en la plaza Exarchia Puerta del Sol. Aquellos que deciden en el parlamento. Nuestro dinero en préstamos. La policía a la vuelta de la esquina. Our houses to the banks. Nuestros enemigos en Turquía Cataluña y Macedonia Euskadi. Nuestros lugares de estacionamiento en los parques.

Nuestro entretenimiento en los bares. Nuestros chicos en la escuela. Nuestros amigos en Facebook, el arte en los museos y galerías. Nuestros deseos en la publicidad. Nuestros árboles navideños en la plaza Syntagma Plaza Mayor. La belleza en los institutos de belleza. El amor en el 14 de febrero.

Nosotros entre cuatro paredes.

El fin de la disciplina. Vida Mágica.

Los hambrientos en el parlamento, los especialistas en plaza Exarchia Puerta del Sol, los malos en los institutos de belleza, los anarquistas en los museos y galerías, los que deciden en el 4 de Febrero, nuestro dinero en la plaza Syntagma Plaza Mayor en Navidad, la policía en África, nuestras casas en los parques, nuestros enemigos en Facebook, nuestros estacionamientos en los bancos.

Nuestro entretenimiento en la escuela, nuestros chicos en los bares, nuestros deseos a la vuelta de la esquina, nuestro arte en los préstamos (no voy a pagar, no voy a pagar),

Nuestros árboles en las calles
Belleza en las calles
Amor en las calles

¿Nosotros?
¿Entre cuatro paredes?

Los chicos de amor de Diciembre

5.5.11

Mayo, mes de las flores


Quería haberme estrenado como nueva cabeza pensante de Médico Crítico (halagada me hallo, por cierto) hablando de las sales del Dr. Schüssler y los 12 minerales de primera necesidad que deben estar disponibles para que haya un funcionamiento correcto del organismo. Sin embargo, los últimos acontecimientos del panorama -digamos que- político han motivado la independencia de mis dedos a la hora de teclear.


La primera semana del mes de mayo ha dado paso a una verdadera orgía mediática que ha eclipsado incluso la boda del príncipe Guillermo. Tanto es así, que para conocer la opinión -pública- sobre el ajuar de la sangre real española en la londinense Abadía de Westminster, tenemos que ir a las peluquerías de barrio.

Increíble o no, hoy en la calle los medios no hablan de Cenicienta ni de su zapatito de cristal. Hoy en la calle los medios hablan de la guerra contra el terrorismo. Tal vez deberíamos darle las gracias al ¿difunto? Bin Laden y su vitoreada captura, o bien, al Tribunal Supremo de la sala 61, por privar a un importante número de vascos de poder ir a las urnas a ejercer su derecho -político y constitucional- de votar el próximo día 22 de mayo.

Hace poco leía que al lado de víctimas de abusos y atropellos que sobrellevan el dolor con dignidad, sin que eso les impida reclamar los derechos que les corresponden en el plano moral o asistencial, abundan otras convencidas de que su condición de perjudicadas les concede alguna forma de superioridad en virtud de la cual los demás han de plegarse a sus exigencias.

Eso me dio que pensar.

¿Acaso los vascos, solo por ser vascos, tenemos cola, cuernos y tridente como los comunistas de la España franquista? ¿Acaso en este supertecnológico y “desarrollado” mundo en el que vivimos seguimos teniendo una visión tan simplista de las cosas? Me gustaría pensar que no. Sin embargo, la realidad es bien distinta. En Euskadi sigue siendo políticamente incorrecto defender lo que uno piensa. Podría decirse incluso que la política en Euskadi es un tema tabú, a diferencia de lo que ocurre en España, donde los políticos recurren una y otra vez a “los vascos" y "el conflicto” para sostener su discurso.

Si la legitimidad política de un gobierno democrático deriva principalmente del sufragio, ¿qué hacemos vetando partidos políticos?

Mientras
algunxs esperamos hoy sentados en la plaza Moyua de Bilbao a que el Tribunal Constitucional se decante por lo que es realmente democrático, otrxs siguen -cuan parásito en celo- alimentando su estrategia partidista a nuestra costa.


Y los Prínpices de luna de miel.
Ahí están bien.

27.11.10

Los 39 expertos en salud pública y Zapatero.

Un 5 de Mayo de 1790 un tal Johann Peter Frank titulaba su lección magistral en la universidad de Padua así: "De populorum miseria: morborum genitrice" Es decir, la miseria genera enfermedad.

220 años más tarde, me temo que ningún "paper" (que tiene más evidencia que un artículo) publicado en cualquier journal ha superado las consecuencias de estas cinco palabras amasadas en la lengua del imperio. Quizá la penicilina haya curado neumonías (sí, más que el moxifloxacino), quizá los retrovirales hayan curado (perdón cronificado-hipotecado) a los enfermos de VIH , quizá la citicolina haya... :-P

Pero ¿ qué curaría el tratamiento de las aguas residuales? Mucho verdad? Que se lo digan al Vibrio cholerae que va a ganar mañana las elecciones...

Pero ( y sigo con los peros) no hay que andar tantos kilómetros. Me parece que aquí, en la piel de toro, pasa algo similar. Resulta que yo me quito de fumar, pero quizá alguno de los N mil nuevos parados comiencen a fumar, porque el paro JODE. Otro quizá aumente en 10 su l.p.m y otro simplemente duerma menos porque en la empresa las cosas están difíciles. Y me da, sin datos en la mano, que esto genera más enfermedad que el BRCA-1, y todos los LDL del mundo juntos.

Hay algo que me preocupa, en lo más egoísta. Uno que se aficionó a esto de la medicina por la filia-hacia-el-otro. Por la filia al sufre, al que está jodido, al que llora, al que cree que tiene cáncer porque vio en internet y al que suda de dolor; es mi miseria. Puestos a esto y vistos los tintes de este mundo ahora me pregunto si cambiar el Farreras por libros de economía, de ciencias políticas e historia. Ya no se cuánto de ridículo tienen los sueros, las amoxicilinas, los tubos traqueales y la nora en bombas de perfusión.

Y es que, hay un problema más. Dever en ( An epidemiological model for health policy analysis, 1977) generó algunos problemas cuando relacionó gasto sanitario, determinante de salud y mortalidad achacada a ese determinante. Quedando:sistema sanitario: gasto 90%, responsable de un 11% de la mortalidad; estilos de vida gasto 1,2% con una mortalidad del 43%...

¿Las cosas están así? Pues no se, el caso es que hoy tengo dudas. No se si es el LDL o esta locura económica la que lleva a la gente a los hospitales.

Estos 39 señores que hoy charlan en la moncloa, ni mejores ni peores, manejan cerca del 50% del PIB de este país. Lo repito, para que memorizen "manejan cerca del 50% del PIB, son 39". No soy el papa así que no demonizo ni sacralizo. Me da igual si son malas-buenas personas, pues somos nosotros, todos, los que madrugamos todos los días para producir ese PIB y los que se lo cedemos.

Por todo esto hoy pienso, que los 39 son expertos en Salud Pública. Expertos en inflación, en Ibex35 ,expertos en hipotecas, en activos de capitales, en deuda pública. Es decir y para que nos entendamos: expertos en sueldos, en paro, en comida y en hambre, en insomnio, en estrés, en angor, en-hoy-fumo-porque-me-cabreo, en no-hay-dinero-para ... expertos en Salud.

Y luego que me digan que en la facultad de medicina no se debe hablar de política.

18.10.10

Explora tu propia capacidad de insight (sight). Ahora con moralina gratis.

(Disclaimer. El objetivo de este post vuelve a ser reírme en un futuro de las memeces que escribía cuando era R1. Si te parece que está sembrado de errores, probablemente tengas razón. Sin embargo es probable que también veas muchos errores al mirarte al espejo, y aun así te dejamos salir a la calle. Quid por culo, Clarisse)


En 1967 un señor llamado Seligman acompañado por su amigo Maier decidió hacer caso omiso a las señales lacanianas que les empujaban a montar una empresa de salchichas y decidió hacer un rato el mogol con unos perros.
Colocaron tres grupos de perros atados a unos arneses delante de unas palancas (no, no es nada sexual). El primer grupo se quedó ahí, figurando. Al segundo grupo le dieron una serie de descargas eléctricas, que podían interrumpir al presionar la palanca. Al tercer grupo le aplicaron las descargas que se les estaban dando a los chuchos del segundo grupo, sin que su palanca tuviera nada que ver con la corriente, por lo que desde su perruno punto de vista parecían azarosas e ineludibles. El primer y el segundo grupo se quedaron tan anchos al terminar la sesión. El tercer grupo se convirtió en un manojo de perros con síntomas depresivos (¡tachán!). En un vertiginoso alarde de creatividad llamaron “indefensión aprendida” a este encantador fenómeno. Pero lo escalofriante no viene aquí.

En la segunda fase del experimento colocaron a los mismos perros en una caja con desnivel, y volvieron a jugar a “achicharra al bicho”. Para escapar de la caja había que saltar un desnivel mínimo, perfectamente salvable, idéntico para todos los grupos. Los perros de los grupos 1 y 2 saltaron el escalón sin mayor problema (“probablemente bajo el ladrido interno de “hostia tú, qué calambre”). Sin embargo, la amplia mayoría de los perros del grupo 3, que habían aprendido que las descargas eléctricas vienen porque sí y uno no tiene control sobre ellas, se tumbaron en la caja y se abandonaron a la tortura, sin más oposición que un lloriqueo.

(El resto de los experimentos de Seligman y sus compinches no me vienen bien para lo que quiero contar, así que los omitiré elegantemente, según un criterio científico propio no mucho más endeble que el que reinaba en el último congreso al que has ido.
Además, si siguiera, tendría que contar como Seligman fue poseído y violado analmente por paulo coelho y probablemente no terminaras de cenar. Sí, ya, de nada.)


En cualquier caso, igual que Milgram nos enseñó que el ser humano es malo por borreguismo (algo así como 28 días después pero también con descargas eléctricas en vez de zombies (cada moda es cada moda)); Seligman nos enseña, bichos mediante, que el ser humano es imbécil por borreguismo (como en 28 semanas después). O más bien que la tendencia natural es a comportarse como un imbécil borrego. Lo cierto es que no todos los perros se quedaron a la sesión de fritura. Un tercio del grupo 3, por muy aprendido que tuviera el percal, se las apañaba para salir. Antes de que comentes que las personas no somos perros (y que los perros son inmunes al solanum y no pueden ser zombies) te diré que no seas gilipollas, porque este mecanismo también se describe en humanos. Con la salvedad de que en humanos las descargas eléctricas son mucho más complejas, así como las palancas. Seligman dio una explicación nauseabundamente cursi a este tercio de perros inmune al desaliento, que si bien ha hecho que brotaran más hello kitties en algún dormitorio infantil, le ha hecho vender unos cuantos best-sellers. Pero lo bueno de estas cosas es que uno puede quedarse con la parte que le salga del coño.

Paralerdamente unos años más tarde, en 1975, Iván Illich le daba la mayor hostia conceptual del milenio a la medicina y por fin nos hacía promocionar a la fase anal, poniéndole nombre a uno de los fenómenos favoritos de médico crítico (horrible nombre y peores personas), la iatrogenia, sustrato conceptual de la nunca suficientemente encomiada prevención cuaternaria y demás lucha contra la medicalización (qué tostón). Si bien la psiquiatría es una de las áreas más expoliadas por la medicalimemez, este fenómeno nos ha regalado perlas conceptuales como el F91 de la CIE 10, coronado por el glorioso F91.3, aka “trastorno oposicionista desafiante” (TOD). Al sector que sabe combinar colores de este humilde blog siempre le ha parecido crucial no subestimar al enemigo y por ende estudiar sus armas y su lixivia, porque uno nunca sabe cuándo va a poder usarlas contra ellos. Es por esto que aunque uno reniegue de las clasificaciones en las que es difícil no salir, no deja de ser interesante leer los criterios en base a los cuales se condena diagnostica este fenómeno, aunque sólo sea para señalar que alguien se ha molestado en buscarlos. Y sí, técnicamente se aplica sólo a niños. Pero…

Esta mañana JRMora nos regalaba esta hermosa viñeta al hilo del adormecimiento social de este nuestro país en particular y nuestro querido occidente en general, con la excepción, sí, de un par de aldeas irreductibles y caballos con gente dentro. Si unas líneas más arriba pensabas venirme con la milonga de que las personas no son perros, probablemente también me vengas con que las sociedades no son personas. En efecto, lumbrera. La cuestión no termina de ser si hay corrientes eléctricas, si nuestra palanca funciona o no, si podemos encontrar criterios de depresión mayor en grupos poblacionales o si deberíamos echar fluoxetina en los abastecimientos de agua. La cuestión es si una sociedad enseñada a comerse las descargas porque son incontrolables también seguiría soportándolas cuando fueran evitables. Porque puede que ni la sociedad ni las personas correspondan al modelo seligmoso, pero quizá no deje de ser un masticado-para-tontos que algo de tuétano deja entrever.

Y si es así y la sociedad nos pueriliza y convierte en canes y somos así manejados, puedes ser que también podamos encontrar a nivel colectivo el F91.3, y no el optimismo (puaj) al que seligman atribuía la resistencia de algunos chuchos.

Y si es así, y tu sensación de indefensión ante gobiernos, diaz-ferranes, mentiras arraigadas y crisis-sólo-para-los-de-siempre equivale de algún modo a una descarga eléctrica que te da otro; la pregunta es si tú, ni perro ni sociedad, estás comprobando continuamente si puedes salir de la caja o ya te has tumbado a llorar. Porque puede que no haya experimento, y puede que lo haya y un arnés te tenga sujeto. Puede.

Pero cuán atroz sería que pudieras zafarte de la hez que te ha tocado vivir y estuvieras sufriéndola por no cuestionar lo aprendido, Lassie.

7.7.10

Un aborto con el médico vestido de payaso

Capítulo I. En donde se relata cómo Descartes agarró una motosierra, dispuesto a acabar con tanta tontuna.

Íbamos a haber escrito hace dos días un post sobre la entrada en vigor de la Ley del aborto ((en el título oficial pone algo de Salud Reproductiva y tal, pero vamos al tema que más mola)), pero es que todos los miembros del blog estábamos abortando, que por lo que hemos visto/oído/leído en diversos medios parece que es obligatorio con la entrada en vigor de la Ley.

Ante la pregunta de ¿tú estás a favor del aborto? no podemos más que preguntar ¿estás a favor de tomar laxantes? La respuesta viene a ser la misma "No, no estoy "a favor de", ni siquiera creo que nadie vaya a hacer uso del aborto/laxantes por hobbie -aunque hay gente pá tó- pero me parece que en ciertas circunstancias es un recurso que ha de estar disponible".

Aún así, podríamos enzarzarnos durante eones en una discusión acerca de "el milagro de la vida" y demás eufemismos empalagosos para los inquisidores de turno; una discusión larguísima y tediosísima donde tratarían de convencernos de lo perverso de nuestra actitud (esa herejía que pretende que cada uno ha de tener derecho a programar su reproducción (o ausencia de ella) cómo y cuándo desee) hablándonos de "manos gordezuelas de bebés regordetes y sonrientes" y de "lo hermoso de sentir pataditas en la barriga" {un día analizaremos por qué los cosificadores de la mujer antiabortistas puerilizan su lenguaje hasta parecer retrasados}; como si nosotros tuviéramos algún problema con los hijos en general, y con su versión beta en particular.


Ya les digo, sería una discusión infumable, en la que a cthulhu le daría tiempo a despertarse y preguntar quién se ha comido sus cereales; en la que no lograríamos hacer comprender que, a nuestro modo de ver, tener hijos es una decisión importantísima, una de las más importantes de la vida (si no la que más); pero en ningún caso es una obligación, y mucho menos un "castigo a unos actos irresponsables" {por si nos leyera algún niño-de-colegio-de-opus-dei, con "acto irresponsable" nos referimos a un polvo a destiempo, concretamente en una corrida a destiempo sobre una farmville uterina}. Pero no es eso lo que nos preocupa.


Capítulo II. La angustia felina de Schrödinger.

Puede exasperarnos la moralina, el "tú no tendrás este derecho porque no sabrías manejarlo, lo voy a tener yo que sí estoy preparada y para diferenciarnos haremos que simplemente no puedas pagarlo", el whatever you want. Pero lo que nos aterra es la enésima sodomía conceptual del término "objeción de conciencia".

El que la mayoría de las opiniones que se escuchen en contra del aborto como escenario posible sean voces masculinas no sabemos si responde a un acto (más) de masculinización en el diseño y planificación de la salud femenina (nos remitimos a nuestro post ¿ginecólogo o ginecóloga?) o a una percepción errónea por nuestra parte (no es paranoia si todos están contra mí).


Capítulo III. Teoría bayesiana de la estafa social.

El escenario actual del aborto en España muestra que cualquier mujer con unos cientos de euros puede ir a una clínica privada y, sin demasiado papeleo ni control administrativo, abortar bajo el supuesto de "daño psicológico para la mujer". Con la legislación que se pretende instaurar/ se ha instaurado se viene a crear el marco normativo y de recursos que limite unas prácticas que se estaban convirtiendo en el lucro desmedido de multitud de clínicas y profesionales (ahora resultará que ningún ginecólogo que objeta en la pública realiza abortos en la privada... poderoso caballero...). Entendemos que para aquellos que, desde una perspectiva de moral (religiosa o laicamente inculcada) rechazan la posibilidad de que alguien aborte de forma artificial el que se legisle este hecho puede resultar algo tremendamente alarmante; sin embargo, dado que percibimos que dichos reparos han de quedar en la esfera de lo individual, podrían equipararse con el escándalo que puede suponer a un judío que viva en Concha Espina el que tanta gente se movilice y trabaje cada sábado en el Bernabéu...

Y más allá, si tu religión-credo-orientaciónsexual-filiaciónpolítica-parafiliafavorita-equipodefúbtol-estilodemanicura-políticadekarmaenmenéame va a impedirte prestar un servicio al que un ciudadano tiene derecho, quizá no estás capacitado para ocupar el puesto que presta ese servicio. Porque igual que una mujer de un pueblo de soria no puede escoger al médico que la atenderá de urgencia (no hablamos de una gran ciudad con sus chopocientos hospitales y sus chorrocientas tretas administrativas), tú, que estás ahí para garantizar sus derechos, no puedes escoger si la atiendes o no.

¿Acaso permitiríamos que en el centro de referencia de ginecología de la seguridad social trabajara un imán fundamentalisa chiíta al que sus ideas impidieran tocar a las mujeres y por ende no las tratara, aunque fuera el único médico disponible? ¿Acaso entenderíamos que en el triaje de unas urgencias hubiera alguien que, por una fobia social (irreductible a toda lógica y de rasgos compatibles con psicosis, como la fé religiosa (al DSM IV me remito)), se negara a atender a los pacientes, vetándoles el acceso? ¿Aceptaríamos que el traumatólogo de guardia de un hospital no atendiera a un paciente psiquiátrico de urgencia con un hombro luxado "porque los locos le dan mal rollo"?

Capítulo IV. Donde se explica cómo creíamos que habíais entendido que de las cruzadas sólo molan los grabados en las catedrales.

Casos extremos, sí (no mucho más lejos de la cordura que aquellos en los que alguien bautiza un embrión-moquito de tres semanas), que hasta podrían, a nivel individual, ser comprensibles. Oiga, entiendo su manera de pensar por muy diferente que sea a la mía, intentaremos adaptar su trabajo para que no tenga que pasar por tragos que le son amargos. Es más, aprovechando que tenemos colegas en Murcia y Castilla y León, recientemente nombradas aldeas galas, nosotros vamos a declararnos objetores de conciencia de los impuestos indirectos (por injustos y alejados de la política social); ya que nos supone un Dolor inefable el ver como la recaudación no corresponde por tramos a lo que se gana.

Pero la perversión, la maldad auténtica, viene cuando esos casos excepcionales se juntan y alían para crear barreras que pasen por encima de leyes y sentencias.
¿qué pasaría si todos los médicos de la comunidad de madrid nos negáramos a atender a gitanos rumanos, alegando motivos de conciencia? O a todos los ecuatorianos. O a todos los inmigrantes. O a todos los hijos "ilegítimos". O a las mujeres solteras no vírgenes. ¿Alguien dudaría que lo que pretendemos es imponer nuestro veto a la inmigración o a las relaciones extramatrimoniales, saltándonos los derechos humanos y las leyes vigentes? Y si nos negáramos a atender a todos los que no nos pagaran bajo cuerda, ¿esto sería corrupción, y negarse a atender a quienes precisen abortar no lo es?

Los pactos que niegan actividad asistencial a aquellos cuya moral no gusta no buscan proteger una parte frágil de los facultativos, inherente a ellos por ser personas; busca otorgar a los médicos una categoría superior; busca convertirles en ciudadanos de primera con potestad para regular los derechos de los ciudadanos de segunda, a.k.a usuarios.

No os dejéis pisar. Una licenciatura, una oposición y un título de especialista no nos hacen mejores que vosotros ni nos dan derecho a decidir por vosotros qué es moralmente adecuado y qué no lo es.



{primera entrada verdaderamente co-escrita por Javithink-el-valiente y Adrastea-culo-mandril, gracias a esta más-que-recomendable-herramienta (no, no es un link al redtube).}

3.6.10

¡qué logro, qué logro, tenemos el logo del ogro!

Ya dijo un sabio del celuloide "no empecemos a chuparnos las pollas todavía" y le hicimos caso pero no el suficiente: una vez más nos encontramos con las divertidas e higiénicas prácticas de nuestras amigas las farmacéuticas (lo cual no nos sorprende) pero esta vez nos sorprende un poco más de lo habitual porque nos las hemos encontrado en casa: en lo que creíamos era el corazón (delator) de la resistencia a su hegemonía. ¡já!

Traductio: los sanitarios mo(n)goles que nos dedicamos a estos bonitos blogs en nuestros ratos (de mentes) libres íbamos a reunirnos por primera vez, ponernos caras y presumiblemente pasarnos hielos; en un congreso con pinta de molón y que ¿casualmente? satisfacía nuestros requisitos éticos: entre otras cosas nuestras amigas las farmacéuticas brillaban por su ausencia.

Y ahí estábamos tan majos pensando en asuntos verdaderamente importantes, como qué nos íbamos a poner, cuando a alguien le ha dado por fijarse y zás, a la página del evento le ha salido algo de moho. Resulta que de golpe y porrazo en medicocritico estamos promocionando a dos farmacéuticas, gracias al inocente banner de nuestro congreso-de-e-colegas.

Camarero, hay una farmaindustria de vello púbico en mi sopa.

En estos instantes en un googlegroup la redacción de farmacríticxs decide cómo actuar anivel corporativo interno; la redacción de médicocrítico masca tabaco y levanta una ceja por chat de gmail; a nivel individual volvemos todos a la eterna duda de hasta dónde me dejo llevar y si las llamas del aro me chamuscarán si al final paso; pero de lo que no nos cabe ninguna duda es de:
1.- tch, tch, tch.
2.- pregunta clave: ¿estos patrocinadores acaban de aparecer ahora en plan fichaje estrella, o estaban ahí desde el principio y lo único que ha aparecido es el logo?
3.- a los organizadores les risperdal consta ® (OH MIERDA, YA HE EMPEZADO) que este detallito nos importa mucho bastante a muchos bastantes de los participantes. La sorprendente discreción, ¿es casual?
4.- más tch, tch, tch.

en fin, fuimos a un congreso y nos crecieron los laboratorios...

24.3.10

Disfruta de la mejor época de tu vida

.-Disfruta de estos cuatro meses, porque no volverán a repetirse.
Afortunadamente.
Cuatro meses de apatía, de abulia, de no me hace falta ver españoles por el mundo para pensar en qué cojones hago aquí. Cuatro meses para ver que el objetivo de los últimos siete(؟) años se ha dejado atrás y ahora flotas en el aire. El triunfador(؟) académico que de pronto pertenece a la generación ni-ni.



.-Aprovéchalos al máximo.
Eso. Corre de hospital en hospital añadiendo preguntas absurdas al formulario con el que bombardeas a cada incauto residente que pasa por allí. Que si sois biologicistas, que si tenéis fibro-scan (wtf), que si libráis las guardias, que si tenéis columna (¿u os sostenéis por un sistema de andamios no cordados?), que pero-a-ver,-de-R2-cómo-cuanta-laringe-te-dejan-operar. Acumula cientos de datos para hacer amalgamas de sensaciones y llegar a paseo del prado con una lista engorrosa y entachonada donde empieza el resto de tu vida. Manifiesto mi indignación: al menos una bola de cristal tiene algo de clase, y ciertamente alguien debió advertirme de esto cuando entré.



.-Por cierto, ¿Qué número tienes?
Hártate de los que preguntan a bocajarro y de los que tantean hasta que la úvea les grita bingo cuando lo escupes, hastíate y díselo o invéntate uno que no es. Tus últimos ocho(؟) meses y tus anteriores seis(؟) años convertidos en una cifra, welcome to Dachau-riau-riau. Y ahora mírate en el espejo con desidia; si el número es bajo porque olvidas donde carajo te habías conseguido ir viendo al ampliarse el abanico en ocho dimensiones y si es alto porque gente que no conoces va a a acabar escogiendo por ti. Lo mejor, que si bien conocidos y desconocidos no preguntan otra cosa, tampoco podrías contestar si les diera por irse de originales, porque ahora mismo no tienes mucho más que aportarle al mundo. Pues eso, Dachau riau riau, clasifíquese en esa lista.




.-¿Y qué quieres hacer?
Y yo qué hostias quieres que sepa, si hace 11 meses que no veo un paciente, si ya ni me acuerdo de por qué vine aquí, si per-yódicamente pienso en viajar en el tiempo y darme una hostia cuando aquel día dije a los cinco años que quería ser médico, o en dártela a ti cuando después de selectividad echaste a cara o cruz si medicina o teleco, o en dársela a tus padres cuando te convencieron de que veterinaria no, que sólo ibas a cortarle uñas a yorkshires con olor a coño de Señoras que tienen sexo con sus yorkshires.
Qué quieres que haga si ahora lo que me apetece es hacerme instructora de buceo o montar una casa de putas en el algarve, si la medicina no es más que listas y clasificaciones y 225 preguntas que acerté o fallé; y si vaya donde vaya no paro de obtener pruebas de que la vida profesional puede resumirse en diez preguntas coroladas por un ¿volverías a coger esta plaza? (contestado en general con un ladeo de cabeza y una mirada vacía).



.-Pero, ¿qué te motiva?
Así para empezar me motiva dejar de tener esta conversación de una puta vez. Me motiva ver a mis colegas de la carrera, mayores que yo, puteados porque acaban la residencia y no les contratan, u optan a contratos de mierda, o bien se han desengañado y no quieren seguir en lo suyo y liban becas y másteres a sus treinta para ver a qué otro desengaño aspirar. Me motiva pensar que dentro de unos meses sólo hablaré de cuán jodida fue la guardia de tal día, de si voy más o menos apurado para la sesión del miércoles y en el mejor (؟) de los casos quién folló con quién en esa fiesta de residentes.
Me motiva acordarme de que una vez me interesó todo esto aunque no consigo recordar por qué.



.-Tampoco te agobies, ya verás como hagas lo que hagas te gusta.
Y si ese es el problema, y si esa sensación de inquietud son las llamas del aro por el que hace tiempo que pasamos, y si hagas lo que hagas te vas a conformar porque la elección está mal planteada, porque no tiene sentido, porque la vida no debería ser así, y la medicina tampoco (sin necesidad de catalogarla aparte), y si simplemente todo esto es una hercúlea estupidez.
Quién gana con que yo tenga que escoger entre hacer guardias de puerta o tener la remota posibilidad de ponerles hip-hop a las pro-anas en el hospital de día, quién gana haciéndome valorar si las guardias se libran o no y confiar en que la docencia cristalice ella solita entre mis dedos. Quién. ¿Yo? ¿De verdad? Que si me lo dicen me lo creo. Ah, se me olvidaba ¿y hacéis transplante?



.-Ánimo y suerte en la elección. Bueno, suerte a los demás, a ti, adrasteita, te deseamos sensatez.
Náusea, desencanto y autohumor: busco candidatos para colaborar a un ensayo clínico cuyo objetivo es distinguir qué es más lesivo, ir a coger plaza borracho o ir enamorado.



Definitivamente tenía que haber hecho filología eslava, y jugar a mileurista en Katowice, en una casa sin calefacción.

26.2.10

sabias palabras para esta tarde de abril (en algún eje mensual,al menos)

Les ruego inviertan 15 minutos de su vida en escuchar verdades como puños entreveradas en un discurso Humilde, fenómeno que no muchas veces podrán observar en boca de un galeno. Nnada nuevo bajo el sol en verdad, pero las formas exquisitas son tan ska-sas que les incoo a que Aprovechen.

La excusa, una charla del Dr. Lorenzo Arribas Mir llamada "mujeres sanas de milagro", sacada de unas jornadas organizadas por la sociedad española de contracepción.

Dale don dale.