Existe mucho dinero de mentira. En los mercados de futuros se mueve "dinero de mentira", en muchas de las cábalas que se realizan con la deuda se maneja "dinero de mentira"... y en sanidad...en sanidad somos especialistas en manejar "dinero de mentira".
¿A qué nos referimos con esta expresión? Leamos el siguiente titular de "El diario de Burgos" (al que llegamos a través de Fernando Guzón).
¿140 millones de euros al año? Y eso solo en Castilla y León. Si uno continúa leyendo resulta que es un cálculo publicado por la Gerencia Regional de Salud, y que es la cifra resultante de multiplicar 70€ (precio de una consulta de Atención Primaria -no he encontrado el catálogo de precios públicos de Castilla y León, sin embargo en la Comunidad de Madrid una consulta de Atención Primaria con un facultativo y sin pruebas complementarias se factura a 39 euros-) por 2'77 millones de citas a las que los pacientes no acuden anualmente en atención primaria.
Esta noticia aparece unos días después de que se publicaran las medidas que el Ministerio de Hacienda planteaba para su discusión y que incluían copagos y sanciones donde una multa a los que falten a consultas cuadraría a la perfección. Sobre la medida concreta no vamos a hablar (en Salud con cosas ya comentaron algo hace un tiempo), pero sobre los cálculos tenemos mucho que decir.
Comentábamos hace unos días, en relación con la medición de las desigualdades sociales en salud, que la forma en la que se mide algo lleva implícita una serie de valores que suelen pasar inadvertidos gracias a un velo de objetividad. En esta ocasión lo que se hace es un uso de las cifras para "preparar el terreno" para posibles medidas a la vez que se lanza un discurso ciertamente moralizante sobre el uso de los recursos sanitarios (no confundamos moralina y educación para el uso de servicios).
Más allá de que no nos creamos los números que publica la gerencia regional de salud de Castilla y León (el número de consultas seguramente incluya aquellas consultas múltiples dadas para pacientes que precisan más de un hueco o incluso las citas "falsas" que muchos médicos se dan para tener tiempo para ver a todos sus pacientes) nos hacemos dos preguntas: ¿si la gente no pidiera esas citas la sanidad castellanoleonesa ahorraría 140 millones de euros? y ¿alguien se ha planteado que esa gente que no va a la consulta de atención primaria es la que, de forma indirecta/no reglada/no normativa/informal, posibilita que el médico pueda tener algo más que 5-6 minutos por paciente para poder atender a esos casos que precisan una eternidad en cinco minutos?
La primera pregunta es fácil de contestar: NO. En Atención Primaria los costes fijos son altos (infraestructuras, profesionales,...), pero además se da el hecho de que pocas consultas se saldan sin prescripciones farmacológicas/derivaciones/reconsultas, es decir, que es posible que si esas 2'7 millones de consultas se hubieran producido la sanidad castellanoleonesa hubiera incurrido en mayores gastos.
La segunda pregunta es difícil de contestar. 5-6 minutos por paciente, para pacientes a los que ves 4-5 veces al año suponen entre 20 y 30 minutos al año... durante años... y viendo de vez en cuando a familiares... es decir, que la longitudinalidad hace que el tiempo se pliegue sobre sí mismo y 5 minutos sean mucho más que 5 minutos. Si bien 5 minutos pueden ser suficientes para atender la mayoría de las consultas de atención primaria, 5 minutos por paciente y 40-50 pacientes por día convierten cada día en una pequeña hazaña. Los huecos dejados por aquellos pacientes que a diario no acuden a la consulta son pequeñas bolsas de oxígeno que se encuentran en el día a día de la consulta y que hacen que muchos profesionales lleguen al final del día sin odiar demasiado su trabajo. La-gente-que-falta-a-las-consultas es un problema en el marco cuadriculado del gestor que solo ve hojas de cálculo y palancas de cajas registradoras, pero en la consulta puede ser en ocasiones un facilitador que mejore el devenir del trabajo diario.
¿El de las citas sin paciente es el único caso de "dinero de mentira" en la sanidad? En absoluto... el caso paradigmático es el de los ahorros por mejorar la práctica clínica. "Si prescribiéramos omeprazol en vez de rabeprazol se ahorrarían XXXXXX mil euros sin perjuicio para el paciente". El problema es que: 1) Esos euros de ahorro pueden ser euros que no te endeudas, no euros que liberas para destinar a actividades más provechosas para la salud de tu población, 2) En los últimos años estamos viendo que el dinero que se consigue ahorrar en los distintos dispositivos asistenciales -por mejora de la eficiencia- no revierte en la mejora de nuestro sistema sanitario, sino que se destina a pagar deuda contraída por otras partidas de gasto o a gastar en otras partes de los presupuestos y 3) En sanidad casi nunca nos encontramos en situaciones en las que no exista "gasto por sustitución", de modo que hay que saber cuantificarlos.
Seguiremos viendo un uso torticero de los datos, sin duda. Habrá que seguir intentando analizarlos y ver qué hay detrás de ellos.
Nota al pie: estamos hablando de consultas de atención primaria. En el caso de intervenciones quirúrgicas el tema de los costes es distinto, pero en ese caso hay otro factor que tendríamos que investigar bien: la información que se da al paciente. No solo información sobre día/hora de la intervención, sino sobre miedos y seguridades en relación con la cirugía y otros factores que tal vez condicionen que una persona tenga una cita antes de tener la convicción de querer asistir a ella.