Rara vez un MIR de cardiología, medicina interna o cirugía tiene que escuchar en una consulta durante una rotación que el tutor de residentes de una especialidad le diga “yo la verdad es que no puedo entender cómo te gusta tu especialidad” (otras veces expresado como -palabras reales- “¿no crees que has malgastado tu elección del MIR cogiendo Medicina de Familia?”).
Esa frase aplicada a la Medicina Familiar (y Comunitaria, aunque presumo que muchos desconocen el segundo apellido de la especialidad) la tuve que escuchar el otro día.
Podría hacer una lista de 50 artículos, 500 compañeros y 5000 sensaciones/sentimientos/pensamientos que podrían por sí solos contestar a esa pregunta, pero voy a limitarlo a 10 motivos, algunos de los cuales ya han aparecido por aquí previamente:
1.Por la entrevista clínica, la cercanía, la necesidad de adaptación... como expresa Borrell (médico de familia, a todo esto) en su libro "Entrevista clínica: manual de estrategias prácticas".
2.Por la polivalencia, la variedad de cada día, la capacidad para hacer una citología vaginal y 1 minuto después hacer un abordaje familiar, gestionar una baja laboral como herramienta terapéutica o decidir conjuntamente con un paciente si esa fibrilación auricular que le hemos recién diagnosticado (porque él vino a la consulta diciendo que al ponerse la mano en la sien notaba el pulso “algo desordenado”) es conveniente complementarla con anticoagulantes orales.
3.Porque contamos las cosas de otra forma, no sólo somos los científicos que diagnosticamos y tratamos, también somos las personas que integramos lo que va más allá de la ciencia y la persona...como recientemente nos contó Amantea.
4.Porque las personas no viven aisladas y hay que saber cómo realizar diagnósticos e intervenciones a nivel comunitario, y eso comienza viviendo los barrios... como escribe aquí Rafa Cofiño...o como se le oye decir a veces (cito de oídas, perdón por las inexactitudes) “yo les diría a los residentes que no investigaran, que ya hay mucho investigado para unos cuantos años, que salgan a la calle y observen, y después, si tienen tiempo, que investiguen algo más”.
5.Porque somos los principales encargados de defender a los pacientes de nosotros mismos, especialmente a aquellos sobre los que el sistema sanitario más se empeña en actuar. Un ejemplo de esto está en este artículo de Juan Gérvas y Mercedes Pérez sobre el encarnizamiento diagnóstico y terapéutico sobre la mujer.
6.Porque somos tan simples que necesitamos ir por orden, y a veces nos encontramos con cosas como la que cuenta Julio Bonis en su blog...
7.Porque es en la Medicina de Familia uno de los primeros lugares donde nos hemos dado cuenta de la importancia de hacer de nuestra disciplina un conocimiento multidisciplinar, utilizando la estadística como herramienta de trabajo (autopublicidad en esta sesión clínica); como artículo de cabecera al respecto de la estadística y los médicos (y pacientes), sigan el link.
8.Porque nos “corresponde” estar al pie de la cama cuando la vida se va acabando, cosa que describe perfectamente Iona Heath en su libro "Ayudar a morir" (imprescindible, Ciertamente).
9.Porque seguimos siendo los médicos de cabecera de la población (que se deja), como aquel libro que se tiene en la mesilla de noche para que no coja polvo en la estantería, acudiendo a él para ahogar dudas y angustias.
10.Porque la gente enferma en sus pueblos y se curan y evolucionan rodeados de sus familiares, y no encerrados durante X días en un edificio gigantesco donde se cierran las puertas a sus familiares y se les conecta a tantos tubos como agujeros hay en su organismo (si no se crea ninguno extra), se les ponen tratamientos que apenas se explican (y, claro, así se puede prever la adherencia al mismo que habrá una vez el paciente esté en su hogar) y se les dice “si alguna vez necesita algo de nosotros, dígale a su médico de cabecera que le vuelva a derivar” (traducción de la coletilla que subyace “porque él ni de coña va a poder solucionarle ninguna duda sobre posologías evoluciones, pronósticos, complicaciones o alternativas terapéuticas”).
Excesivamente ¿ácido?...maybe...pero básicamente son los motivos que tengo para querer Ser Médico de Familia y Comunidad.
Esa frase aplicada a la Medicina Familiar (y Comunitaria, aunque presumo que muchos desconocen el segundo apellido de la especialidad) la tuve que escuchar el otro día.
Podría hacer una lista de 50 artículos, 500 compañeros y 5000 sensaciones/sentimientos/pensamientos que podrían por sí solos contestar a esa pregunta, pero voy a limitarlo a 10 motivos, algunos de los cuales ya han aparecido por aquí previamente:
1.Por la entrevista clínica, la cercanía, la necesidad de adaptación... como expresa Borrell (médico de familia, a todo esto) en su libro "Entrevista clínica: manual de estrategias prácticas".
2.Por la polivalencia, la variedad de cada día, la capacidad para hacer una citología vaginal y 1 minuto después hacer un abordaje familiar, gestionar una baja laboral como herramienta terapéutica o decidir conjuntamente con un paciente si esa fibrilación auricular que le hemos recién diagnosticado (porque él vino a la consulta diciendo que al ponerse la mano en la sien notaba el pulso “algo desordenado”) es conveniente complementarla con anticoagulantes orales.
3.Porque contamos las cosas de otra forma, no sólo somos los científicos que diagnosticamos y tratamos, también somos las personas que integramos lo que va más allá de la ciencia y la persona...como recientemente nos contó Amantea.
4.Porque las personas no viven aisladas y hay que saber cómo realizar diagnósticos e intervenciones a nivel comunitario, y eso comienza viviendo los barrios... como escribe aquí Rafa Cofiño...o como se le oye decir a veces (cito de oídas, perdón por las inexactitudes) “yo les diría a los residentes que no investigaran, que ya hay mucho investigado para unos cuantos años, que salgan a la calle y observen, y después, si tienen tiempo, que investiguen algo más”.
5.Porque somos los principales encargados de defender a los pacientes de nosotros mismos, especialmente a aquellos sobre los que el sistema sanitario más se empeña en actuar. Un ejemplo de esto está en este artículo de Juan Gérvas y Mercedes Pérez sobre el encarnizamiento diagnóstico y terapéutico sobre la mujer.
6.Porque somos tan simples que necesitamos ir por orden, y a veces nos encontramos con cosas como la que cuenta Julio Bonis en su blog...
7.Porque es en la Medicina de Familia uno de los primeros lugares donde nos hemos dado cuenta de la importancia de hacer de nuestra disciplina un conocimiento multidisciplinar, utilizando la estadística como herramienta de trabajo (autopublicidad en esta sesión clínica); como artículo de cabecera al respecto de la estadística y los médicos (y pacientes), sigan el link.
8.Porque nos “corresponde” estar al pie de la cama cuando la vida se va acabando, cosa que describe perfectamente Iona Heath en su libro "Ayudar a morir" (imprescindible, Ciertamente).
9.Porque seguimos siendo los médicos de cabecera de la población (que se deja), como aquel libro que se tiene en la mesilla de noche para que no coja polvo en la estantería, acudiendo a él para ahogar dudas y angustias.
10.Porque la gente enferma en sus pueblos y se curan y evolucionan rodeados de sus familiares, y no encerrados durante X días en un edificio gigantesco donde se cierran las puertas a sus familiares y se les conecta a tantos tubos como agujeros hay en su organismo (si no se crea ninguno extra), se les ponen tratamientos que apenas se explican (y, claro, así se puede prever la adherencia al mismo que habrá una vez el paciente esté en su hogar) y se les dice “si alguna vez necesita algo de nosotros, dígale a su médico de cabecera que le vuelva a derivar” (traducción de la coletilla que subyace “porque él ni de coña va a poder solucionarle ninguna duda sobre posologías evoluciones, pronósticos, complicaciones o alternativas terapéuticas”).
Excesivamente ¿ácido?...maybe...pero básicamente son los motivos que tengo para querer Ser Médico de Familia y Comunidad.