Leo en el "The Economist" de esta semana (no es que lo lea semanalmente, no vayan a creer ustedes) un artículo titulado "Too many laws, too many prisoners" (demasiadas leyes, demasiados presos) acerca del actual panorama de las cárceles en los estados Unidos y las causas que han llevado a ello. Al leerlo veo asombrado cómo los problemas de la medicina actual se reproducen en las cárceles y las leyes de forma curiosamente similar.
El sistema actual de leyes y castigos en EEUU tiene tres problemas, dicen los autores del artículo:
1- mete a mucha gente en la cárcel por demasiado tiempo.
2- criminaliza actos que no deberían ser criminalizados.
3. es impredecible.
Sobre el primer aspecto, se calcula que hasta un 1% de la población adulta de los EEUU está en este momento con problemas judiciales que tienen a la cárcel de por medio (hasta 12 veces más que en Japón, por ejemplo) y las condenas han ido alargándose progresivamente, en respuesta de los políticos a las demandas de una seguridad creciente por parte del electorado.
Sobre el segundo punto, relata el ejemplo de un cuasi-jubilado aficionado al cultivo de orquídeas que por el mal etiquetado de unas especies traídas de Latinoamérica tuvo que afrontar una condena mayor de 5 años...
Y sobre el tercer aspecto, es un sistema con tantos "ángulos muertos" en él, que su aplicación se ve sometida a una variabilidad difícilmente predecible y afrontable...
¿Y la medicina?
Pues bien, en una sociedad que se caracteriza por su judicialización y su medicalización, podemos ver algunos puntos en común...
1. cada vez más personas tienen la etiqueta de "enfermos" y esas etiquetas en muchas ocasiones permanecen de por vida, por ejemplo, la fibromialgia, la menopausia, la disfunción eréctil, la prehipertensión, la prediabetes,...
2.se etiqueta como "enfermos" y se medicalizan a pacientes y situaciones que deberían quedar fuera del escenario de la salud/enfermedad: los problemas laborales, los ciclos anímicos diagnosticados de depresión, los niños inquietos rápidamente medicados contra su "hiperactividad", la gente sin enfermedades que se hace un "chequeíto" en el cual le sale una alteración que les condena a revisiones anuales de por vida sin que esto vaya a repercutir en su salud más que para hacerles sentir enfermos, los varones septuagenarios calvos, las mujeres "con poco calcio en los huesos",...
3. la medicalización de la vida actual, hace que los resultados que de la medicina "superflua" se puedan esperar sean IMPREDECIBLES. Ante problemas que no deberían ser médicamente tratados y ante pruebas diagnósticas que no deberían ser realizadas, no podemos esperar más que consecuencias impredecibles como respuesta a unos resultados igualmente poco adivinables...
Si así van las cosas en justicia y en salud... siempre nos quedarán los éxitos veraniegos del deporte español...
Activistas de retaguardia. Para abrir los ojos ante la (compleja) realidad sanitaria (y socioeconómica) de nuestro entorno cercano (y no tanto).
[Con intención de reactivar la economía y la marca España andamos en reformas. Disculpen si le desahuciamos, expropiamos o simplemente le jodemos. Mientras seguiremos hablando..]
27.7.10
15.7.10
otro Dios...
No me gustan los dioses, los héroes que cuentan las vidas que han salvado a cada palabra...
Lo digo por esta entrevista (el titular de por si ya evoca alguna náusea)
Llegué a la entrevista a través de primum non nocere y os copio aquí las palabras que R.Bravo extrajo de dicha entrevista:
Lo digo por esta entrevista (el titular de por si ya evoca alguna náusea)
Llegué a la entrevista a través de primum non nocere y os copio aquí las palabras que R.Bravo extrajo de dicha entrevista:
Además, a los 10 años de trasplantar un riñón en Estados Unidos y España, la diferencia de supervivencia del trasplantado es del 20% a favor de España, una burrada.
¿Por qué? Ellos trasplantan, pero el seguimiento es deficitario: los ve el médico general, la medicación es cara. Aquí los ve el nefrólogo, la medicación se subvenciona. El sistema sanitario español funciona.
7.7.10
Un aborto con el médico vestido de payaso
Capítulo I. En donde se relata cómo Descartes agarró una motosierra, dispuesto a acabar con tanta tontuna.
Íbamos a haber escrito hace dos días un post sobre la entrada en vigor de la Ley del aborto ((en el título oficial pone algo de Salud Reproductiva y tal, pero vamos al tema que más mola)), pero es que todos los miembros del blog estábamos abortando, que por lo que hemos visto/oído/leído en diversos medios parece que es obligatorio con la entrada en vigor de la Ley.
Ante la pregunta de ¿tú estás a favor del aborto? no podemos más que preguntar ¿estás a favor de tomar laxantes? La respuesta viene a ser la misma "No, no estoy "a favor de", ni siquiera creo que nadie vaya a hacer uso del aborto/laxantes por hobbie -aunque hay gente pá tó- pero me parece que en ciertas circunstancias es un recurso que ha de estar disponible".
Aún así, podríamos enzarzarnos durante eones en una discusión acerca de "el milagro de la vida" y demás eufemismos empalagosos para los inquisidores de turno; una discusión larguísima y tediosísima donde tratarían de convencernos de lo perverso de nuestra actitud (esa herejía que pretende que cada uno ha de tener derecho a programar su reproducción (o ausencia de ella) cómo y cuándo desee) hablándonos de "manos gordezuelas de bebés regordetes y sonrientes" y de "lo hermoso de sentir pataditas en la barriga" {un día analizaremos por qué loscosificadores de la mujer antiabortistas puerilizan su lenguaje hasta parecer retrasados}; como si nosotros tuviéramos algún problema con los hijos en general, y con su versión beta en particular.
Ya les digo, sería una discusión infumable, en la que a cthulhu le daría tiempo a despertarse y preguntar quién se ha comido sus cereales; en la que no lograríamos hacer comprender que, a nuestro modo de ver, tener hijos es una decisión importantísima, una de las más importantes de la vida (si no la que más); pero en ningún caso es una obligación, y mucho menos un "castigo a unos actos irresponsables" {por si nos leyera algún niño-de-colegio-de-opus-dei, con "acto irresponsable" nos referimos a un polvo a destiempo, concretamente en una corrida a destiempo sobre una farmville uterina}. Pero no es eso lo que nos preocupa.
Capítulo II. La angustia felina de Schrödinger.
Puede exasperarnos la moralina, el "tú no tendrás este derecho porque no sabrías manejarlo, lo voy a tener yo que sí estoy preparada y para diferenciarnos haremos que simplemente no puedas pagarlo", el whatever you want. Pero lo que nos aterra es la enésima sodomía conceptual del término "objeción de conciencia".
El que la mayoría de las opiniones que se escuchen en contra del aborto como escenario posible sean voces masculinas no sabemos si responde a un acto (más) de masculinización en el diseño y planificación de la salud femenina (nos remitimos a nuestro post ¿ginecólogo o ginecóloga?) o a una percepción errónea por nuestra parte (no es paranoia si todos están contra mí).
Capítulo III. Teoría bayesiana de la estafa social.
El escenario actual del aborto en España muestra que cualquier mujer con unos cientos de euros puede ir a una clínica privada y, sin demasiado papeleo ni control administrativo, abortar bajo el supuesto de "daño psicológico para la mujer". Con la legislación que se pretende instaurar/ se ha instaurado se viene a crear el marco normativo y de recursos que limite unas prácticas que se estaban convirtiendo en el lucro desmedido de multitud de clínicas y profesionales (ahora resultará que ningún ginecólogo que objeta en la pública realiza abortos en la privada... poderoso caballero...). Entendemos que para aquellos que, desde una perspectiva de moral (religiosa o laicamente inculcada) rechazan la posibilidad de que alguien aborte de forma artificial el que se legisle este hecho puede resultar algo tremendamente alarmante; sin embargo, dado que percibimos que dichos reparos han de quedar en la esfera de lo individual, podrían equipararse con el escándalo que puede suponer a un judío que viva en Concha Espina el que tanta gente se movilice y trabaje cada sábado en el Bernabéu...
Y más allá, si tu religión-credo-orientaciónsexual-filiaciónpolítica-parafiliafavorita-equipodefúbtol-estilodemanicura-políticadekarmaenmenéame va a impedirte prestar un servicio al que un ciudadano tiene derecho, quizá no estás capacitado para ocupar el puesto que presta ese servicio. Porque igual que una mujer de un pueblo de soria no puede escoger al médico que la atenderá de urgencia (no hablamos de una gran ciudad con sus chopocientos hospitales y sus chorrocientas tretas administrativas), tú, que estás ahí para garantizar sus derechos, no puedes escoger si la atiendes o no.
¿Acaso permitiríamos que en el centro de referencia de ginecología de la seguridad social trabajara un imán fundamentalisa chiíta al que sus ideas impidieran tocar a las mujeres y por ende no las tratara, aunque fuera el único médico disponible? ¿Acaso entenderíamos que en el triaje de unas urgencias hubiera alguien que, por una fobia social (irreductible a toda lógica y de rasgos compatibles con psicosis, como la fé religiosa (al DSM IV me remito)), se negara a atender a los pacientes, vetándoles el acceso? ¿Aceptaríamos que el traumatólogo de guardia de un hospital no atendiera a un paciente psiquiátrico de urgencia con un hombro luxado "porque los locos le dan mal rollo"?
Capítulo IV. Donde se explica cómo creíamos que habíais entendido que de las cruzadas sólo molan los grabados en las catedrales.
Casos extremos, sí (no mucho más lejos de la cordura que aquellos en los que alguien bautiza un embrión-moquito de tres semanas), que hasta podrían, a nivel individual, ser comprensibles. Oiga, entiendo su manera de pensar por muy diferente que sea a la mía, intentaremos adaptar su trabajo para que no tenga que pasar por tragos que le son amargos. Es más, aprovechando que tenemos colegas en Murcia y Castilla y León, recientemente nombradas aldeas galas, nosotros vamos a declararnos objetores de conciencia de los impuestos indirectos (por injustos y alejados de la política social); ya que nos supone un Dolor inefable el ver como la recaudación no corresponde por tramos a lo que se gana.
Pero la perversión, la maldad auténtica, viene cuando esos casos excepcionales se juntan y alían para crear barreras que pasen por encima de leyes y sentencias.
¿qué pasaría si todos los médicos de la comunidad de madrid nos negáramos a atender a gitanos rumanos, alegando motivos de conciencia? O a todos los ecuatorianos. O a todos los inmigrantes. O a todos los hijos "ilegítimos". O a las mujeres solteras no vírgenes. ¿Alguien dudaría que lo que pretendemos es imponer nuestro veto a la inmigración o a las relaciones extramatrimoniales, saltándonos los derechos humanos y las leyes vigentes? Y si nos negáramos a atender a todos los que no nos pagaran bajo cuerda, ¿esto sería corrupción, y negarse a atender a quienes precisen abortar no lo es?
Los pactos que niegan actividad asistencial a aquellos cuya moral no gusta no buscan proteger una parte frágil de los facultativos, inherente a ellos por ser personas; busca otorgar a los médicos una categoría superior; busca convertirles en ciudadanos de primera con potestad para regular los derechos de los ciudadanos de segunda, a.k.a usuarios.
No os dejéis pisar. Una licenciatura, una oposición y un título de especialista no nos hacen mejores que vosotros ni nos dan derecho a decidir por vosotros qué es moralmente adecuado y qué no lo es.
{primera entrada verdaderamente co-escrita por Javithink-el-valiente y Adrastea-culo-mandril, gracias a esta más-que-recomendable-herramienta (no, no es un link al redtube).}
Íbamos a haber escrito hace dos días un post sobre la entrada en vigor de la Ley del aborto ((en el título oficial pone algo de Salud Reproductiva y tal, pero vamos al tema que más mola)), pero es que todos los miembros del blog estábamos abortando, que por lo que hemos visto/oído/leído en diversos medios parece que es obligatorio con la entrada en vigor de la Ley.
Ante la pregunta de ¿tú estás a favor del aborto? no podemos más que preguntar ¿estás a favor de tomar laxantes? La respuesta viene a ser la misma "No, no estoy "a favor de", ni siquiera creo que nadie vaya a hacer uso del aborto/laxantes por hobbie -aunque hay gente pá tó- pero me parece que en ciertas circunstancias es un recurso que ha de estar disponible".
Aún así, podríamos enzarzarnos durante eones en una discusión acerca de "el milagro de la vida" y demás eufemismos empalagosos para los inquisidores de turno; una discusión larguísima y tediosísima donde tratarían de convencernos de lo perverso de nuestra actitud (esa herejía que pretende que cada uno ha de tener derecho a programar su reproducción (o ausencia de ella) cómo y cuándo desee) hablándonos de "manos gordezuelas de bebés regordetes y sonrientes" y de "lo hermoso de sentir pataditas en la barriga" {un día analizaremos por qué los
Ya les digo, sería una discusión infumable, en la que a cthulhu le daría tiempo a despertarse y preguntar quién se ha comido sus cereales; en la que no lograríamos hacer comprender que, a nuestro modo de ver, tener hijos es una decisión importantísima, una de las más importantes de la vida (si no la que más); pero en ningún caso es una obligación, y mucho menos un "castigo a unos actos irresponsables" {por si nos leyera algún niño-de-colegio-de-opus-dei, con "acto irresponsable" nos referimos a un polvo a destiempo, concretamente en una corrida a destiempo sobre una farmville uterina}. Pero no es eso lo que nos preocupa.
Capítulo II. La angustia felina de Schrödinger.
Puede exasperarnos la moralina, el "tú no tendrás este derecho porque no sabrías manejarlo, lo voy a tener yo que sí estoy preparada y para diferenciarnos haremos que simplemente no puedas pagarlo", el whatever you want. Pero lo que nos aterra es la enésima sodomía conceptual del término "objeción de conciencia".
El que la mayoría de las opiniones que se escuchen en contra del aborto como escenario posible sean voces masculinas no sabemos si responde a un acto (más) de masculinización en el diseño y planificación de la salud femenina (nos remitimos a nuestro post ¿ginecólogo o ginecóloga?) o a una percepción errónea por nuestra parte (no es paranoia si todos están contra mí).
Capítulo III. Teoría bayesiana de la estafa social.
El escenario actual del aborto en España muestra que cualquier mujer con unos cientos de euros puede ir a una clínica privada y, sin demasiado papeleo ni control administrativo, abortar bajo el supuesto de "daño psicológico para la mujer". Con la legislación que se pretende instaurar/ se ha instaurado se viene a crear el marco normativo y de recursos que limite unas prácticas que se estaban convirtiendo en el lucro desmedido de multitud de clínicas y profesionales (ahora resultará que ningún ginecólogo que objeta en la pública realiza abortos en la privada... poderoso caballero...). Entendemos que para aquellos que, desde una perspectiva de moral (religiosa o laicamente inculcada) rechazan la posibilidad de que alguien aborte de forma artificial el que se legisle este hecho puede resultar algo tremendamente alarmante; sin embargo, dado que percibimos que dichos reparos han de quedar en la esfera de lo individual, podrían equipararse con el escándalo que puede suponer a un judío que viva en Concha Espina el que tanta gente se movilice y trabaje cada sábado en el Bernabéu...
Y más allá, si tu religión-credo-orientaciónsexual-filiaciónpolítica-parafiliafavorita-equipodefúbtol-estilodemanicura-políticadekarmaenmenéame va a impedirte prestar un servicio al que un ciudadano tiene derecho, quizá no estás capacitado para ocupar el puesto que presta ese servicio. Porque igual que una mujer de un pueblo de soria no puede escoger al médico que la atenderá de urgencia (no hablamos de una gran ciudad con sus chopocientos hospitales y sus chorrocientas tretas administrativas), tú, que estás ahí para garantizar sus derechos, no puedes escoger si la atiendes o no.
¿Acaso permitiríamos que en el centro de referencia de ginecología de la seguridad social trabajara un imán fundamentalisa chiíta al que sus ideas impidieran tocar a las mujeres y por ende no las tratara, aunque fuera el único médico disponible? ¿Acaso entenderíamos que en el triaje de unas urgencias hubiera alguien que, por una fobia social (irreductible a toda lógica y de rasgos compatibles con psicosis, como la fé religiosa (al DSM IV me remito)), se negara a atender a los pacientes, vetándoles el acceso? ¿Aceptaríamos que el traumatólogo de guardia de un hospital no atendiera a un paciente psiquiátrico de urgencia con un hombro luxado "porque los locos le dan mal rollo"?
Capítulo IV. Donde se explica cómo creíamos que habíais entendido que de las cruzadas sólo molan los grabados en las catedrales.
Casos extremos, sí (no mucho más lejos de la cordura que aquellos en los que alguien bautiza un embrión-moquito de tres semanas), que hasta podrían, a nivel individual, ser comprensibles. Oiga, entiendo su manera de pensar por muy diferente que sea a la mía, intentaremos adaptar su trabajo para que no tenga que pasar por tragos que le son amargos. Es más, aprovechando que tenemos colegas en Murcia y Castilla y León, recientemente nombradas aldeas galas, nosotros vamos a declararnos objetores de conciencia de los impuestos indirectos (por injustos y alejados de la política social); ya que nos supone un Dolor inefable el ver como la recaudación no corresponde por tramos a lo que se gana.
Pero la perversión, la maldad auténtica, viene cuando esos casos excepcionales se juntan y alían para crear barreras que pasen por encima de leyes y sentencias.
¿qué pasaría si todos los médicos de la comunidad de madrid nos negáramos a atender a gitanos rumanos, alegando motivos de conciencia? O a todos los ecuatorianos. O a todos los inmigrantes. O a todos los hijos "ilegítimos". O a las mujeres solteras no vírgenes. ¿Alguien dudaría que lo que pretendemos es imponer nuestro veto a la inmigración o a las relaciones extramatrimoniales, saltándonos los derechos humanos y las leyes vigentes? Y si nos negáramos a atender a todos los que no nos pagaran bajo cuerda, ¿esto sería corrupción, y negarse a atender a quienes precisen abortar no lo es?
Los pactos que niegan actividad asistencial a aquellos cuya moral no gusta no buscan proteger una parte frágil de los facultativos, inherente a ellos por ser personas; busca otorgar a los médicos una categoría superior; busca convertirles en ciudadanos de primera con potestad para regular los derechos de los ciudadanos de segunda, a.k.a usuarios.
No os dejéis pisar. Una licenciatura, una oposición y un título de especialista no nos hacen mejores que vosotros ni nos dan derecho a decidir por vosotros qué es moralmente adecuado y qué no lo es.
{primera entrada verdaderamente co-escrita por Javithink-el-valiente y Adrastea-culo-mandril, gracias a esta más-que-recomendable-herramienta (no, no es un link al redtube).}
5.7.10
El mirador (de Juan Gérvas): menos es mejor
((copio y enlazo aquí la columna de Juan Gérvas para Acta Sanitaria... siempre son Buenas, pero esta es Mejor))
EL MIRADOR (DE JUAN GÉRVAS): MENOS ES MEJOR
Juan Gérvas Madrid 05/07/2010 El consumo como elemento fundamental de la economía ha llevado, en el campo sanitario, a la utilización irracional de determinados medicamentos que, bajo la idea de prevenir, no consiguen tal resultado, sino el contrario, además de comportar gastos innecesarios.
Vivimos en una economía de mercado. Es decir, nuestra economía se basa en el consumo. En el consumo desmedido, sin control. En el consumo que mantiene viva la maquinaria de la inversión, producción, venta y despilfarro. Es un consumo voraz que lleva a más y más gasto. Cada día gastamos más energía, por ejemplo; más agua, también; más bienes, sin casi límites. Los límites los impone nuestra capacidad económica. Parece que consumir es vivir, y consumir más es vivir mejor. ¿Hasta cuándo?
Los bienes son muchas veces no renovables. Y la contaminación es muchas veces inevitable e imborrable. Es decir, somos una Humanidad enloquecida que consume y contamina sin límites, cuando puede. El que no puede se muere, incluso de hambre (50.000 niños diarios mueren de hambre). El que puede consume hasta el despilfarro. De hecho, si no consumes, si ahorras, puedes contribuir a que la economía entre en deflación, y a deteriorar la situación como ha sucedido por décadas en Japón.
Buen ejemplo de esta conducta consumidora es el agotamiento de las reservas pesqueras, entre otras cosas por el comportamiento depredador de las pesquerías españolas y japonesas. En Somalia hemos contribuido a destruir el entramado local de la pesca artesanal, y nuestros privados atuneros depredadores (con banderas de conveniencia) necesitan protección militar pública española para evitar a los piratas (antiguos pescadores ya sin artes ni mejor opción que robar y secuestrar). ¿Quién es el verdadero ladrón?
Más y más antibióticos
En los países nórdicos el antibiótico más utilizado es la penicilina (la vieja fenoxi-metil-penicilina). El consumo de antibióticos está liderado por la penicilina. Es decir, los médicos daneses, finlandeses, islandeses, noruegos y suecos continúan utilizando con éxito un antibiótico que lleva más de medio siglo en el mercado. En el mercado español de antibióticos el último antibiótico que se consume es la penicilina. Es decir, su consumo es anecdótico, por más que sigan siendo de elección en, por ejemplo, la amigdalitis por estreptococo beta-hemolítico. Da igual el ejemplo nórdico; en España somos grandes consumidores de nuevos antibióticos, como si consumir más antibióticos nuevos fuera mejor. Además, se consumen antibióticos "de última generación" hasta "quemarlos". Así, por ejemplo, las quinolonas en las infecciones urinarias, por más que la vieja, barata y modesta nitrofurantoína tenga muchas menos resistencias y sea todavía extremadamente útil, igual que el trimetropín. Pero el médico español ve estos productos como "anticuados", fuera de uso, inútiles. Es decir, con los antibióticos el médico español se comporta como con la economía de mercado en general, hasta llegar al despilfarro. Con grandes costes en dinero y salud, obviamente, pues más "nuevo" no es mejor "salud", sino al contrario.
Tome estatinas y evite quemaduras, heridas y accidentes
Ha habido quien ha propuesto distribuir estatinas con el agua del grifo, como el flúor. También, hay quien propone una "poli-píldora", con estatinas y acetilsalicílico entre otros componentes, "para prevenir" infartos de miocardio y eventos cardiovasculares en general. Son verdaderas locuras, pero se proponen con mucha seriedad.
Los del grupo de Therapeutics Iniative, de la Universidad de British Columbia (Canadá) hicieron un estudio en el que comparaban los pacientes que tomaban con los que no tomaban estatinas en prevención primaria (pacientes sin enfermedad isquémica). Demostraron que los que tomaban estatinas tenían menos infartos de miocardio, como se esperaba (riesgo relativo, 0,72). Pero también muchísimos menos accidentes de tráfico (riesgo relativo, 0,75) y laborales (riesgo relativo, 0,77). Además, se quemaban menos, tenían menos lesiones y caídas, menos infecciones, menos litiasis biliar, más participación en campañas de cribados de cáncer, etc. Si aplicamos "la navaja de Occan", lo lógico es deducir que los pacientes que toman estatinas en prevención primaria no las necesitan, pues se cuidan muy bien, son mucho más sanos y tienen hábitos más saludables que los que no toman estatinas. Pero en España, y otros muchos países, se está dispuesto a pagar y consumir estatinas, sin límites, cada vez más, aunque sean innecesarias y tengan impacto negativo en la salud y en el coste. Es el despilfarro de la economía de mercado.
JUPITER
Hay muchos estudios, ensayos clínicos, sobre el uso de las estatinas en la prevención primaria (en pacientes sin isquemia de miocardio). Pero ninguno ha sido tan popular como JUPITER, que "hubo que terminar" antes de tiempo pues descendió el riesgo relativo de eventos cardiovasculares un 44% (el descenso del riesgo relativo fue del 54% para el número de infartos mortales y no mortales). Si uno mira los datos de cerca, la verdad es que el riesgo absoluto descendió un modestísimo 1,2% para los eventos cardiovasculares (y un 0,4% para los infartos de miocardio mortales y no mortales). Es decir, no compensa el tratamiento.
Ahora, en Archives of Internal Medicine han revisado los once mejores ensayos clínicos sobre estatinas y prevención primaria, con participación conjunta de más de 65.000 pacientes (incluye, claro, JUPITER). Como era de esperar, los resultados demuestran que las estatinas son inútiles en prevención primaria.
Puesto que estos estudios (la revisión de los once ensayos clínicos y otros tres más en el mismo número de la revista, todos coincidentes) van contra el pensamiento único, ni se citarán ni se comentarán. Será como si nunca hubieran sido publicados. Aquí lo que importa es consumir más y más estatinas, al coste que sea, por más que sean inútiles en prevención primaria.
Pensamiento único
La Cuarta Guía Europea de Prevención Cardiovascular en la Práctica Clínica también recomienda las estatinas en prevención primaria. Ha sido presentada en España por el Comité Español Interdisciplinario para la Prevención Cardiovascular, y aplaudida por el Ministerio y las Consejerías de Sanidad. Su aplicación lleva al uso de estatinas en prevención primaria, al despilfarro de miles de millones de euros y al tratamiento innecesario de millones de españoles. Pura economía de mercado, puro consumo despilfarrador (y peligroso).
Es el pensamiento único, el "más vale prevenir que curar", por más que se lleve por delante salud y dinero. Es más, se incentiva a los médicos a aplicar las tablas de riesgo. Las tablas de riesgo están en los ordenadores y se les anima a los médicos a que enseñen los resultados obtenidos de su aplicación en el paciente individual, para "demostrarle" al enfermo el nivel de riesgo que tiene en los próximos diez años. Este ejercicio carece de fundamento científico, no predice nada, pero sirve de toma de decisiones de tratamiento, y de establecimiento de "metas" en tensión, LDL-colesterol y hemoglobina glucosilada. Se podría hacer la predicción al albur (por ejemplo, tratar a los pacientes que sonrieran al entrar en la consulta, o tratar a los que tengan bigote, o a las que utilicen tacones) y el resultado sería similar. Pero las tablas de riesgo dan impresión de "ciencia".
Ni ciencia, ni conciencia. Puro consumo despilfarrador (y peligroso).
Juan Gérvas (jgervasc@meditex.es) es Médico General y Promotor del Equipo CESCA
EL MIRADOR (DE JUAN GÉRVAS): MENOS ES MEJOR
Juan Gérvas Madrid 05/07/2010 El consumo como elemento fundamental de la economía ha llevado, en el campo sanitario, a la utilización irracional de determinados medicamentos que, bajo la idea de prevenir, no consiguen tal resultado, sino el contrario, además de comportar gastos innecesarios.
Vivimos en una economía de mercado. Es decir, nuestra economía se basa en el consumo. En el consumo desmedido, sin control. En el consumo que mantiene viva la maquinaria de la inversión, producción, venta y despilfarro. Es un consumo voraz que lleva a más y más gasto. Cada día gastamos más energía, por ejemplo; más agua, también; más bienes, sin casi límites. Los límites los impone nuestra capacidad económica. Parece que consumir es vivir, y consumir más es vivir mejor. ¿Hasta cuándo?
Los bienes son muchas veces no renovables. Y la contaminación es muchas veces inevitable e imborrable. Es decir, somos una Humanidad enloquecida que consume y contamina sin límites, cuando puede. El que no puede se muere, incluso de hambre (50.000 niños diarios mueren de hambre). El que puede consume hasta el despilfarro. De hecho, si no consumes, si ahorras, puedes contribuir a que la economía entre en deflación, y a deteriorar la situación como ha sucedido por décadas en Japón.
Buen ejemplo de esta conducta consumidora es el agotamiento de las reservas pesqueras, entre otras cosas por el comportamiento depredador de las pesquerías españolas y japonesas. En Somalia hemos contribuido a destruir el entramado local de la pesca artesanal, y nuestros privados atuneros depredadores (con banderas de conveniencia) necesitan protección militar pública española para evitar a los piratas (antiguos pescadores ya sin artes ni mejor opción que robar y secuestrar). ¿Quién es el verdadero ladrón?
Más y más antibióticos
En los países nórdicos el antibiótico más utilizado es la penicilina (la vieja fenoxi-metil-penicilina). El consumo de antibióticos está liderado por la penicilina. Es decir, los médicos daneses, finlandeses, islandeses, noruegos y suecos continúan utilizando con éxito un antibiótico que lleva más de medio siglo en el mercado. En el mercado español de antibióticos el último antibiótico que se consume es la penicilina. Es decir, su consumo es anecdótico, por más que sigan siendo de elección en, por ejemplo, la amigdalitis por estreptococo beta-hemolítico. Da igual el ejemplo nórdico; en España somos grandes consumidores de nuevos antibióticos, como si consumir más antibióticos nuevos fuera mejor. Además, se consumen antibióticos "de última generación" hasta "quemarlos". Así, por ejemplo, las quinolonas en las infecciones urinarias, por más que la vieja, barata y modesta nitrofurantoína tenga muchas menos resistencias y sea todavía extremadamente útil, igual que el trimetropín. Pero el médico español ve estos productos como "anticuados", fuera de uso, inútiles. Es decir, con los antibióticos el médico español se comporta como con la economía de mercado en general, hasta llegar al despilfarro. Con grandes costes en dinero y salud, obviamente, pues más "nuevo" no es mejor "salud", sino al contrario.
Tome estatinas y evite quemaduras, heridas y accidentes
Ha habido quien ha propuesto distribuir estatinas con el agua del grifo, como el flúor. También, hay quien propone una "poli-píldora", con estatinas y acetilsalicílico entre otros componentes, "para prevenir" infartos de miocardio y eventos cardiovasculares en general. Son verdaderas locuras, pero se proponen con mucha seriedad.
Los del grupo de Therapeutics Iniative, de la Universidad de British Columbia (Canadá) hicieron un estudio en el que comparaban los pacientes que tomaban con los que no tomaban estatinas en prevención primaria (pacientes sin enfermedad isquémica). Demostraron que los que tomaban estatinas tenían menos infartos de miocardio, como se esperaba (riesgo relativo, 0,72). Pero también muchísimos menos accidentes de tráfico (riesgo relativo, 0,75) y laborales (riesgo relativo, 0,77). Además, se quemaban menos, tenían menos lesiones y caídas, menos infecciones, menos litiasis biliar, más participación en campañas de cribados de cáncer, etc. Si aplicamos "la navaja de Occan", lo lógico es deducir que los pacientes que toman estatinas en prevención primaria no las necesitan, pues se cuidan muy bien, son mucho más sanos y tienen hábitos más saludables que los que no toman estatinas. Pero en España, y otros muchos países, se está dispuesto a pagar y consumir estatinas, sin límites, cada vez más, aunque sean innecesarias y tengan impacto negativo en la salud y en el coste. Es el despilfarro de la economía de mercado.
JUPITER
Hay muchos estudios, ensayos clínicos, sobre el uso de las estatinas en la prevención primaria (en pacientes sin isquemia de miocardio). Pero ninguno ha sido tan popular como JUPITER, que "hubo que terminar" antes de tiempo pues descendió el riesgo relativo de eventos cardiovasculares un 44% (el descenso del riesgo relativo fue del 54% para el número de infartos mortales y no mortales). Si uno mira los datos de cerca, la verdad es que el riesgo absoluto descendió un modestísimo 1,2% para los eventos cardiovasculares (y un 0,4% para los infartos de miocardio mortales y no mortales). Es decir, no compensa el tratamiento.
Ahora, en Archives of Internal Medicine han revisado los once mejores ensayos clínicos sobre estatinas y prevención primaria, con participación conjunta de más de 65.000 pacientes (incluye, claro, JUPITER). Como era de esperar, los resultados demuestran que las estatinas son inútiles en prevención primaria.
Puesto que estos estudios (la revisión de los once ensayos clínicos y otros tres más en el mismo número de la revista, todos coincidentes) van contra el pensamiento único, ni se citarán ni se comentarán. Será como si nunca hubieran sido publicados. Aquí lo que importa es consumir más y más estatinas, al coste que sea, por más que sean inútiles en prevención primaria.
Pensamiento único
La Cuarta Guía Europea de Prevención Cardiovascular en la Práctica Clínica también recomienda las estatinas en prevención primaria. Ha sido presentada en España por el Comité Español Interdisciplinario para la Prevención Cardiovascular, y aplaudida por el Ministerio y las Consejerías de Sanidad. Su aplicación lleva al uso de estatinas en prevención primaria, al despilfarro de miles de millones de euros y al tratamiento innecesario de millones de españoles. Pura economía de mercado, puro consumo despilfarrador (y peligroso).
Es el pensamiento único, el "más vale prevenir que curar", por más que se lleve por delante salud y dinero. Es más, se incentiva a los médicos a aplicar las tablas de riesgo. Las tablas de riesgo están en los ordenadores y se les anima a los médicos a que enseñen los resultados obtenidos de su aplicación en el paciente individual, para "demostrarle" al enfermo el nivel de riesgo que tiene en los próximos diez años. Este ejercicio carece de fundamento científico, no predice nada, pero sirve de toma de decisiones de tratamiento, y de establecimiento de "metas" en tensión, LDL-colesterol y hemoglobina glucosilada. Se podría hacer la predicción al albur (por ejemplo, tratar a los pacientes que sonrieran al entrar en la consulta, o tratar a los que tengan bigote, o a las que utilicen tacones) y el resultado sería similar. Pero las tablas de riesgo dan impresión de "ciencia".
Ni ciencia, ni conciencia. Puro consumo despilfarrador (y peligroso).
Juan Gérvas (jgervasc@meditex.es) es Médico General y Promotor del Equipo CESCA
3 semanas después del 1CBS
Pasaron 3 semanas desde el 1er Congreso de la Blogosfera Sanitaria, sí , ese grupo de gente que se reunió para hablar de cómo influian los unos sobre los otros y estos sobre si mismos...
Después de este tipo de eventos uno suele atravesar una época de ultramotivación que le hace, en este caso, escribir en el blog con más ganas. A mi (por llevar la contraria, supongo) el efecto que me produjo fue totalmente el contrario... y tal vez a ello contribuyó que me rondaran por la mente algunas dudas que aún persisten:
1- ¿Son los blogs sanitarios una herramienta de comunicación entre profesionales del ramo o pueden transcender la barrera que nos separa de los pacientes?.
2- Si podemos llegar a los pacientes... ¿a qué tipo de pacientes?
3- Si los pacientes a los que llegamos son básicamente aquellos de clase social media/media-alta, que son los que, de forma regular, tienen acceso a internet y acaban llegando a nuestros blogs... eso querría decir que llegamos a la población que menos enferma (no vamos a descubrir ahora la relación entre recursos socio-económicos y enfermedad).
4. Entonces, ¿cómo compatibilizar el hecho de que la blogosfera sanitaria, protagonizada en gran parte por profesionales de la Medicina Familiar y Comunitaria, llegue a aquellos pacientes que menos nos necesitan? podría decirse que es un fracaso o simplemente son los pasos iniciales de un fenómeno en expansión que acabará llegando a la población que ahora nos es lejana.
Haciendo un ejercicio de auto-contestación, pienso que, actualmente, los blogs encuentran su función principal en la expansión de información a estudiantes de medicina, MIRes y médicos postMIR tanto de nuestro entorno como de entornos alejados. Dentro de unos años el escenario tal vez haya cambiado, y el acceso a internet haya alcanzado a toda la población, pero (al igual que ocurre para otros sectores) pensar que los avances tecnológicos/económicos/sociales se distribuyen por permeabilidad de la sociedad, es una falacia poco asumible...
...habrá que hacer lo posible por aumentar la accesibilidad de la red y por generar contenidos que merezcan la pena...
((para otro día dejo el pensamiento de "¿la endogamia de la blogosfera es capaz de hacer que pase toda mi vida leyendo tantas cosas afines a mis pensamientos que acabe por conformar una percepción de la realidad conforme a lo que yo quiero que sea, separándome por completo de la realidad?" -- esto sería similar a lo que le ocurriría a una persona que sólo viera en la televisión Intereconomía TV y LiertadDigital TV... pero la oferta de la blogosfera es harto más amplia, claro --))
Después de este tipo de eventos uno suele atravesar una época de ultramotivación que le hace, en este caso, escribir en el blog con más ganas. A mi (por llevar la contraria, supongo) el efecto que me produjo fue totalmente el contrario... y tal vez a ello contribuyó que me rondaran por la mente algunas dudas que aún persisten:
1- ¿Son los blogs sanitarios una herramienta de comunicación entre profesionales del ramo o pueden transcender la barrera que nos separa de los pacientes?.
2- Si podemos llegar a los pacientes... ¿a qué tipo de pacientes?
3- Si los pacientes a los que llegamos son básicamente aquellos de clase social media/media-alta, que son los que, de forma regular, tienen acceso a internet y acaban llegando a nuestros blogs... eso querría decir que llegamos a la población que menos enferma (no vamos a descubrir ahora la relación entre recursos socio-económicos y enfermedad).
4. Entonces, ¿cómo compatibilizar el hecho de que la blogosfera sanitaria, protagonizada en gran parte por profesionales de la Medicina Familiar y Comunitaria, llegue a aquellos pacientes que menos nos necesitan? podría decirse que es un fracaso o simplemente son los pasos iniciales de un fenómeno en expansión que acabará llegando a la población que ahora nos es lejana.
Haciendo un ejercicio de auto-contestación, pienso que, actualmente, los blogs encuentran su función principal en la expansión de información a estudiantes de medicina, MIRes y médicos postMIR tanto de nuestro entorno como de entornos alejados. Dentro de unos años el escenario tal vez haya cambiado, y el acceso a internet haya alcanzado a toda la población, pero (al igual que ocurre para otros sectores) pensar que los avances tecnológicos/económicos/sociales se distribuyen por permeabilidad de la sociedad, es una falacia poco asumible...
...habrá que hacer lo posible por aumentar la accesibilidad de la red y por generar contenidos que merezcan la pena...
((para otro día dejo el pensamiento de "¿la endogamia de la blogosfera es capaz de hacer que pase toda mi vida leyendo tantas cosas afines a mis pensamientos que acabe por conformar una percepción de la realidad conforme a lo que yo quiero que sea, separándome por completo de la realidad?" -- esto sería similar a lo que le ocurriría a una persona que sólo viera en la televisión Intereconomía TV y LiertadDigital TV... pero la oferta de la blogosfera es harto más amplia, claro --))
3.7.10
un nuevo lugar por el que dejarse caer
Del autor de: "Yo quiero ser médico de familia", ahora viene el blog "1palabratuyabastaraparasanarme"
No dejen de pasarse por ahí
No dejen de pasarse por ahí
2.7.10
Influencia de la familia en la salud y la enfermedad
Afortunadamente no todas las sesiones clínicas consisten en pasar a un formato visual algo escrito en un libro. Os cuelgo aquí una sesión clínica sobre "Influencia de la familia en la salud y la enfermedad", un tema sobre el que todos los residentes de Medicina Familiar y Comunitaria deberían pasar...
(estamos preparando un texto a traves de typewithme, cuando lo tengamos listo lo colgaré también.
((si no ves bien la presentación, haz click en el enlace del final de esta entrada))
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